A medida que los niños se convierten en "daños colaterales" ---o blancos directos-- en la guerra y en zonas de conflictos en todo el mundo, los pediatras de la nación trabajan para crear mayor conciencia y protecciones durante la conferencia nacional del 2018.
ORLANDO, Florida - Los niños están siendo asesinados y heridos en los conflictos armados todos los días en todo el mundo; sin embargo, no se sabe el número afectado, y sus voces permanecen silenciadas.
La American Academy of Pediatrics (AAP), buscando una mejor conciencia sobre el daño inmediato y a largo plazo que se le está ocasionando a los niños afectados por la guerra y los conflictos bélicos, presentará su primera declaración de política sobre el tema, titulada, "Los efectos de los conflictos armados en los niños" (en inglés) durante la Conferencia y Exposición Nacional del 2018 en Orlando, Florida.
La declaración de política y el
informe técnico
anexo serán publicados en el número de diciembre de 2018 de
Pediatrics.
Una conferencia de prensa se ha programado para el lunes, 5 de noviembre, donde se presenta a Jeffrey Goldhagen, MD, MPH, FAAP, uno de los autores de los informes. Julie Linton, MD, FAAP también tratará sobre la actual crisis y la forma como los niños inmigrantes
en los Estados Unidos están siendo detenidos en los centros de detención
y separados de sus familias.
"Los niños hoy en día no sólo se consideran daño colateral en algunas zonas de guerra, sino que están siendo los objetivos directos de los ataques, y son explotados y enlistados para participar en el conflicto", dijo el Dr. Goldhagen. "El impacto del conflicto armado en los niños es uno de los problemas fundamentales de la salud infantil que afectan a los niños mundialmente. Debemos luchar por los niños en los conflictos que, para muchos de ellos, empezaron mucho antes de que ellos nacieran.
La AAP sabe que niños de todas las edades, incluyendo los niños en edad preescolar, sufren de forma directa e indirecta por los conflictos armados, que se definen como una disputa organizada que involucra el uso de armamento, violencia y fuerza. A los conflictos armados se les considera una causa del estrés tóxico y un factor determinante en la salud del niño.
"Los efectos del conflicto armado en la salud y el bienestar del niño son una de las mayores violaciones de los derechos del niño en el siglo XXI", dijo Ayesha Kadir, MD, MSc, FAAP, y autora principal. "Sin embargo, tenemos muy poco conocimiento de la escala del problema y lo que significa para ellos en corto y largo plazo, o cómo podemos protegerlos y promover su salud. Debemos priorizar la investigación de los niños y sus familias, y colaborar entre todos los sectores para identificar cómo podemos ayudar mejor a los niños y a las familias, no solo durante el periodo de la exposición al conflicto armado o a la guerra, sino también en los años posteriores.
Los niños expuestos a conflictos armados, ya sea directa o indirectamente, sufren índices más altos de trastornos de estrés postraumático, depresión,
ansiedad y otros problemas de salud mental. Es de notar que los niños de las familias militares de los Estados Unidos que son desplegados tienen mayores índices de problemas emocionales y de comportamiento, y de problemas de abuso de sustancias que los niños de la población general. Sin embargo, la AAP señala que los niños tienen resiliencia y recomienda que se les permita a los niños que intercedan por sí mismos y participar en la creación de políticas y programas que los puedan ayudar a ellos y a sus comunidades.
"Queremos evitar ver a los niños como víctimas indefensas, pero hay que reconocer el trauma que los niños y su familias han sufrido", dijo Sherry Shenoda,MD, FAAP, autora principal. "Los médicos también pueden ayudar a disminuir la presión de sus padres, ya sea con referidos a servicios de salud mental o indicándoles dónde queda un banco de alimentos cercano".
La AAP también recomienda que:
Los profesionales de la salud deben colaborar con los grupos locales de reasentamiento de refugiados, escuelas, y otras organizaciones de la comunidad para ayudar a brindar atención médica, representación legal y otras necesidades para integrarse a su comunidad.
Los niños afectados por el conflicto armado, incluyendo a aquellos que han sido desplazados o que pertenecieron en el pasado a grupos o fuerzas armadas, deben ser protegidos de toda forma de tortura y privación de la libertad.
Los niños que huyen del conflicto armado se les debe permitir pedir asilo y deben ser evaluados para detectar evidencia de trata de personas.
Los niños de todas las edades afectados por el conflicto deben tener acceso a oportunidades de educación en un ambiente sano y propicio.
Los niños no deben ser separados de sus familias durante el desplazamiento o asentamiento.
"Los pediatras y todas las personas que se preocupan por la salud y el bienestar de los niños deben movilizarse para abordar este tema mundial", dijo el Dr. Goldhagen. "Los niños deben ser tenidos en cuenta".
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