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Vida sana

Cómo hablar de salud mental con su hijo y el pediatra

Por Jeffrey D. Shahidullah, PhD y Rebecca A. Baum, MD, FAAP

Los niños, los adolescentes y las familias atraviesan tiempos complejos. A veces puede ser difícil saber si es el estrés cotidiano lo que nos está afectando o cuándo puede estar sucediendo algo más serio. En cualquier caso, hablar con el pediatra de su hijo es un buen punto de partida.

Cómo comenzar la conversación

Muchos pediatras examinan los problemas de salud mental en los chequeos médicos del niño saño. El médico puede hacerle preguntas a su hijo o pedirle que complete un cuestionario que verifica cómo le está yendo. A medida que su hijo crece, es importante que tenga la oportunidad de hablar en privado con su pediatra. Esto también les permite practicar el diálogo con el médico, que es una habilidad que necesitarán como adultos jóvenes.

Como padre, también puede plantear inquietudes sobre la salud mental de su hijo, ya sea en chequeo médico regular o cuando surjan inquietudes. A menudo es una buena idea hablar con su hijo con anticipación. Considere comenzar la conversación asegurándole: "Me preocupo por ti y quiero asegurarme de entender cómo te sientes. Tu médico es alguien que puede ayudar".

Qué buscar en su hijo menor o adolescente

Es normal que su hijo experimente pensamientos, sentimientos y emociones difíciles. Cuando estos problemas ocurren más de lo habitual y comienzan a obstaculizar el funcionamiento normal, podría ser una señal de algo más serio.

A continuación, se citan algunas señales que pueden indicar la necesidad de apoyo adicional.

  • Sentirse "nervioso" o "agitado" la mayor parte del tiempo

  • Preocuparse por cosas sin motivo o tener pensamientos negativos que son difíciles de controlar

  • Sensación de pánico o síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores de estómago, respiración acelerada, ritmo cardíaco acelerado o diarrea

  • Evitar actividades por miedo o ansiedad

  • Cambios en los hábitos de sueño (dificultad para dormir o cansancio durante el día)

  • Cambios en los hábitos alimenticios (comer demasiado o muy poco)

  • Ser rápido para renunciar a tareas desafiantes

  • Lidiar con el trabajo escolar

  • Pasar más tiempo solo

  • Sentirse triste o irritable

  • Sentirse culpable por las cosas

  • Hablar de muerte o suicidio

Cómo puede ayudar el pediatra de su hijo

Hable con el pediatra de su hijo si ha notado signos o síntomas que le preocupan. Incluso si se está preguntando si algo es "normal" para el nivel de desarrollo de su hijo, el pediatra de su hijo es una fuente ideal de apoyo. También puede hablar con el personal de enfermería o realizar una consulta de telesalud.

El pediatra de su hijo también puede ayudarlo a decidir si hablar con un profesional de la salud mental puede ser una buena idea. Puede ayudar a determinar además, qué problemas se pueden abordar en su consultorio o cuándo ver a otros profesionales de salud mental, como un psicólogo, un psiquiatra, un trabajador social o un consejero profesional autorizado.

¿Qué más pueden hacer los padres?

Aunque los problemas de salud mental son comunes, a veces acarrean un estigma en nuestra sociedad. Ayude a combatir este estigma haciéndole saber a su hijo que lo ama y lo apoya, sin importar cómo se sienta. Hágale saber que todos a veces lidiamos con problemas y que hay ayuda disponible.

Al igual que con otras afecciones, el pediatra de su hijo es una fuente confiable de información que puede ayudarlo a usted y a su hijo en momentos difíciles.

Más información

Sobre los autores

Jeffrey D. Shahidullah, PhD, es psicólogo pediátrico en UT Health Austin y profesor asistente en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Texas en Austin.

Rebecca A. Baum, MD, FAAP es pediatra del desarrollo conductual en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte y miembro del Comité de Aspectos Psicosociales de la Salud Infantil y Familiar de la AAP.

Última actualización
12/17/2021
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright © 2021)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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