El níquel es un metal que suele utilizarse en joyas, botones y hebillas de cinturones porque es barato y se puede usar como aleación para endurecer otros metales más caros, como el oro. El níquel es el alérgeno de contacto n.º 1 confirmado, a nivel nacional y en todos los grupos etarios.
La cantidad de niños con resultados positivos en pruebas de alergia al níquel se ha cuadruplicado en las últimas tres décadas y las investigaciones estiman que hay más de 1'100.000 niños sensibles a ese metal. Una nueva declaración de política de la American Academy of Pediatrics titulada, “Dermatitis de contacto por alergia al níquel: identificación, tratamiento y prevención" (en inglés), publicado en el número de mayo de 2020 de Pediatrics, insta al gobierno de EE. UU. a aprobar reglamentaciones de protección respecto al níquel utilizado en prendas de vestir y joyas con el fin de reducir su potencial alérgico.
La alergia al níquel genera una erupción en la piel que pica, se inflamada y se enrojece, a veces días después de usarlo. Puede evolucionar a tal punto que provoque inasistencias a la escuela , reducción de la calidad de vida y trastornos del sueño. En los adultos se ha relacionado con el eccema de manos incapacitante.
El níquel puede ser difícil de evitar para quienes desarrollaron esta afección, ya que se encuentra en cosas comunes como remaches, botones y cremalleras de la ropa, pernos metálicos en pendientes/aretes, computadoras portátiles y teléfonos, estuches de teléfonos celulares, relojes, utensilios de cocina y cubiertos.
La AAP ofrece orientación a padres y pediatras, como p. ej. recomendar a los padres que esperen para perforar las orejas de un adolescente hasta después de que hayan usado ortodoncia o que usen pendientes o aretes con pernos de plástico mientras la piel cicatriza después de una perforación, para evitar agravar la exposición al níquel. Dinamarca y la Unión Europea emitieron una directiva de salud para reducir el contenido de níquel en elementos tales como pendientes/aretes y prendas de vestir hace más de 20 años. Desde su implementación, se ha visto una reducción generalizada en la incidencia de reacciones al níquel en los adultos, niños y jóvenes, así como también una disminución significativa en la morbilidad y ahorro en costos para el sistema de salud en general.
La política de la AAP recomienda a EE. UU. adoptar reglamentaciones similares. Además, la política recomienda hacer más investigación para entender mejor la relación entre la exposición al níquel y la salud.
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