Por: Alanna Higgins Joyce, MD, MPH, MST, FAAP
Llevar a su hijo al hospital puede ser estresante, especialmente cuando es inesperado. Hay muchos motivos por los cuales los niños podrían necesitar ser internados en el hospital. Por ejemplo, un niño puede necesitar líquidos después de haber
vomitado o tener diarrea. También podría necesitar antibióticos para una infección o tratamientos respiratorios si tiene sibilancias o asma. Posiblemente, algunos niños necesiten que les arreglen un hueso roto, les realicen estudios de imagenología o les coloquen tubos en los oídos. Otros niños pueden tener problemas médicos más complicados y pueden visitar el hospital más seguido para recibir tratamiento.
Aquí presentamos respuestas a preguntas comunes y lo que puede esperar cuando su hijo es internado en el hospital.
¿Quién trabaja en un hospital? ¿Por qué hay que reunirse con tantas personas?
El hospital suele ser un lugar ajetreado y complicado, donde muchas personas ayudan para brindar la mejor atención posible.
Personal administrativo. Hay personas que lo registran, toman su información del seguro y le entregan pulseras del hospital o distintivos de ID.
Enfermeros. Su hijo siempre tendrá un enfermero, generalmente un enfermero registrado (RN), asignado para atenderlo en el hospital. Los enfermeros de práctica avanzada (APN) o enfermeros profesionales (NP) tienen mayor capacitación y pueden emitir órdenes y recetas. Los auxiliares de enfermería con licencia (LPN) son similares a los RN, pero tienen menor capacitación y responsabilidad. Los asistentes de enfermería certificados (CNA) ayudan a los RN y a los LPN con sus tareas diarias.
Los médicos (MD o DO) han completado la universidad y cuatro años de estudios de medicina. Algunos se capacitan por hasta siete años más en un campo especializado durante la "residencia", o hacen una capacitación en una especialidad conocida como "especialización". Los residentes y becarios, médicos que aún están completando su capacitación, pueden atender a su hijo. En algunos hospitales, los estudiantes de medicina pueden ayudar a brindar atención.
Los asistentes médicos (PA) han completado dos años de estudios después de la universidad para trabajar con los médicos. Ayudan a diagnosticar y manejar enfermedades, y recetan medicamentos.
Técnicos médicos, auxiliares médicos y personal de apoyo. Los técnicos se especializan en tareas específicas, como realizar radiografías, aplicar tratamientos respiratorios, realizar ecografías o extraer sangre. Los auxiliares médicos ayudan con tareas generales como alimentar, asear o tomar los signos vitales. El personal de los servicios de comidas y ambientales traen la ropa de cama y las bandejas de comida.
Los especialistas en niñez, que están específicamente capacitados en el desarrollo del niño, ayudan a los niños a comprender y afrontar el hospital, su enfermedad y los procedimientos. Pueden usar ejercicios de respiración, contar o distracciones como globos, luces, sonidos o películas para ayudar a su hijo durante los procedimientos difíciles.
Los trabajadores sociales y los administradores de casos ayudan a satisfacer necesidades específicas que usted pueda tener, como obtener un nuevo asiento para el automóvil. También pueden ayudar a coordinar cualquier equipo o atención que su hijo pueda necesitar en el hogar y a encontrar compañías que acepten su seguro de salud.
¿Cómo es un día en el hospital?
Las mañanas comienzan bastante temprano con visitas de su equipo de atención. Esto puede incluir médicos, enfermeros, residentes, becarios y estudiantes. Su equipo de atención puede ser diferente cada día, especialmente los fines de semana o feriados.
Las "rondas" hacen referencia al momento en que los miembros del equipo examinan a su hijo/a y deciden un plan para el día. Esto puede incluir solicitar pruebas, realizar procedimientos o consultar con médicos especialistas. Ese es su momento para hacer preguntas, defender a su hijo y darse una idea de cuándo podría estar apto para regresar al hogar.
Probablemente, se controlarán los signos vitales de su hijo cada cuatro horas aproximadamente. Un enfermero o auxiliar médico contará los latidos del corazón y la frecuencia respiratoria, y tomará la temperatura de su hijo. Es posible que midan la presión arterial de su hijo con un brazalete en el brazo y que controlen su nivel de oxígeno con un dispositivo con forma de broche que se aplica en la punta del dedo. El control de los "signos vitales" es continuo, incluso por la noche, a menos que el médico diga que se puede omitir.
En ocasiones, su hijo tendrá pequeños adhesivos pegados al pecho con cables conectados a una pantalla. Esto muestra una medición constante de su frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y niveles de oxígeno. Estas máquinas a veces hacen un "bip" si detectan algo anormal o si se despega uno de los adhesivos de la piel de su hijo.
Algunas veces, un médico diferente controlará a su hijo nuevamente por la tarde. Si todo va bien, generalmente, las tardes y las noches son más tranquilas con tiempo para dormir. Los únicos que podrían visitarlo son su enfermero asignado o la entrega de comida.
¿Podré quedarme en el hospital con mi hijo durante la pandemia de COVID-19?
Las políticas del hospital respecto de la presencia de familiares pueden variar según el lugar. La Academia Americana de Pediatría
recomienda permitir que uno o dos familiares o cuidadores se queden con el niño, siempre que no tengan síntomas de COVID-19. Las visitas probablemente estén limitadas, y deberá usar mascarilla según se le indique. Si tiene alguna pregunta, comuníquese con el hospital de su hijo para conocer sus políticas.
