Por Alejandro Velez, MD, FAAP, y Christine Waasdorp Hurtado, MD, FAAP
Todos los bebés regurgitan. Algunos bebés regurgitan más que otros o en determinados momentos.
Normalmente, los bebés regurgitan después de tragar algo de aire con la leche materna o la fórmula. Después de todo, el estómago de un bebé es pequeño y no puede contener mucho. La leche y el aire pueden llenarlo rápidamente.
Con un estómago lleno, cualquier cambio en la posición, como rebotar o sentarse puede abrir a la fuerza la solapa entre el esófago (conducto de los alimentos) y el estómago. Y cuando esa solapa (el esfínter esofágico) se abre, parte de lo que su bebé acaba de comer puede volver a aparecer.
Entonces, ¿qué puede hacer, si es que puede hacer algo, para reducir la cantidad de regurgitación de su bebé? ¿Cómo sabe si los síntomas de regurgitación de su bebé son parte de un problema mayor? Siga leyendo para obtener más información.
Preocupaciones comunes que tienen los padres y madres sobre la regurgitación
Mi bebé regurgita un poco después de la mayoría de las tomas
Causa posible:
reflujo gastroesofágico (normal si es leve)
Qué hacer: nada. La regurgitación se volverá menos frecuente y se detendrá a medida que los músculos de su bebé maduren, especialmente esa solapa de la que hablamos antes. Suele ser solo una cuestión de tiempo.
Mi bebé toma muy de golpe y parece tener muchos gases
Causa posible: aerofagia (tragar más aire de lo habitual)
Qué hacer: asegúrese de que su bebé esté posicionado correctamente durante las tomas. También asegúrese de hacer eructar al bebé durante las tomas y después de estas. Considere probar un biberón diferente para disminuir la capacidad de su bebé de tragar aire.
Mi bebé regurgita cuando le hacen rebotar o juegan con él después de las tomas
La regurgitación de mi bebé ha cambiado a vómitos con contracciones musculares que ocurren después de cada toma. El vómito sale disparado con fuerza.
Encontré sangre en la regurgitación o el vómito de mi bebé
Causa posible: hinchazón del esófago o el estómago (esofagitis o gastritis), u otro problema de salud que requiera un diagnóstico y tratamiento.
Qué hacer: llame a su pediatra de inmediato para que pueda examinar a su bebé.
Remedios para bebés que regurgitan
Independientemente de si la regurgitación de su bebé hace necesario o no que espere y le observe o una intervención médica, hay algunas sugerencias simples para alimentarle que pueden ayudarle a manejar esta situación a la que se enfrenta.
5 consejos para reducir la regurgitación de su bebé
Evite alimentarle en exceso. Al igual que un tanque de gasolina, si llena demasiado el estómago del bebé (o lo llena demasiado rápido), lo que coma saldrá a chorros hacia usted. Para ayudar a reducir la probabilidad de que le alimente en exceso, dele a su bebé menos cantidad con más frecuencia.
Haga eructar a su bebé con más frecuencia. El gas adicional en el estómago de su bebé suele ocasionar problemas. A medida que las burbujas de gas se escapan, tienen una tendencia molesta a traer consigo el resto del contenido del estómago. Para minimizar las probabilidades de que esto ocurra, hágale eructar no solo después de las tomas, sino también durante estas.
Limite el juego activo después de las tomas y sostenga a su bebé en posición vertical. Presionar el abdomen de un bebé justo después de que coma puede aumentar las probabilidades de que el contenido de su estómago se vea forzado a entrar en acción. Si bien el
tiempo boca abajo es importante para los bebés, posponerlo por un tiempo después de las tomas puede servir como una técnica fácil y efectiva para evitar este problema.
