¿Qué es el estrés?
El
estrés es la incomodidad que sientes cuando estás preocupado, asustado, enojado, frustrado o abrumado. Es provocado por las emociones, pero también afecta tu estado de ánimo y tu cuerpo. Muchos adultos creen que los adolescentes no se estresan porque no tienen que trabajar y sostener una familia. ¡En realidad, no entienden la situación y están equivocados!
¿Qué causa el estrés?
El estrés proviene de diversas personas y situaciones.
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De tus padres. "No me decepciones, limpia, date prisa, termina esto, haz tu tarea, intenta entrar al equipo, practica tu música, preséntate a una prueba para la obra de la escuela, haz tu mejor esfuerzo, no te metas en problemas, haz más amigos, ni se te ocurra probar las drogas".
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De tus amigos. "Cómo te fue en el examen, prueba esto, demuestra que no eres un perdedor, no andes con ellos, no te pongas eso".
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Incluso de ti mismo. "Tengo que bajar de peso, trabajar mis músculos, usar la ropa adecuada, obtener mejores calificaciones, marcar más goles, demostrarle a mis padres que ya no soy un niño".
Y de
- Ver a tus padres pelearse.
- Resolver cómo ser
independiente.
- Sentir la presión de obtener buenas calificaciones.
- Pensar en el futuro.
- Ser presionado a hacer algo que sabes que es malo para ti, como
fumar.
- No ser lo suficientemente bueno en los
deportes.
- Preocuparte por los cambios en tu cuerpo.
- Lidiar con tus sensaciones sexuales.
- Preocuparte por los problemas del vecindario o del mundo.
- Sentirte culpable.
¿Cómo hace el cuerpo para manejar el estrés?
En primer lugar, estas son 2 definiciones breves.
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Hormona: una sustancia química producida por una parte del cuerpo que se desplaza por la sangre para enviar mensajes al resto del cuerpo.
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Sistema nervioso: el cerebro, la médula espinal y todos los nervios. Los nervios envían mensajes entre tu cerebro y el resto de tu cuerpo.
El cuerpo es una máquina perfectamente ajustada que puede cambiar rápidamente para hacer lo que necesita hacer, como reaccionar frente al estrés. El cuerpo tiene 2 sistemas nerviosos. El sistema voluntario hace lo que tú le dices que haga: caminar, hablar y moverte. El sistema involuntario mantiene el cuerpo en funcionamiento sin que siquiera intervengas: respirar, sudar y digerir. El cuerpo tiene 2 vías nerviosas diferentes en el sistema involuntario. Una funciona mientras estamos relajados y la otra funciona cuando hay una emergencia. Estos 2 sistemas no pueden trabajar juntos al mismo tiempo. Es importante saber esto porque podemos desactivar el sistema de emergencia moviendo un interruptor y activando el sistema que funciona mientras estamos relajados.
¿El estrés es siempre malo?
Aunque el estrés es molesto, no siempre es algo malo. A veces el estrés nos ayuda a afrontar situaciones difíciles. Mucho estrés cambia nuestros cuerpos rápidamente y nos ayuda a reaccionar ante una emergencia. Un poco de estrés nos mantiene alerta y nos ayuda a trabajar más.
Hace siglos, cuando la gente vivía en la selva y un tigre podía saltar sobre ti en cualquier momento, el sistema nervioso de emergencia era fundamental para la supervivencia. Imagina a tus antepasados, Sam y Zelda, masticando algunas fresas. ¡De repente vieron un tigre y tuvieron que huir! Las hormonas les dieron la explosión de energía que necesitaban para escapar.
¿Cómo reaccionaron sus cuerpos? En primer lugar, Sam y Zelda tuvieron esa sensación de desazón en el estómago hasta que la sangre que estaba en sus vientres pasó rápidamente a sus piernas para que pudieran escapar. Cuando se pusieron de pie, sus corazones latieron más rápido para bombear más sangre. A medida que huían del tigre, respiraban más rápido para tomar más aire. El sudor los refrescaba mientras corrían. Sus pupilas se agrandaron para ver en la oscuridad, en caso de que necesitaran saltar por encima de un tronco mientras escapaban. Solamente pensaban en huir porque no se suponía que fueran a detenerse y convencer al tigre de que los dejara escapar. Nuestros antepasados nunca hubieran sobrevivido sin la reacción del estrés; sin embargo el estrés nos ayuda a hacer más que escapar. Nos mantiene alerta y preparados para el próximo tigre que nos aceche.
Hoy en día, pocos necesitamos superar la corrida de los tigres; sin embargo, todos tenemos problemas y preocupaciones que producen exactamente las mismas respuestas ante el estrés, como esa sensación de pánico que a veces tienes cuando estás estudiando para un examen importante. Tu corazón late rápidamente. Te resulta más difícil respirar. Sudas y te sofocas porque tus hormonas están confundidas y no entienden por qué no las escuchas. ¿Por qué te quedas quieto cuando te están diciendo que huyas?
