Por Mashette Syrkin-Nikolau, MD, FAAP y Hannibal Person MD, FAAP
El dolor abdominal o de estómago es común en los niños, especialmente durante el primer año del bebé. Si bien su bebé aún no puede decirle cuándo le duele la barriga, es posible que note algunos signos de incomodidad. Podrían ponerse muy quisquillosos y retorcerse, por ejemplo, y tener un cambio en sus patrones de defecación, sueño o alimentación.
Existen muchas razones diferentes para el dolor abdominal. A continuación presentamos algunas de las causas que pueden molestar a los bebés. Como siempre, asegúrese de buscar el consejo médico de su pediatra si tiene inquietudes sobre la salud de su bebé.
Cólicos
Los cólicos afectan aproximadamente a uno de cada cinco bebés. Se definen como un aumento de la irritabilidad o el llanto que dura tres horas al menos tres veces por semana. Los cólicos por lo general comienzan unas pocas semanas después del nacimiento de los bebés y desaparecen cuando tienen alrededor de tres meses.
Más allá de los episodios de llanto, los bebés con cólicos están sanos. No deben exhibir ningún otro síntoma (como por ejemplo, somnolencia excesiva, pérdida de peso, mala alimentación, vómitos o deshidratación). Si le preocupa que su bebé tenga cólicos, haga que su pediatra lo evalúe para descartar otras causas de irritabilidad e incomodidad.
¿Cómo puedo ayudar a aliviar los cólicos de mi bebé?
La causa de los cólicos no es clara y no existe un tratamiento específico. Es posible que valga la pena probar los probióticos, el Gripe Water (agua de anís) o las gotas para los gases, pero debe consultar primero con su pediatra. Otras formas de ayudar a consolar a un bebé con cólicos incluyen envolverlo en una manta, usar un dispositivo de sonido (de ruido blanco), balancearlo, mecerlo y caminar con su bebé, atenuar las luces y darle un baño tibio o dejar correr agua tibia sobre su cabeza mientras está envuelto.
Los cólicos pueden ser muy frustrantes y difíciles para los cuidadores. Si se siente abrumado, tome un descanso. Intente acostar a su bebé en su cuna durante unos minutos, por ejemplo, o pida ayuda a otro adulto.
Exceso de gases
Todos los humanos producimos gases, incluso los más pequeños. Los gases pueden ser especialmente incómodos para los recién nacidos, que todavía se están acostumbrando a las sensaciones de los gases y están aprendiendo a dejarlos pasar. La acumulación de gases causa molestias, pero no es peligrosa. El dolor a causa de los gases suele alcanzar su punto máximo a las 6-8 semanas de vida y mejora drásticamente a los 3 meses de vida.
¿Cómo ayudar a los bebés con gases?
Existe una variedad de maneras para ayudar a reducir el exceso de gases. Evite alimentar a su bebé cuando tenga demasiada hambre; podría tragar más aire si se alimenta frenéticamente. Si su bebé está usando un biberón, puede considerar cambiar a un biberón anticólicos para reducir el exceso de aire que traga. Haga eructar a su bebé antes, durante y después de comer. Mantenerlos erguidos después de comer puede ayudar a que su estómago se vacíe.
Sostener a los bebés boca abajo y aumentar el tiempo boca abajo puede ayudar a mover los gases a través de los intestinos. Es posible que mover las piernas tipo bicicleta y el masaje abdominal también puedan ayudar. Puede hablar con el pediatra de su bebé acerca de probar las gotas para los gases y los probióticos, pero estas opciones no siempre son útiles.
Alergia a la proteína de la leche (u otras intolerancias a las proteínas de la dieta)
La intolerancia a la proteína de la leche de vaca (también llamada alergia a la proteína de la leche) es una respuesta anormal del sistema inmunitario del cuerpo a una proteína que se encuentra en la leche de vaca. La alergia a la proteína de la leche es muy común en los bebés. Los bebés con esta afección también podrían tener intolerancia a otras proteínas en la dieta, incluida la soya.
