Por Dra. Rebekah Fenton, MD, FAAP
Cuanto más conocemos sobre los efectos del
estrés en el cuerpo y en la mente, más valoramos la importancia de ayudar a los niños a aprender habilidades de afrontamiento a una edad temprana.
Los padres y cuidadores de adolescentes suelen consultarme sobre cómo brindar apoyo a sus hijos en el manejo de las presiones de un mundo complicado. La buena noticia es que las familias pueden tener un impacto enorme en la forma en la que los adolescentes experimentan y afrontan el estrés.
A continuación, le brindamos sugerencias para hacer del cuidado personal una prioridad familiar y, al mismo tiempo, apoyar la exploración personal del adolescente para que descubra qué es lo que mejor le funciona.
1. Inicie una conversación familiar sobre estrés y salud
Los adolescentes se preocupan por su privacidad e independencia, por lo tanto, habrá ocasiones en las que traten de esconder señales que indiquen que están bajo estrés. Sin embargo,
estudios recientes (en inglés) (y nuestras propias observaciones) sugieren que muchos adolescentes sienten una gran presión para tener un buen desempeño en la escuela, en los deportes y en las actividades extracurriculares, para encajar con los demás o para verse de una determinada manera. Muchos sufren
acoso,
racismo o discriminación, lo que puede desencadenar efectos graves en su salud mental y física.
Los estudios (en inglés) sugieren que el uso de las redes sociales puede incrementar estas presiones y aumentar los riesgos de depresión, ansiedad,
uso de sustancias y otros problemas de salud graves.
(Consulte "Las redes sociales y la salud mental de su hijo".)
El primer paso para ayudar al adolescente a sobrellevar el estrés es hacer que la salud mental sea un tema abierto en su familia. Si los niños tienen en cuenta que está BIEN decir
que no están bien, se sentirán seguros al compartir lo que está sucediendo en sus vidas. Los padres y cuidadores que escuchan sin juzgar hacen preguntas abiertas y expresan empatía y apoyo pueden construir la confianza y el entendimiento que necesitan los adolescentes para manifestar sus preocupaciones y pedir ayuda.
También puede visitar
el canal de YouTube de la AAP para encontrar una serie de videos en inglés y español sobre salud mental para adolescentes. Los videos abordan temas que incluyen la depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios, las autolesiones y otros temas. Compártalo con un ser querido.
2. Convierta el cuidado personal en un asunto familiar
En un mundo lleno de estrés, desarrollar la
resiliencia es un asunto de salud familiar. Puede brindarle apoyo al adolescente al establecer rutinas que todos puedan seguir. A continuación, le mostramos algunas ideas buenas que se centran en prácticas que ayudan a todos los seres humanos a sentirse mejor.
Descanso saludable.
La falta de sueño debilita nuestra habilidad para lidiar con las presiones del día a día y muchos adolescentes (¡y adultos!) no duermen ni cerca de lo suficiente. Trabaje con el adolescente para crear rutinas a la hora de dormir que mejoren la relajación y la calma, a fin de conseguir
al menos 8 horas de sueño reparador.
Comidas sabrosas y nutritivas para disfrutar juntos. La charla que surge mientras cocinan, ponen la mesa o comen juntos puede fomentar la conexión (y lo ayudan a detectar señales de que su hijo adolescente necesita apoyo adicional). La hora de la comida también le da la oportunidad de hablar sobre el superpoder que tiene la comida saludable para vencer al estrés y aportar nutrientes esenciales. Para obtener iniciadores de conversación, visite
MyPlate.gov (en inglés).
Actividad física. Está probado que el
ejercicio regular libera tensiones, eleva el ánimo y mejora el sueño. Los padres que disfrutan de un deporte o actividad pueden invitar a sus hijos a participar, mantener la competencia amistosa y enfocarse en la diversión. Las familias que nadan, corren, juegan, esquían, patinan o caminan juntas obtendrán los beneficios de un estilo de vida activo.
Uso saludable de los medios de comunicación. La tecnología vino para quedarse, pero hay cada vez más evidencia de que debemos usarla a consciencia. Esta
herramienta en línea de la American Academy of Pediatrics (AAP) puede ayudarle a crear un plan de consumo de pantallas de la familia basado en sus intenciones en torno a los dispositivos digitales y el contenido para enforcarse en cuestiones tales como la seguridad, la privacidad, la amabilidad, la compasión y otros objetivos compartidos.
