Quizás su hijo adolescente se despertó tarde y no tuvo tiempo para desayunar. O usted tuvo demasiadas dificultades y no hizo a tiempo para alimentar a sus hijos antes de que se fueran a la escuela. Tal vez su hijo se niega rotundamente a desayunar.
Es común omitir el desayuno de vez en cuando. Pero si se convierte en un hábito, su hijo se está perdiendo múltiples beneficios para su salud y bienestar e incluso para su desempeño escolar.
¿Por qué algunos niños rechazan el desayuno?
Al ser la primera comida, el desayuno proporciona a los niños la energía para comenzar el día. Sin embargo, el 13% de los niños en edad escolar omiten el desayuno. Este número se eleva a más del 27% (en promedio) para los adolescentes de 12 a 19 años. Las mujeres comienzan a omitir el desayuno antes que los hombres, y con más frecuencia.
Los niños de todas las edades tienen todo tipo de excusas para omitir el desayuno. Algunos niños son
quisquillosos con la comida. A otros niños les disgustan los alimentos tradicionales del desayuno. Y algunos niños pueden omitir las ingestas matutinas en un intento por evitar
el aumento de peso. Muchos adolescentes mayores están ocupados hasta altas horas de la noche con
tareas, actividades extracurriculares y trabajos de media jornada. Se acuestan tarde, luego se levantan y van a la escuela a las apuradas, sin reservar un tiempo para desayunar.
La biología dificulta aún más esta situación debido a que el
ritmo circadiano de un adolescente en crecimiento cambia. Incluso es natural que los adolescentes no puedan conciliar el sueño hasta las 11 p. m. o la medianoche. Luego se despiertan más tarde en la mañana, un horario que a menudo no coincide con el establecido por las escuelas. La mayoría de los niños con falta de sueño preferirían dormir 15 minutos más y luego levantarse para comer un tazón de
cereal. Además, cuando los niños no duermen lo suficiente, es posible que se despierten demasiado cansados para comer o con náuseas.
6 consejos para hacer del desayuno una comida más sencilla y saludable
Cualquier esfuerzo por hacer que el desayuno sea nutritivo será mejor que no desayunar. Aquí presentamos algunas maneras en que puede hacer un desayuno saludable para su hijo.
1. Establezca un horario para dormir más temprano
Asegúrese de que su hijo se acueste lo suficientemente temprano para levantarse a tiempo para desayunar. El
sueño es un factor crucial en la salud general de los niños, sin importar la edad.
2. Desayunar juntos en familia cuando sea posible
Idealmente, los miembros de la familia deberían desayunar juntos. Las investigaciones sugieren que las familias que comen juntas tienden a comer de manera más saludable. También les brinda a los padres la oportunidad de actuar como modelos a seguir en términos de nutrición y conductas alimentarias.
Dicho esto, tener un desayuno tranquilo con sus hijos todas las mañanas probablemente no sea un objetivo realista para la mayoría de las familias. Sin embargo, sí es posible asegurarse de tener suficiente tiempo para permitir que su hijo desayune sin apuro, especialmente para los bebés y los
infantes. Asegúrese de reservar suficiente tiempo en la mañana para la alimentación asistida y la autoalimentación.
3. Sea creativo (ir más allá de la caja de cereales)
No es necesario limitarse con las etiquetas para decidir qué alimentos son buenos para desayunar en la mañana. Piense en proteínas, frutas y
verduras, y piense creativamente.
Por ejemplo, si a su hijo no le gustan los alimentos típicos del desayuno (tales como huevos, tostadas o cereales), puede probar estas opciones:
Banana congelada: moje una banana en yogur y luego pásela por cereal triturado.
Malteadas: combine leche, fruta y hielo en una licuadora.
Bocadillo de mantequilla de maní: unte mantequilla de maní en galletas integrales, en una tortilla o en rebanadas de manzana o de jícama.
Sobras: puede servir lo que sobró de la comida de anoche. Entre las opciones más recomendables se incluye pollo o espaguetis integrales.
4. Prepare el desayuno la noche anterior
En otras palabras: planifique con anticipación. Esto podría contribuir en gran medida a tener disponible una variedad más amplia de alimentos saludables.
Por ejemplo, para preparar el desayuno la noche anterior, puede:
5. Tener preparados alimentos para llevar
Lo ideal es preparar un desayuno compuesto por los cuatro grupos básicos de alimentos y desayunar sentado. Sin embargo, si esa opción no es viable, es posible disponer de alimentos para que su hijo los lleve y desayune de camino a la escuela. Las opciones más recomendables incluyen:
Omita el
café y las
bebidas energéticas, incluso si a su hijo adolescente le gustan. El anhelo de un estímulo rápido es ciertamente comprensible. No obstante, la cafeína aumenta la
presión arterial y la
frecuencia cardíaca en los adolescentes. La leche es una bebida ideal para que los niños o adolescentes beban en el desayuno porque contiene
proteínas y otros nutrientes. La proteína ayudará a evitar que su hijo sienta hambre más tarde.
