Por Patti Ideran, OTR/L, CEIM y Mark Fishbein, MD, FAAP
En las conversaciones sobre ayudar a los bebés a que aprendan a quedarse dormidos por sí solos, es posible que escuche que se menciona mucho la “autorrelajación". A veces, el término se puede interpretar como que un padre haga que su bebé “llore hasta cansarse" o ignore sus llantos. Esto no es para nada cierto.
Dejar que los bebés aprendan estrategias calmantes les proporciona una habilidad importante para la vida. Dar el ejemplo y enseñar a los bebés buenas habilidades para afrontar situaciones desde el principio les ayuda a convertirse en niños felices y bien adaptados.
Secuencia de las técnicas de relajación
Enseñarle a su bebé a autorrelajarse implica una curva de aprendizaje tanto para usted como para él. Si su bebé está extremadamente irritable, por ejemplo, es posible que tenga hambre (y, por lo tanto, debe alimentarlo) o que esté muy cansado (y, por lo tanto, debe tratar de ayudarlo a dormir). Si cree que su bebé siente dolor, debe ocuparse de eso.
Si descartó todas estas opciones y ya alimentó a su bebé y lo cambió, y su bebé está descansado pero fastidioso, entonces puede probar una secuencia de técnicas calmantes (ver más abajo).
Con demasiada frecuencia, cuando su bebé está llorando (¡que puede parecer que es todo el tiempo!), es posible que tenga el instinto de alzarlo inmediatamente. En lugar de eso, la próxima vez, intente tomar tiempo y hacer cosas que le permitan conocer más a su bebé y saber qué necesita. Pruebe cada técnica lentamente y haga una pausa para ver cómo reacciona su bebé: ambos aprenderán qué les resulta útil y qué no.
Qué técnicas puede probar
El orden de la secuencia es importante porque usted hará menos al principio al usar solamente su voz, y más al final, donde tendrá a su bebé en brazos y, posiblemente, lo alimentará. El objetivo es que su bebé se calme con menos intervención de su parte, y que usted deje de tener a su bebé en brazos todo el día, algo que sucede con frecuencia con los bebés fastidiosos.
Secuencia del método para CALMAR al bebé:
Mire a su bebé y deje que él vea sus ojos.
Mírelo y háblele.
Ponga una mano sobre su estómago o pecho.
Sostenga los brazos de su bebé juntos sobre su cuerpo o flexione sus piernas y llévelas hacia su estómago.
Cambie la posición de su bebé haciéndolo rodar para que esté de costado.
Alce a su bebé y sosténgalo en sus brazos o apóyelo sobre su hombro (¡pero todavía no se mueva!).
Sostenga a su bebé y mézalo.
Envuelva a su bebé en una manta y mézalo.
Colóquele un chupete en la boca (o ayúdelo a que se lleve la mano o el pulgar a la boca para que la/lo succione). También puede probar esto en un momento anterior de la secuencia si a su bebé le gustan los chupetes.
Aliméntelo si cree que esto será de ayuda.
Otras estrategias calmantes para ayudar a calmar a su bebé
Otras estrategias que puede incorporar incluyen masajear su espalda mientras lo sostiene, cantarle, caminar con él y usar ruido blanco. Cuando los bebés están extremadamente fastidiosos, tendemos a probar muchas cosas para ayudar a que se calmen. Pero, a veces, esto significa que sumamos más estimulación a un sistema sensorial que ya está abrumado, y esto puede ser contraproducente.
Quizás lo alce en brazos, camine con él, cambie de posición, le dé palmaditas, cante, se lo pase a su pareja, por ejemplo, y esto es demasiado estímulo. Algunos padres con los que hemos trabajado eligen una estrategia intensa, como sentarse en una pelota de gimnasia y rebotar. Sin embargo, esto es riesgoso, ya que el control de la cabeza de su bebé puede no ser lo suficientemente fuerte como para soportar este movimiento intenso o usted podría caerse accidentalmente de la pelota con su bebé en brazos.
Dele tiempo a su bebé para que se tranquilice
Cuando los bebés están inconsolables, recomendamos a los padres que prueben una estrategia (1 o 2 estímulos sensoriales) durante unos 5 minutos antes de pasar a la siguiente. Esto puede parecer mucho tiempo, pero le permite a su bebé procesar las sensaciones y le da tiempo para tranquilizarse. Una posición excelente para que pruebe es la posición de cortina sobre el brazo o “colgante" (en la que usted sostiene al bebé sobre su antebrazo enfrentado al piso, con su cabeza cerca de su codo y apoyada en su mano). Puede tardar un par de minutos y, a veces, el llanto puede escalar antes de que comience a calmarse.