Mi hijo nunca tuvo dificultad para respirar y, de repente, le cuesta hacerlo. ¿Qué hará el hospital?
Los problemas respiratorios repentinos, especialmente durante la temporada de resfríos y gripe, están entre los motivos frecuentes por los cuales los niños necesitan ir al hospital. Los hospitales tienen muchas maneras de ayudar. Hay tratamientos respiratorios para ayudar con algunas causas de las sibilancias. Si su hijo necesita oxígeno, es posible que se le coloque una mascarilla de plástico blando sobre la nariz y la boca o a través de dos pequeñas cánulas blandas que se introducen en las fosas nasales. Algunos niños necesitan más ayuda para respirar, por ejemplo, con un tubo para respirar o un respirador. Cuando esto sucede, están monitoreados en una unidad de cuidados intensivos (UCI) por médicos, enfermeros y terapeutas especializados.
¿Qué sucede si mi hijo necesita una vía intravenosa para los medicamentos o líquidos?
"IV" es la abreviatura de "intravenoso", que significa "en la vena". Una vía IV puede administrar medicamentos o líquidos a su hijo si no puede recibirlos por boca. Primero, se utiliza una aguja diminuta para encontrar la vena de su hijo. Luego, se desliza un pequeño tubo de plástico por debajo de la piel de su hijo, y se retira la aguja. Una vía IV es una manera rápida y fácil de administrarle antibióticos a su hijo para una infección o líquidos si no está bebiendo bien, no puede comer por algún motivo o tuvo vómitos o diarrea intensos.
¿Qué sucede si mi hijo necesita cirugía?
A veces los médicos necesitarán realizar un procedimiento o una
cirugía para atender mejor a su hijo. Analizarán esto con usted con anticipación y le pedirán que firme un documento para dar su autorización, llamado "consentimiento". Probablemente no se le permitirá a su hijo comer nada después de la medianoche antes del procedimiento. Se le podría dar un medicamento para que esté tranquilo cuando se dirija al procedimiento (aunque muchos niños no lo necesitan).
Durante la cirugía o el procedimiento, se le pedirá que espere cerca y proporcione su información de contacto para que los médicos de su hijo le den actualizaciones. Es posible que su hijo siga dormido cuando usted pueda verlo. La mayoría de los niños podrán beber líquidos durante la recuperación y regresar a su habitación del hospital. Algunos pueden requerir apoyo extra para respirar a medida que se va el efecto de la anestesia.
¿Qué sucede si mi hijo necesita una exploración o imagenología?
Las exploraciones por tomografía computada (CT) y resonancias magnéticas (MRI) son las maneras más frecuentes de tomar imágenes de la parte interna del cuerpo de los niños. Su hijo estará acostado en una camilla cerca de un aparato que luce como una gran dona con un orificio en el centro. La camilla se deslizará dentro del orificio cuando sea el momento de tomar las imágenes. La máquina no tocará a su hijo, y las imágenes no duelen. Estar acostados quietos puede ser difícil o atemorizante para algunos niños, por lo cual se les puede administrar medicamentos para mantenerlos dormidos o tranquilos.
Otras maneras de tomar imágenes son las radiografías o ecografías, que usan ondas de sonido para crear imágenes. Una ecografía tampoco es dolorosa y se realiza aplicando una pequeña varita sobre el cuerpo.
Consejos para hacer más fácil la estadía de su hijo en el hospital
El dolor, la fiebre, el sueño interrumpido, la ansiedad por ver personas extrañas, los equipos médicos nuevos y la separación de sus cuidadores habituales y entornos familiares pueden afectar a los niños y cuidadores en el hospital. Estos consejos ayudarán a hacer que la estadía de su hijo sea más fácil:
Traiga los objetos favoritos de su hijo de casa, como animales de peluche, fotos y mantas o almohadas.
Coordine con amigos y familiares para que ayuden en casa con sus otros hijos, traiga comidas o coordine los traslados.
Esté presente y participe en la atención de su hijo lo más posible, especialmente durante las "rondas" por la mañana.
Trate de darle a su hijo algunos de los límites y la estructura que aplicaría en su hogar, como asignar un tiempo para apagar la televisión y
leer un libro juntos.
Asegúrese de dar privacidad a sus hijos de más edad y adolescentes cuando sea posible.
Use luces tenues durante las horas de la noche y luz natural durante el día.
Respete una rutina algo constante de comida y
sueño cuando sea posible.
Si hay opciones disponibles, ofrézcaselas a su hijo. Por ejemplo, podría darle a su hijo la opción de beber sus medicamentos directo del vaso o con un sorbete.
Es esperable que haya algunos cambios de
comportamiento. Los niños más pequeños podrían tener accidentes de incontinencia, mientras que los adolescentes pueden presentar irritación o mal comportamiento. No se preocupe: retomarán su progreso más tarde.
Sea honesto y detallado acerca de lo que está pasando con su atención. Cuando no saben lo que está pasando, pueden imaginar muchas cosas y sufrir más estrés.
Acerca de la Dra. Higgins
Alanna Higgins Joyce, MD, MPH, MST, FAAP, es una pediatra hospitalaria de Chicago, exmaestra de escuela media y madre de tres varones. |