No hay pruebas específicas para la alergia a la proteína de la leche. Se diagnostica según los síntomas de su bebé. Los síntomas podrían incluir dolor al comer (espalda arqueada, irritabilidad), vómitos, sangre o mucosidad en las heces y pérdida o aumento escaso de peso.
¿Qué debo hacer si mi bebé tiene alergia a la proteína de la leche?
El tratamiento para la alergia a la proteína de la leche a menudo comienza con la eliminación de la proteína de la leche (caseína y suero) y la soya de la dieta de su bebé. Si amamanta a su bebé, elimine los lácteos y también la soya de su dieta, a fin de que usted esté libre de estas proteínas. Puede tomar hasta 2-3 semanas para que la proteína abandone la leche materna después de eliminarla de su dieta.
Algunas familias optan por utilizar fórmulas especiales con las proteínas predigeridas. La mayoría de los bebés superarán la alergia a la leche de vaca al año de edad. Los lácteos y la soja se pueden reintroducir lentamente después del 1 año según la orientación de su pediatra.
Estreñimiento infantil
Si su bebé tiene heces duras, poco frecuentes y, a veces, dolorosas, es posible que esté estreñido. Junto con el dolor abdominal, los síntomas del estreñimiento pueden incluir vómitos o sangre de color rojo brillante en las heces o al limpiarlo. Siempre que encuentre sangre en las heces de su bebé debe informar a su pediatra.
El estreñimiento puede desencadenarse por enfermedades, deshidratación, cambios en la dieta, falta de agua (si tiene más de 6 meses) y cambios en la rutina. Los momentos comunes en los que los niños se estriñen incluyen la transición a alimentos sólidos, el control de esfínteres y el comienzo del preescolar o la escuela. Algunos niños también retienen las deposiciones después de experimentar dolor al evacuar las heces. Es importante abordar el estreñimiento desde el principio, ya que el problema puede empeorar rápidamente, en particular si se retienen las heces.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi bebé con su estreñimiento?
Asegúrese de que su bebé obtenga suficiente leche materna o fórmula y otras bebidas saludables después de eso. (Tenga en cuenta que si bien la leche de vaca puede ser una bebida saludable para los niños mayores de un año, la ingesta en exceso puede causar estreñimiento). Una vez que su bebé esté listo para los alimentos sólidos, bríndele una buena fuente de fibra en la dieta. Los ejemplos de alimentos ricos en fibra incluyen: ciruelas pasas, piña, peras, melocotones, kiwi, aguacate, semillas de chía, semillas de lino, lentejas, garbanzos y otros frijoles. Consulte a su pediatra si su bebé tiene estreñimiento que dura más de una semana o si ve sangre en las heces.
Estenosis pilórica
La estenosis pilórica sucede cuando el músculo entre el estómago y el intestino delgado (el píloro) se engrosa y provoca un bloqueo que impide que los alimentos salgan del estómago. Los síntomas comunes de la estenosis pilórica incluyen vómitos enérgicos y como "proyectiles" poco después de alimentarse, además de poco aumento de peso, deshidratación, irritabilidad y una menor cantidad de deposiciones. Su bebé también podría parecer hambriento incluso después de comer. La estenosis pilórica se observa con mayor frecuencia en bebés recién nacidos de sexo masculino entre las 2 y las 8 semanas de vida, aunque puede ocurrir en bebés recién nacidos de sexo femenino.
¿Cómo se trata y diagnostica la estenosis pilórica?
Se puede usar una ecografía para diagnosticar la estenosis pilórica. La afección generalmente se repara quirúrgicamente. [Consulte "Estenosis pilórica hipertrófica: ayuda para bebés con vómitos fuertes"].
Intususcepción
La intususcepción sucede cuando el intestino se "encoge" o se desliza sobre sí mismo y queda atrapado, creando un bloqueo doloroso. Aunque es una afección poco común, es la emergencia abdominal más común en niños menores de 2 años. Por lo general, ocurre entre los 6 y los 12 meses de edad. Los síntomas incluyen períodos de intenso dolor abdominal en los que el niño llora de repente y lleva las piernas al pecho. Es posible que vomite, tenga el vientre hinchado y presente heces oscuras, llenas de mucosidad y con sangre.
