Por Rebecca Baum, MD, FAAP & Jeffrey Shahidullah, PhD
Tiempo. Todos desearíamos tener más. Esto se duplica para los padres ocupados que ayudan a sus preadolescentes y adolescentes a aprender tareas cotidianas que respaldan la buena salud y la autosuficiencia.
En un mundo ajetreado, hacer buen uso del tiempo puede reducir el estrés y fomentar la confianza en uno mismo. Esto hace que la gestión del tiempo sea una de las muchas herramientas que pueden favorecer la buena salud mental y el bienestar de niños y adolescentes. Si su hijo adolescente ya está lidiando con ansiedad, depresión, TDAH o cualquier otra afección de salud mental, es posible que sienta la necesidad urgente de ayudarlo a usar el tiempo de manera inteligente para que haya suficiente espacio para la relajación y el cuidado personal. Aquí hay algunas sugerencias que pueden ayudar.
Primero, una pequeña perspectiva sobre el cerebro en crecimiento de su hijo
Si parece que su hijo
adolescente vive en un espacio mental diferente al suyo, tenga la seguridad de que sus observaciones son acertadas. Buenas noticias: esto también es perfectamente normal. El cerebro humano continúa desarrollándose hasta al menos los 25 años, y los lóbulos frontales, que gobiernan capacidades como la planificación, la memoria de trabajo y el control de los impulsos, son los que tardan más en madurar. De hecho, las investigaciones confirman que esta área del cerebro podría no estar completamente desarrollada hasta la mitad de la tercera década de la vida.
Saber esto podría explicar por qué el sentido del tiempo y las prioridades de su hijo son tan diferentes a los suyos. Literalmente, están creciendo hacia una conciencia de cómo manejarse a sí mismos y afrontar las tareas diarias, todo mientras experimentan desafíos hormonales, pérdida de sueño y la turbulencia social que enfrentan todos los jóvenes, alimentada por las
redes sociales y muchos otros factores.
Las presiones que enfrentan los adolescentes y cómo la gestión del tiempo generan resiliencia
Probablemente haya oído mucho sobre la actual
crisis en la salud mental de los jóvenes. Según una investigación publicada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), casi el 20% de los niños y adolescentes de entre 3 y 17 años en los EE. UU. viven con trastornos mentales, emocionales, del desarrollo o del comportamiento. Al menos un tercio de todos los estudiantes de secundaria dicen que se sienten tristes o desesperanzados al menos parte del tiempo, y estos sentimientos son aún más prevalentes entre los niños de ascendencia hispana y aquellos que se identifican como mujeres o
LGBTQ+.
¿Cómo encaja nuestra conciencia de desafíos como estos con nuestro deseo de ayudar a los niños a aprender habilidades de adaptación como la gestión del tiempo? En primer lugar, nos ayuda a darnos cuenta de que el paisaje interior de cada niño es diferente. Muchos sienten una presión abrumadora por obtener buenas calificaciones, encajar socialmente o alcanzar un estándar particular de excelencia en actividades competitivas como los deportes, mientras que otros sufren de baja motivación que podría indicar
ansiedad o
depresión. Muchos viven con los efectos erosivos del
racismo, la discriminación o el acoso. Los niños con
TDAH,
trastornos de conducta o
condiciones de salud crónicas a menudo se sienten fuera de sintonía con sus compañeros, lo que puede dañar su autoestima de muchas maneras.
Es importante tener en cuenta los desafíos únicos de su hijo, porque no debe presentar la gestión del tiempo como una montaña más que espera que escale. En cambio, puede describirla como una habilidad que les resultará empoderadora para manejar las presiones que enfrentan todos los días.
Usar el tiempo de manera inteligente también deja espacio para el
cuidado personal que ayuda a su adolescente a mantener un equilibrio saludable.
10 sugerencias para ayudar a los niños a desarrollar hábitos de tiempo saludables
Aquí hay algunas maneras de alentar a su hijo preadolescente o adolescente a tomar el control de su propio tiempo. Estas sugerencias pueden ayudarle a aprovechar las metas y las motivaciones internas de su hijo. ¿Quieren menos problemas con los deberes y más tiempo libre? ¿Menos miedo cuando se levantan para hablar en clase o se postulan para su primer
trabajo? Ayudarlos a utilizar el tiempo de forma inteligente puede brindarles la confianza y el alivio del estrés que buscan.
1. Ayúdelos a ver el tiempo como un recurso esencial
A estas alturas, su hijo ya ha aprendido algo sobre cómo ahorrar y gastar. Si quiere esa nueva patineta o ese atuendo de fiesta, tendrá que decir "no" a otros gastos. Aproveche esta base de conocimientos explicando que la gestión del tiempo funciona de la misma manera. Necesita priorizar las tareas que conducen directamente a los resultados que desea.
2. Céntrese en los sistemas, no en los recordatorios
Su objetivo es ayudar a su hijo a administrar el tiempo por sí solo, en lugar de jugar a controlar el tiempo para él. Los recordatorios constantes de que el tiempo se acaba no les ayudarán a pensar ni a planificar el futuro. En su lugar, desafíe a su hijo a idear formas creativas de recordar tareas y cronogramas específicos. Puede ser difícil morderse la lengua cuando pierden el autobús (¡otra vez!), pero los fracasos modestos fortalecerán su conciencia del tiempo y su determinación para seguir adelante.