Si el estrés es una herramienta de supervivencia, ¿por qué nos hace sentir tan mal?
Sam y Zelda tenían pocas opciones cuando el tigre los perseguía. O el tigre se los devoraba o ellos lograban escapar. Suena horrible, pero si hubieran sido devorados, ya no hubieran tenido mucho de qué preocuparse, ¿no es cierto? Si vivían, puedes estar seguro de que su explosión de energía les hubiera permitido superar la corrida del tigre o al menos de Zok (su amigo más lento que fue devorado por el tigre). En su carrera por la supervivencia, Sam y Zelda utilizaron cada gota de su explosión hormonal y luego tomaron una merecida siesta.
En el mundo moderno, nuestras mayores preocupaciones generalmente no son sobre la vida o la muerte. No tenemos que huir realmente de nuestros problemas. Pero esas mismas hormonas de estrés permanecen en nuestros cuerpos porque, a diferencia de Sam y Zelda, no las usamos para huir. En cambio, esas hormonas siguen vagando confusas y sin que se las utilice. Parecen estar preguntando por qué tu cuerpo se quedó quieto cuando ese "tigre" atacó.
Sería mejor si tuviéramos hormonas diferentes para diferentes tipos de estrés. Las hormonas para afrontar la presión de tus padres te permitiría que te gustaran las
tareas del hogar. Las hormonas relacionadas con el estrés escolar te permitirían concentrarte durante más tiempo y bloquearían tus riñones para que no necesitaras ir al baño. Pero solamente tenemos esas hormonas que nos preparan para huir o luchar. Así que realmente es muy importante que utilices tu cerebro para decidir cuál es una emergencia real y usar la actividad física para aprovechar esas explosiones hormonales.
Incluso cuando no hay emergencias reales, nuestras emociones hacen que nuestros cuerpos actúen como hubiera una gran crisis porque el cerebro controla las emociones y las hormonas del estrés. ¡Si tu cerebro piensa que está pasando algo terrible, tu cuerpo reaccionará como si así fuera! Incluso un poco de estrés que nunca parece desaparecer puede confundir al cuerpo. Hace que el cuerpo se esfuerce más a fin de prepararse para una emergencia que quizás no sea tal.
Un tigre que te persigue es una verdadera crisis. Si crees que un estrés leve (como un examen de matemáticas) es una emergencia, no serás capaz de estudiar. Tu cuerpo se preparará para hacerle frente a un tigre real y no serás capaz de concentrarte en nada, salvo escapar. Lo importante es saber cuándo una situación es realmente una emergencia y cuándo tus emociones la consideran como tal.
Un resumen
- El estrés es una herramienta de supervivencia importante y puede mantenerte alerta y concentrado. Pero cuando no estás lidiando con un verdadero problema de supervivencia, puede hacerte sentir incómodo e interferir en tu capacidad para pensar detenidamente en el problema.
- Las hormonas del estrés nos están diciendo que huyamos, así que la actividad física las aprovecha.
- El cuerpo reacciona al estrés cuando el cerebro le dice al cuerpo que se prepare para una emergencia.
- Las emociones juegan un papel importante en la manera en que nuestros cuerpos sienten el estrés.
- Lo que pensemos sobre una situación estresante y decidamos hacer al respecto afecta nuestro estado de ánimo.
¿Cómo hacen las personas para lidiar con el estrés?
Nadie puede evitar el estrés por completo, pero puedes aprender a lidiar con él. Cuando estás estresado, es normal que quieras sentirte mejor. Todo lo que te haga sentir mejor se llama estrategia de afrontamiento. Las estrategias negativas pueden ser soluciones rápidas, pero son perjudiciales porque pueden ser peligrosas y empeorar el estrés a largo plazo. Piensa en algunas de las maneras que las personas usan para lidiar con el estrés y que realmente pueden hacerles daño.
- Drogas
- Cigarrillos
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Alcohol
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Acoso escolar
- Peleas
- Sexo
- Cortes/automutilación.
- Faltar a la escuela.
- Trastornos alimentarios
- Escaparse o huir de casa
- Aislarse o retraerse
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Pandillas
Cómo lidiar con el estrés
Estas opciones perjudiciales pueden ayudarte a sentirte bien por un tiempo, pero algunas pueden ser realmente peligrosas. Además, hacen que al final las personas se preocupen por ti o se enojen contigo. Esto arruina tu vida y te estresa mucho más.
Es especialmente preocupante que las uses como el medio principal para lidiar con el estrés, porque es posible que recurras a estas conductas con más frecuencia durante los momentos difíciles. Esta es una de las maneras en que comienza la adicción. Si estás haciendo alguna de estas cosas, pregúntate por qué lo haces. Si se trata de lidiar con los problemas, piensa en otras maneras de lidiar con los mismos problemas.
Hay muchas maneras saludables de afrontamiento. Las estrategias de afrontamiento saludables son seguras y pueden ayudarte a sentirte mejor sin arruinar tu vida.