¿Cómo se trata la intususcepción?
Si su bebé tiene estos síntomas, llame al médico de su hijo o busque atención médica de inmediato. El médico podría ordenar una ecografía o un tipo de radiografía llamada contraste de aire o enema de bario. Esta prueba puede confirmar el diagnóstico y al mismo tiempo desbloquear el intestino. Si el enema no desbloquea el intestino, es posible que se necesite una cirugía inmediata.
Infecciones gastrointestinales (GI)
Muchos tipos de infecciones pueden causar dolor abdominal en los bebés. Pueden causar vómitos, diarrea, fiebre e incluso sangre en las heces. La causa de las infecciones estomacales generalmente proviene de un virus, pero también pueden ser causadas por bacterias. Las infecciones estomacales virales se curan con el tiempo y los tratamientos como los antibióticos no acortarán la duración de los síntomas. Se recomienda la atención de apoyo, que incluye fomentar la hidratación y tratar la fiebre y el dolor con acetaminofeno.
¿Cómo se tratan las infecciones gastrointestinales bacterianas y virales?
Las infecciones bacterianas del intestino son mucho menos comunes. Sin embargo, las infecciones bacterianas del tracto urinario y las neumonías también pueden causar dolor abdominal y vómitos. Las infecciones bacterianas suelen requerir antibióticos. Lleve a su hijo al pediatra por cualquier síntoma preocupante, como, por ejemplo: fiebre, deposiciones con sangre, síntomas al orinar, somnolencia excesiva o problemas respiratorios.
Reflujo y enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD)
El reflujo es el movimiento del contenido del estómago hacia el esófago y, a veces, hacia la boca. Los síntomas del reflujo son más pronunciados en los bebés, debido a que el músculo entre el estómago y el esófago (esfínter esofágico inferior) no está completamente formado. Este músculo se contrae para ayudar a retener los alimentos en el estómago y evitar el movimiento hacia atrás en el esófago. El músculo se vuelve más fuerte durante la infancia y se termina de desarrollar completamente a los 2 años.
A los bebés con reflujo a veces se les llama "escupidores felices" cuando el reflujo no presenta molestias y no tienen otros signos de enfermedad (como, por ejemplo, pérdida de peso). Los síntomas de reflujo alcanzan su punto máximo alrededor de los 4 a 6 meses de edad, y luego mejoran durante los siguientes 6 meses. Por lo general, se resuelven antes del año, aunque a veces pueden continuar hasta los 18 o 24 meses.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD, por sus siglas en inglés) sucede cuando el reflujo del estómago causa irritación del revestimiento del estómago o del esófago. Esto puede resultar en ingestas dolorosas, arqueamiento de la espalda, desprenderse de la mama durante las ingestas y deseo de comer en exceso.
¿Cómo puedo ayudar a mi bebé con reflujo o GERD?
Dar comidas más pequeñas con mayor frecuencia y mantener al bebé erguido durante 15 a 20 minutos después de cada comida puede ayudar a reducir el reflujo. El reflujo normal del bebé no causará problemas de aumento de peso, sangre en las heces o dolor al comer. Si su bebé experimenta estos síntomas, llévelo a un proveedor de atención médica para una evaluación adicional.
Algunos bebés con GERD requieren medicamentos antiácidos para reducir el ácido y prevenir lesiones. Consulte con su pediatra si su bebé tiene alguno de estos síntomas.
Acerca de la Dra. Syrkin-NikolauMashette Syrkin-Nikolau, MD, FAAP es becaria de Gastroenterología Pediátrica de tercer año en University of San Diego-California. Ella planea practicar gastroenterología pediátrica general y tiene intereses específicos en temas de nutrición y alimentación en bebés y niños.
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Acerca del Dr. PersonHannibal Person MD, FAAP es profesor asistente de Pediatría en University of Washington en la división de Gastroenterología y Hepatología de Seattle Children's Hospital.
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