3. Déjelo elegir las herramientas
En lugar de pedirle a su hijo que utilice un sistema específico de planificación o seguimiento del tiempo, pregúntele de qué herramientas ha oído hablar o le gustaría probar. Existen muchos programas, libros de trabajo y aplicaciones excelentes. Darle a su hijo la oportunidad de elegir el que prefiera generará aceptación para utilizar el sistema que seleccione.
4. Utilice tareas urgentes como experiencias de enseñanza
Refuerce los hábitos que conducen a una buena gestión del tiempo asignando tareas en casa basadas en el tiempo. Por ejemplo, podría poner a su hijo a cargo de llevar los contenedores de reciclaje a la acera todos los martes a las 8 de la mañana. Pregúntele: "¿Cuál es tu estrategia para recordar esta tarea cada semana?" Hágale saber que confía en él y muéstrele su agradecimiento cuando lo logre.
5. Ayúdelo a dividir los grandes objetivos en partes manejables
Muchos niños (¡y adultos!) se sienten abrumados cuando enfrentan objetivos importantes, especialmente cuando hay mucho en juego. (Piense en las fechas límite de solicitud de ingreso a la universidad o en los grandes exámenes que determinan la calificación de todo un semestre). En lugar de dejar que las fechas límite inminentes los estresen a ambos, ayude a su hijo adolescente a trazar metas más pequeños y establezca un cronograma flexible para completarlas. Pregunte sobre los puntos conflictivos que este objetivo en particular le plantea y escuche con la mente abierta. Mostrar compasión por sus preocupaciones no significa que hará el trabajo por él, sino que confirma que las grandes tareas pueden ser difíciles para cualquiera y que usted está ahí para apoyarlo en el camino.
6. Ofrezca
elogios significativos
Describa lo que ve cuando su hijo adolescente administra el tiempo de manera efectiva.
"Esta semana noté que hiciste tu tarea lo suficientemente temprano como para relajarte un poco antes de acostarte y pareces menos estresado. ¡Buen trabajo!" Pregúntele cómo se siente cuando las tareas se realizan en el momento oportuno. Ayudarlo a ser testigo de la diferencia entre la lucha y el
éxito fortalecerá los hábitos saludables.
7. Deje espacio para los contratiempos
Cuando su hijo adolescente posponga las cosas, pierda el tiempo o esté tan absorto en una tarea que no haga nada más, invítelo a aprender de la experiencia. La culpa y la vergüenza son menos eficaces que recordarles que mañana es un nuevo día (y una nueva oportunidad de volver a intentarlo).
8. Ayúdelo a limitar el tiempo en línea
Su hijo adolescente podría perder horas en las redes sociales o los videojuegos a menos que usted le introduzca hábitos saludables. La American Academy of Pediatrics ofrece un
plan de consumo de pantallas para la familia que lo ayuda a establecer estándares para todos los miembros del hogar. Esto refuerza la idea de que tanto los adultos como los niños necesitan gestionar el uso de los dispositivos digitales.
9. Comparta sus propias experiencias
Modelar una gestión inteligente del tiempo le brinda a su hijo la oportunidad de ver de primera mano cómo estos hábitos alivian el estrés y promueven el equilibrio emocional. Comience con ejemplos simples:"Si quiero tomar ese vuelo temprano mañana, será mejor que haga las maletas inmediatamente después de cenar". También puede describir momentos en los que no pensó en el futuro y cuánto más difícil fue cuando se sintió apresurado y ansioso. No dude en reírse de sus propios errores. Está ayudando a su hijo a descubrir el valor de una buena planificación y la importancia del perdón a sí mismo. En un mundo agitado, esa es una perspectiva saludable que todos podemos adoptar.
No olvide que también puede pedir apoyo a otros adultos. Descubra si los profesores y entrenadores de su hijo utilizan algún método particular para organizar el trabajo escolar, las prácticas deportivas y otras actividades. Estos podrían servir como modelos que su hijo puede aprovechar. Las palabras de aliento de mentores, familiares y otros adultos de confianza serán de gran ayuda para que su hijo se sienta orgulloso del progreso que está logrando.
10. Incorpore un par de momentos de planificación con sus hijos cada semana
Utilice este tiempo para repasar horarios, tareas y fechas de entrega. Tenerlos incorporados regularmente en el horario puede ayudar a los adolescentes a evitar la sensación de que los padres los están rondando, presionándolos o microgestionándolos. Mantenga las
reuniones familiares breves y agradables. El objetivo es lograr un equilibrio entre brindarles a los adolescentes espacio y autonomía y, al mismo tiempo, tener algunos puntos de contacto regulares con usted para su supervisión.
Más información:
Rebecca A. Baum, MD, FAAP es pediatra conductual del desarrollo en University of North Carolina School of Medicine y miembro del Comité Ejecutivo del Consejo de Desarrollo Saludable, Mental y Emocional de la American Academy of Pediatrics. La Dra. Baum es coautora del libro de la American Academy of Pediatrics,
Mental Health Strategies for Pediatric Care.
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Jeffrey D. Shahidullah, PhD es psicólogo pediátrico en UT Health Austin y profesor asistente en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de Dell Medical School en University of Texas de Austin. Es coautor del libro de la American Academy of Pediatrics,
Mental Health Strategies for Pediatric Care.
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