Considere la fórmula. Si su bebé
se alimenta con fórmula, existe la posibilidad de que su fórmula pueda estar contribuyendo a que regurgite. Si bien a algunos bebés simplemente parece irles mejor con una fórmula en lugar de otra sin que tengan una
alergia o intolerancia real, se estima que un 5 % de los bebés son genuinamente incapaces de manejar las proteínas que se encuentran en la fórmula de leche o de soja, una afección llamada intolerancia/alergia a la proteína de la leche de vaca (CMPI y CMPA). En ambos casos, la regurgitación puede servir como una de varias señales que su bebé puede darle de que es momento de hablar sobre fórmulas alternativas con su pediatra. Si su bebé tiene una intolerancia real, el profesional que atiende a su bebé podría recomendar que pruebe durante una o dos semanas una fórmula hipoalergénica (hidrolizada) diseñada para que se tolere mejor.
Si está amamantando, considere su dieta. La leche de vaca y la soja en su dieta pueden empeorar la regurgitación en bebés con intolerancia/alergia a la proteína de la leche de vaca (CMPI y CMPA). Eliminar estas proteínas puede ayudar a reducir o eliminar la regurgitación.
Pruebe un poco de avena. Por lo general, no se recomienda darles cereal a los bebés antes de los 6 meses, con una posible excepción. Los bebés y niños con disfagia o reflujo, por ejemplo, pueden necesitar que su comida sea más espesa para poder tragar de manera segura o reducir el reflujo. En respuesta a las preocupaciones con respecto al
arsénico en el arroz, la American Academy of Pediatrics (AAP) ahora recomienda a los padres de niños con estas afecciones que usen avena en lugar de cereal de arroz.Consulte
La avena: una alternativa segura para los bebés y los niños que necesitan un alimento más viscoso/espeso para obtener más información.
Vómito vs. regurgitación: ¿cuál es la diferencia?
Hay una gran diferencia entre el vómito y la regurgitación:
El
vómito es la expulsión enérgica del contenido del estómago a través de la boca. Esto normalmente implica el uso de los músculos abdominales y suele ser molesto, lo que provoca el llanto del niño.
La regurgitación es el flujo relajado del contenido del estómago hacia afuera de la boca, con frecuencia, mediante un eructo. Regurgitar no implica contracciones musculares enérgicas, expulsa solo pequeñas cantidades de leche y no angustia a su bebé ni le molesta.
¿Qué causa el vómito?
El vómito ocurre cuando los músculos abdominales y el diafragma se contraen vigorosamente mientras el estómago está relajado. Esta acción reflejo es desencadenada por el "centro del vómito" en el cerebro después de que haya sido estimulado por:
Nervios del estómago y el intestino cuando el tracto gastrointestinal está irritado o inflamado a causa de una infección u obstrucción (como en el virus estomacal)
Sustancias químicas en la sangre, como medicamentos
Estímulos psicológicos de vistas u olores perturbadores
Estímulos del oído medio (como en los vómitos causados por el mareo provocado por el movimiento)
Siempre comuníquese con su pediatra si su bebé vomita enérgicamente después de cada toma o si alguna vez hay sangre en el vómito de su bebé.Recuerde
La mejor manera de reducir la regurgitación es alimentar a su bebé antes de que tenga mucha hambre. Haga eructar a su bebé con suavidad cuando tome descansos durante las tomas. Limite el juego activo después de las tomas y sostenga a su bebé en posición vertical durante al menos 20 minutos. Siempre supervise de cerca a su bebé durante este tiempo.
Más información
Acerca del Dr. Velez Alejandro Velez, MD, FAAP es becario de gastroenterología de segundo año en el Cincinnati Children's Hospital. Está interesado en practicar la gastroenterología general con un enfoque en la motilidad y los trastornos gastrointestinales funcionales. Además, le encanta la educación médica en todos los niveles y alberga pasión por apoyar y animar a aquellos que se identifican como minorías no representadas en la medicina.
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Acerca de la Dra. Waasdorp
 Christine Waasdorp Hurtado, MD, MSCS, FAAP es miembro de la American Academy of Pediatrics y de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología Hepatología y Nutrición Pediátrica. Es profesora adjunta de Pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado y ejerce en Colorado Springs.
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