Muchos niños y adolescentes con depresión no reciben el tratamiento que necesitan. Esto puede deberse a que nunca fueron diagnosticados, no tienen acceso a la atención de la salud mental o les da vergüenza buscar ayuda. Los niños que no reciben tratamiento no pueden dar lo mejor de sí y sus síntomas pueden empeorar con el tiempo.
El tratamiento de la depresión es eficaz, pero puede tardar un poco. Es importante seguir adelante con el tratamiento, incluso cuando, al principio, parece no estar funcionando.
Opciones de tratamiento de la depresión: decidir qué es lo mejor para su hijo
El tratamiento de la depresión puede incluir terapia familiar, psicoterapia (terapia de conversación), medicamentos, o una combinación de medicamentos y terapia. El tipo de tratamiento que recibe un niño depende de lo siguiente:
- El tipo de depresión que tiene
- Su gravedad
- Por cuánto tiempo ha experimentado los síntomas
- Su edad y otros factores específicos para ellos y su familia
Las diferentes opciones de tratamiento incluyen las siguientes:
Ayuda del médico de su hijo
El médico de su hijo puede decidir ayudarles, supervisarles y educarles a usted y a su hijo como primer paso. Esto puede funcionar bien si conocen bien a su familia y los síntomas de su hijo no son graves. Con este enfoque, el médico trabajará con su familia para mantener un control estricto de los síntomas y evaluar a su hijo semanalmente.
También pueden ayudar a su hijo a pensar de nuevas maneras sobre sí mismo y fomentar hábitos saludables que se sabe que reducen los síntomas de depresión. Si los síntomas no mejoran o la depresión de su hijo empeora, el médico puede derivarles a usted y a su hijo a un especialista en salud mental.
Psicoterapia
Ciertos tipos de psicoterapia pueden ayudar a los niños con depresión. Asegúrese de confirmar que el especialista en salud mental que atiende a su hijo está específicamente capacitado en el método recomendado.
Terapia cognitivo-conductual (CBT). Profesionales especialmente capacitados ofrecen este tipo de terapia. Se centra en ayudar a un niño o adolescente a conocer las situaciones que les preocupan, identificar sentimientos o creencias sobre estas situaciones, cambiar cualquier creencia y pensamiento negativo o inexacto, y aprender maneras de lidiar con el estrés. La CBT generalmente se limita a una cantidad particular de sesiones, y suele finalizar cuando se aprenden habilidades específicas. A menudo, se dan "tareas" para practicar estas habilidades entre las sesiones.
Psicoterapia interpersonal para adolescentes (IPT-A). La IPT-A ayuda a un niño o adolescente a abordar los problemas en sus relaciones y mejora su capacidad para socializar. La IPT-A también puede ayudar con las transiciones (como mudarse o un divorcio), el duelo, y los conflictos con sus familiares o pares. La terapia es por tiempo limitado, y su hijo puede tener que hacer tarea o participar en una terapia grupal conducida por un psicólogo o un consejero con capacitación especial.
Terapia de familia
La terapia de familia es un tipo de asesoramiento que ayuda a una familia a entenderse mejor y aprender habilidades para lidiar con el estrés. Cuando un miembro de una familia tiene un problema de salud mental, la terapia de familia puede ayudar al resto de la familia a sentir que cuenta con apoyo, aprender maneras de ayudarse mutuamente y reducir el conflicto.
Medicamento
El médico de su hijo puede recetarle un medicamento, un antidepresivo, para tratar la depresión. Las investigaciones muestran que los niños y adolescentes con depresión grave obtienen los mejores resultados de la CBT (terapia cognitivo-conductual) combinada con medicamentos. Los antidepresivos más usados para tratar la depresión en niños son los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS).
Si su hijo está tomando medicamentos contra la depresión, tomará tiempo para ajustar el medicamento y encontrar la dosis que mejor funcione. La dosis será menor al principio y luego se aumentará. A veces, los niños necesitarán probar más de un ISRS para encontrar el que mejor funcione.
Es importante advertir los efectos secundarios e informar al médico. El efecto secundario más común es el dolor abdominal. Sin embargo, el dolor disminuye a medida que el paciente continúa usando el medicamento.
Otros efectos secundarios de los ISRS incluyen los siguientes:
Si usted o su hijo notan alguno de los siguientes efectos secundarios, debe llamar al médico de inmediato:
Sarpullido
Combinación de fiebre, escalofríos, inquietud y confusión
Combinación de mareos, somnolencia, náuseas y dolor de cabeza
Sensación de inquietud e incapacidad de permanecer quieto
Agitación, insensatez, hablar demasiado rápido, sentirse demasiado enérgico y dormir menos de lo habitual
Aumento de pensamientos suicidas
Puede llevar de 4 a 6 semanas de tomar un antidepresivo para que su hijo sienta cualquier efecto. Tenga en cuenta que los resultados pueden variar según cada niño.
Además, es importante no interrumpir nunca un antidepresivo rápidamente. Cuando sea momento de interrumpir el medicamento, el pediatra o el especialista en salud mental reducirá lentamente la dosis del medicamento durante varias semanas para evitar los efectos secundarios de abstinencia.
Acerca de la advertencia de caja negra de la FDA
Los padres pueden haber aprendido que los ISRS selectivos tienen una advertencia de caja (comúnmente se denomina "advertencia de caja negra") de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. La advertencia de caja indica riesgos graves o potencialmente mortales.
La FDA prueba y aprueba los medicamentos antes de que puedan venderse. Los detalles de la advertencia de caja negra son importantes de entender porque algunos padres y adolescentes se sienten indecisos acerca de medicamentos que parecen perjudiciales.
En 2004, la FDA agregó una advertencia de caja negra para antidepresivos para niños y adolescentes. La FDA revisó 24 estudios de investigación con más de 4,400 niños y adolescentes a quienes se les había recetado cualquiera de los 9 antidepresivos. Ningún niño se suicidó durante estos ensayos. Los funcionarios de la FDA descubrieron que, aproximadamente, 2 de cada 100 niños que no tomaban antidepresivos informaban pensamientos o comportamientos suicidas, en comparación con 4 de cada 100 que tomaban antidepresivos.
Muchos estudios de investigación muestran que los antidepresivos son seguros y eficaces para tratar a los niños con depresión. La advertencia de caja negra tiene como finalidad alentar a los padres y médicos a preguntar acerca de los pensamientos suicidas.
Recuerde
Consulte con el médico de su hijo si tiene alguna pregunta sobre la salud mental de su hijo.
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