A medida que se acerca el invierno, algunos sentimos la "tristeza de invierno", nos entristecen los días más cortos, nos acostamos más temprano y se nos dificulta levantarnos temprano en las mañanas oscuras.
Eso es diferente al trastorno afectivo estacional (TAE), un término utilizado para describir un tipo de depresión que se ajusta a un patrón estacional.
La forma más común de TAE ocurre en el invierno, a pesar de que algunas personas experimentan síntomas durante la primavera y el verano. Y Aunque con frecuencia se habla del TAE como una afección de los adultos, los niños y los adolescentes no necesariamente son inmunes.
¿Quién corre riesgo de sufrir el TAE?
El TAE generalmente se desarrolla en una persona al principio de sus 20 años, pero puede ocurrir en niños grandes y en adolescentes. El riesgo del trastorno disminuye a medida que crece. El TAE se diagnostica con más frecuencia en mujeres jóvenes, pero es posible que los hombres que tienen el TAE padezcan de síntomas más graves. Las personas con un historial familiar del TAE o aquellos que viven en las latitudes del norte en donde las horas de luz del día durante el invierno son más cortas, tienen un mayor riesgo de desarrollar el TAE.
Síntomas del TAE
Es posible que una persona con TAE:
Se retraigan socialmente y ya no disfruten las cosas que eran divertidas. Es como si se hubieran se le hubieran acabado las pilas.
Se antojen o les provoque consumir los llamados alimentos de consuelo que contienen carbohidratos simples, como pasta, pan y azúcar. Con exceso de calorías no saludables y pocas frutas y verduras y granos enteros, lo que promueve la fatiga y aumenta las ganas de dormir y aumenten de peso.
Se sientan ansiosos, irritables, tengan dificultades para dormir o se les disminuya el apetito. Estos síntomas son más comunes en el TAE de la primavera o el verano.
No existe ninguna causa conocida
Los investigadores no han determinado con precisión qué ocasiona el TAE. Existen algunas evidencias que indican una alteración en el “ritmo circadiano” de una persona, el ciclo natural del cuerpo para dormir y despertar. A medida que los días se acortan, la cantidad cada vez menor de luz puede despistar el reloj natural del cuerpo, desencadenando la depresión. La luz del día también juega un papel en la producción de melatonina y serotonina del cerebro. Durante el invierno, su cuerpo produce más melatonina (que estimula el sueño) y menos serotonina (que combate la depresión). Los investigadores no saben por qué algunas personas son más susceptibles al TAE que otras.
En general, el TAE es un trastorno más reconocido en adultos ya que muchos de los trastornos de salud mental en niños surgen con el tiempo. Diagnosticar el TAE en un niño no es fácil, ya que determinar el patrón de depresión lleva tiempo. Un médico generalmente intentará primero determinar si un niño padece de depresión o ansiedad, después observará el patrón con el tiempo. El diagnóstico del TAE se confirma solo si la persona cumple con el criterio para el diagnóstico de la depresión y si los síntomas de una patrón estacional han estado presentes por lo menos por 2 años.
Para diagnosticar el TAE, es necesario que los médicos realicen un examen médico para descartar otras posibles causas de los síntomas, administrar cuestionarios para determinar el estado de ánimo y también para buscar un patrón estacional.
Trabajando juntos para mejorar
Si observa síntomas del TAE en usted mismo o en su hijo, tómelo seriamente. Tratar este trastorno a tiempo y de manera diligente puede convertir los oscuros días de invierno en un tiempo placentero de unión para su familia.
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