Otras cosas que puede intentar incluyen ponerse de pie y sostener a su bebé firmemente en sus brazos mientras este succiona un chupete, o calmarlo con el sonido “shhh" o darle palmaditas, y envolverlo en una manta y mecerlo. Lo importante es que no intente implementar todas las estrategias a la vez o una después de la otra demasiado rápido; si lo hace, ¡sobreestimulará al bebé!
También puede intentar disminuir la intensidad de la interacción: hablar en voz más baja, moverse más lentamente y hacer menos gestos con su cara. Intente mantener un método durante cinco minutos: si no ayuda a que su bebé se calme, pase a una estrategia diferente y manténgala por cinco minutos. Cuando pruebe una estrategia, dele una buena oportunidad antes de rendirse. Cada vez que su bebé llore, pruebe la estrategia y hágalo durante al menos un día para ver si ayuda a lograr un cambio en su bebé. Si siente que una determinada estrategia funciona a veces, pruebe esa estrategia primero.
La constancia es fundamental a la hora de intentar establecer ciertas conductas. Es posible que su bebé no deje de estar fastidioso inmediatamente. Pero cuando usted usa la estrategia cada vez que su bebé llora, es posible que este se vaya acostumbrando a ella y se calme más rápidamente con el paso del tiempo. Recuerde que uno de los padres puede tener una estrategia que funciona mejor para él o ella, mientras que el otro tiene una estrategia diferente que le resulta más útil, ¡y esto está perfecto!
Su bebé en crecimiento
A medida que los bebés crecen, su llanto cambia, y las estrategias que usted utiliza para ayudarlo a calmarse también deberían cambiar. A veces, los padres encuentran una estrategia que funciona bien con su bebé, como hacer sentadillas con su bebé en brazos, ¡que es mucho más difícil de hacer con un bebé más grande y pesado! Los padres tienden a seguir usando las estrategias que funcionaron alguna vez y pueden ser reacios a probar algo distinto por temor a que no funcione. Los bebés pueden volverse demasiado grandes para una mecedora, o puede que sea más difícil para un padre rebotar con su bebé en brazos mientras está sentado en una pelota de gimnasia a medida que el bebé aumenta de peso, o incluso puede arriesgarse a sufrir una caída si lo hace. Esté abierto a detectar cuándo es momento de probar algo distinto que pueda ser más adecuado o seguro para su bebé a medida que crece.
Busque ayuda cuando la necesite
No dude en hablar con su pediatra. Si usted y su bebé todavía están frustrados, hay más recursos que pueden ser útiles. Considere ponerse en contacto con un terapeuta ocupacional pediátrico que se especialice en el tratamiento de bebés, un especialista en salud mental infantil o un psicólogo del desarrollo pediátrico. Estos profesionales pueden ayudarle a comprender a su bebé, ayudarle a aprender a entender sus señales y ayudarle a promover la autorregulación. Entreviste a estos profesionales para asegurarse de que tengan la experiencia profesional que busca para tener la mayor probabilidad de éxito.
Más información
Sobre la Dra. IderanPatti Ideran, OTR/L, CEIM, ha trabajado en el campo de la terapia ocupacional pediátrica durante más de 35 años. Se ha centrado específicamente en el tratamiento de bebés y niños pequeños en los últimos 15 años. Está certificada en Observaciones del Comportamiento del Recién Nacido (NBO, por sus siglas en inglés) del Instituto Brazelton, es educadora certificada de masaje infantil (CEIM) y es maestra certificada de yoga para bebés y niños pequeños. También está certificada en el enfoque de tratamiento del neurodesarrollo.
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Sobre el Dr. FishbeinMark Fishbein, MD, FAAP, es gastroenterólogo pediátrico en el Hospital de Niños Ann and Robert H. Lurie de Chicago. Es miembro de la facultad de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. Es director médico de la Clínica de Trastornos de la Deglución y Alimentación Pediátrica del Hospital Central DuPage. Es coautor de Food Chaining: The Proven 6-Step Plan to Stop Picky Eating, Solve Feeding Problems, and Expand Your Child's Diet.
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