3. Aliente al adolescente a construir una caja de herramientas de cuidado personal
El cuidado personal puede ser prácticamente cualquier cosa que nos calme y nos relaje. Apoye la independencia del adolescente al alentarlo a buscar maneras de relajarse que le funcionen.
Aquí hay una lista de opciones para que ambos comiencen. Muchas de estas técnicas ayudan a evocar la "respuesta de relajación", la forma natural de nuestro cuerpo de recuperarse del estrés.
Respiración profunda
Imágenes guiadas
Meditación
Yoga
Masajes
Baile
Dibujo, pintura, escultura y otras artes visuales
Tejidos, crochet, abalorios y otras artesanías
Abrazos y cuidados de
mascotas
Senderismo y caminatas por la naturaleza
Música (ya sea escuchar o tocar)
Uso de un diario íntimo
Voluntariados, tutorías o cualquier actividad que ayude a los demás
Estas actividades pueden ser individuales o algo que al adolescente le guste hacer con otras personas. También tenga en cuenta que estas actividades no son muy costosas. El adolescente puede comenzar a practicarlas mediante aplicaciones gratuitas o de bajo costo, videos en línea o cursos comunitarios.
4. Refuerce las perspectivas saludables que respalden el bienestar del adolescente y la familia
El estrés a menudo proviene de fuentes externas, pero nuestras propias creencias y actitudes también pueden alimentar nuestras ansiedades. Puede ayudar al adolescente ofreciéndole perspectivas saludables y estimulantes, tales como:
No existe la
perfección. Comparar nuestras vidas (cuerpos, carreras o relaciones) con las de otros puede aumentar la depresión, la ansiedad y la baja autoestima. Ayudar al adolescente a construir un contexto saludable para las imágenes y videos deslumbrantes que ven en las redes sociales (y de hecho, en casi todos lados) respaldará su salud.
La cultura de la productividad no es saludable ni realista. La narrativa popular nos cuenta que tenemos que estar siempre "activos" para ser exitosos, pero en realidad nuestros cerebros y cuerpos necesitan descansar para funcionar bien. Hágale saber al adolescente que el éxito a largo plazo proviene de prácticas saludables como las que desarrolla actualmente.
La terapia es para todos. Existe un creciente reconocimiento de que la terapia de conversación puede beneficiar a todos los que deseen desarrollar la resiliencia y lidiar con el estrés de manera más efectiva. Conversar con un psicoterapeuta (ya sea en persona o en línea) puede ser un valioso complemento para nuestra caja de herramientas de cuidado personal.
Sentirse preparado ayuda a mitigar el estrés. La práctica con anticipación puede ayudarnos a lidiar con tareas estresantes, tales como dar una charla o tener una entrevista para un trabajo. Otra manera de sentirnos preparados para los desafíos de la vida es desarrollar habilidades de comunicación saludables que nos ayuden a defendernos sin ansiedad ni culpa.
Se puede responder al diálogo interno negativo. Cuando una voz interna dice "mi vida es la peor", puede ser útil imaginar las cosas tomando un rumbo muy diferente con un poco de esfuerzo y ayuda. Este hábito sencillo puede marcar una verdadera diferencia a la hora de revertir los pensamientos negativos que pueden erosionar nuestro bienestar.
Estamos juntos en esto.
El estudio más largo del mundo sobre la felicidad (en inglés) muestra que las relaciones cercanas son el secreto para una vida feliz y saludable. Anime al adolescente a buscar amigos y mentores que potencien el círculo de fortaleza que los rodea. Hágale saber que pedir ayuda cuando se sienta mal es otra forma esencial de cuidarse a sí mismo y a su salud a largo plazo.
Más información
Acerca de la Dra. Fenton
Rebekah Fenton MD, MPH, FAAP es una pediatra general y especialista en medicina adolescente que vive y ejerce en Chicago. Se destaca como líder emergente en la medicina centrada en la equidad en salud gracias al cuidado entusiasta de los jóvenes marginados, su promoción basada en el discurso y la escritura, y su liderazgo innovador.
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