Las orejas se pueden perforar por motivos estéticos a cualquier edad. Si la perforación se realiza con cuidado y se cuida adecuadamente, el riesgo que conlleva es pequeño, sin importar la edad del niño. Sin embargo, como pauta general, recomendamos posponer la perforación hasta que su hijo sea lo suficientemente maduro para cuidar el área perforada por sí mismo.
¿Cuál es la mejor manera de evitar infecciones después de perforar la oreja?
Para el procedimiento de perforación en sí, se recomienda que lo realice un médico, una enfermera o un técnico experimentado. Se debe usar alcohol isopropílico u otros desinfectantes para minimizar las posibilidades de una infección.
En el momento de la perforación, se debe insertar un arete redondo con perno de oro. Algunos instrumentos de perforación pueden colocar los pernos de oro en su lugar al mismo tiempo de la perforación. Esto puede evitar cualquier prueba adicional que pueda aumentar la posibilidad de infección. El oro de los pernos reducirá el riesgo de una reacción alérgica e inflamación en la zona.
Después de la perforación, aplique alcohol isopropílico o un ungüento antibiótico en el área dos veces al día durante unos días; estas aplicaciones reducirán las posibilidades de infección y acelerarán el proceso de curación. El arete no debe quitarse durante un período de cuatro a seis semanas, pero debe rotarse suavemente todos los días. Si el área de la perforación se vuelve roja o sensible, es posible que esté desarrollando una infección y deberá buscar atención médica de inmediato.