6. Mantenerse informado sobre los desayunos de las guarderías y las escuelas
Verifique las opciones de desayuno que ofrece la escuela o la guardería de su hijo. La mayoría de las escuelas ofrecen desayunos. Además, los estudios demuestran que desayunar en la escuela tiene muchas ventajas.
Por ejemplo, los niños se desempeñan mejor en las pruebas estandarizadas que aquellos niños que omiten el desayuno o desayunan en la casa. Esto podría deberse a que comen poco tiempo antes de la hora del examen. Los niños que desayunan en la escuela también exhiben una mejor asistencia y un mejor comportamiento y desempeño académico. Llegan tarde al colegio con menos frecuencia y sus calificaciones en matemáticas son más altas.
Algunos comentarios sobre los cereales del desayuno
Asegúrese de leer las etiquetas nutricionales de los cereales. Priorice los cereales integrales, que son más ricos en micronutrientes que los cereales refinados. Los cereales endulzados a menudo tienen mucha azúcar agregada. Busque cereales con menos de 10 a 12 gramos de azúcar. También deben tener al menos 3 gramos de fibra por porción. Intente añadir rebanadas de banana, durazno, arándanos o fresas para agregar sabor.Los beneficios del desayuno para los estudiantes
Los expertos coinciden en la importancia de promover el desayuno de los niños. El desayuno está asociado con muchos beneficios, tales como:
Un peso corporal más saludable
El aumento de peso y la
obesidad son un grave problema de salud pública. De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) de los Estados Unidos, casi el 21% de los niños de 6 a 12 años y más del 22% de los adolescentes de 12 a 19 años tienen
obesidad. La obesidad puede conducir a problemas de salud graves, tales como diabetes, problemas respiratorios, problemas en las articulaciones y enfermedades del
corazón.
Una revisión de estudios del 2019 que realizó la revista
Nutrients descubrió que los niños y adolescentes que no desayunan tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad. Esto podría deberse en parte a que muchos niños que omiten el desayuno tienden a comer alimentos poco saludables durante el día.
Desayunar activa el metabolismo de su hijo. Esto significa que su cuerpo comienza a quemar calorías. El desayuno también ayuda a disminuir las posibilidades de que su hijo coma en exceso durante el día (los niños que no desayunan suelen tener más hambre).
Mejor memoria, mejor atención y mejores calificaciones en sus exámenes
Los estudios demuestran que desayunar afecta positivamente el rendimiento escolar. Tienen un mejor nivel de concentración y de energía.
Los resultados de investigaciones indican que:
Los niños que desayunan la mañana antes de un examen estandarizado tienen calificaciones significativamente más altas en matemáticas, ortografía y lectura que aquellos niños que no desayunan.
Los niños que desayunan tienen una mejor función cerebral, una memoria más desarrollada y un mejor nivel de atención.
Desayunar mejora el desempeño de los niños en pruebas de vocabulario, problemas matemáticos y tareas mentales desafiantes. También ayuda a los niños a lidiar mejor con la frustración.
Una mejor nutrición y salud general
Los niños que omiten el desayuno parecen tener más probabilidades de desarrollar ciertas condiciones metabólicas, tales como niveles altos de azúcar en sangre, niveles anormales de colesterol y exceso de grasa en la cintura. Estas condiciones aumentan el riesgo de diabetes, accidentes cerebrovasculares y enfermedades del corazón.
Los niños que desayunan gozan de mejor salud general. Esto podría deberse a los tipos de alimentos que normalmente consumen. El desayuno le brinda la oportunidad de reforzar la alimentación de su hijo con algunos nutrientes clave que su hijo podría no ingerir durante el resto del día, tales como:
Fibra
El desayuno es un buen momento para consumir fibra en forma de cereales y panes integrales. La fibra puede ayudar con el control del peso y el estreñimiento. También ayuda a prevenir enfermedades cardíacas y diabetes y reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Calcio y vitamina D
El desayuno también es una buena manera de fomentar el consumo de
calcio y
vitamina D para el desarrollo óseo de su hijo. Los niños entran en su etapa máxima de desarrollo óseo en la adolescencia. Continúan desarrollando su estructura ósea hasta los 20 años de edad. La vitamina D también podría optimizar la inmunidad y ayudar a controlar la depresión.
La mejor manera de obtener vitamina D es a través de alimentos. Los cereales para el desayuno, la leche y el yogur están fortificados con vitamina D y son excelentes opciones para la ingesta matutina.
Los huevos y los pescados grasos (como el salmón) también son excelentes fuentes de vitamina D.
Recuerde
Si tiene alguna inquietud sobre la dieta y la salud de su hijo, hable con su pediatra.