La sobredosis es una de las principales causas de muerte no intencional en los Estados Unidos. El factor principal detrás de esta epidemia son los
medicamentos opioides recetados y de venta libre. Comunidades en todas partes y de todas las edades se ven afectadas por la adicción a los opioides.
Los opioides estuvieron involucrados en 68,630 muertes por sobredosis en 2020, lo que representó el 75% de todas las muertes por sobredosis de drogas en los EE. UU. Un número cada vez mayor de estas muertes se debe a un compuesto ilegal de un
poderoso opioide sintético llamado fentanilo. Es muy alarmante el rápido incremento de muertes a causa de estos opioides sintéticos, incluso un aumento drástico entre los adolescentes.
Tratar y prevenir el trastorno por consumo de opioides es una responsabilidad que todos debemos compartir. Esta es la razón por la que es importante que las familias tengan acceso a la atención que necesitan, incluso asistencia con la adicción a las drogas.
¿Qué son los opioides?
Los opioides son una categoría de drogas narcóticas altamente adictivas. Incluyen analgésicos recetados y sustancias ilegales como la heroína. Son clases de drogas o semisintéticas o sintéticas del opio producido en pequeñas cantidades por plantas de amapola. Las dosis altas pueden reducir la frecuencia respiratoria y cardíaca del cuerpo hasta el punto de detenerla por completo.
Ejemplos de medicamentos opioides utilizados con fines no médicos
Oxycodona: se encuentra en marcas como OxyContin, Percodan, Percocet, Oxecta, Oxycet y Roxicodona. Kicker, 30s, 40s, 512s, Oxy, O.C. Beans, Blues, Buttons, Cotton, Kickers, Killers, Percs y Roxy son algunos de los nombres callejeros (en inglés) de esta droga.
Fentanilo: (incluidos Actiq, Duragesic, Fentora, Lazanda y Sublimaze) es de 50 a 100 veces más fuerte que la heroína. Los nombres callejeros del fentanilo o de la heroína mezclada con fentanilo incluyen: Apache, Birria, Blonde, Blue Diamond, China Buffet, China White, China Girl, Dance Fever, Facebook, Friend, Goodfella, Jackpot, Murder 8, Snowflake, TNT, Tango and Cash, White Ladies.
Hidrocodona o dihidrocodeinona: se encuentran en Vicodin, Norco, Zohydro, Hysingla Co-gesic, Liquicet, Lorcet, Dolacet, Anexsia, Zydone y Xodol. Los nombres comunes, callejeros, para la versión en píldora y las formas de jarabe para la tos son Robo o Tuss, Vikes, Veeks, Idiot Pills, Scratch, 357s, Lemonade, Bananas, Dones, Droco y
Lorries.
Codeína, como hidrocodona: en ocasiones, se encuentra en jarabes para la tos, por lo que se la puede conocer como syrup en la jerga callejera. Las marcas de acetaminofeno, como Tylenol, que incluyen codeína, pueden llamarse schoolboy o Cody.
Morfina: incluye marcas como AVINza o Kadian. Se la puede conocer como
Mister blue o
dreamer.
¿Cómo puede convertirse el uso de opioides en una adicción?
Los opioides producen sentimientos positivos a corto plazo porque imitan a las endorfinas naturales del cuerpo u hormonas que "producen bienestar". Además de la disminución del dolor, las personas que usan opioides pueden sentir un "subidón" o "viaje", un mejor estado de ánimo o una reducción de la ansiedad o el estrés. Estos efectos son de corta duración.
Si el consumo es continuo, las personas desarrollan rápidamente tolerancia a los opioides. Esto implica que necesitarán dosis más altas para experimentar los mismos efectos. Cuando las personas dejan de consumir opioides, pueden experimentar síntomas de abstinencia como ansiedad, sudoración y síntomas similares a los de la gripe. Algunas personas continúan usando opioides, incluso si saben que no deben y quieren dejar de hacerlo, porque quieren aliviar y prevenir la abstinencia.
Las personas que han comenzado a desarrollar una adicción a los opioides recetados podrían comenzar a comprar pastillas con recetas falsificadas o probar con otros opioides, como la heroína o el fentanilo, para tratar el dolor y prevenir los síntomas de abstinencia. Los estadísticas muestran que 4 de cada 5 personas nuevas que consumen heroína empezaron tomando analgésicos recetados con fines no médicos.
El efecto epidémico de los opioides en niños y adolescentes
La adicción a los opioides separa a las familias
El uso no médico de opioides afecta a toda la familia. Las familias podrían separarse cuando uno de los padres es arrestado y enviado a la cárcel por comprar o vender opioides. Es posible que los padres que desarrollan adicción no puedan priorizar las necesidades de su familia y sus hijos.
Exposición prenatal a opioides y NOWS
Los bebés expuestos a los opioides durante el embarazo pueden nacer con el síndrome de abstinencia neonatal de opioides (NOWS, por sus siglas en inglés). Los informes federales muestran que cada 15 minutos nace un bebé con NOWS. Al tener que enfrentar largas estadías en el hospital, los bebés con NOWS tienen más probabilidades de tener bajo peso al nacer, dificultad para respirar y dificultad para comer. También pueden experimentar convulsiones y temblores. Los médicos recomiendan a las personas embarazadas que consumen opioides buscar tratamiento, atención para la recuperación y otras opciones.
Envenenamiento y sobredosis por opioides
La cantidad de niños y adolescentes hospitalizados por intoxicación por opioides se triplicó entre 1997 y 2012. Si bien la mayoría de los pacientes fueron adolescentes, el mayor aumento general de intoxicaciones se dio entre los niños más pequeños: bebés y niños en edad preescolar.
5 cosas que los padres pueden hacer sobre el uso indebido de opioides
Hable con sus hijos sobre el consumo de drogas
Los niños que aprenden acerca de los riesgos de los fármacos en el hogar tienen menos probabilidades de consumir drogas que aquellos que no reciben dicha información. Empiece a hablar acerca de la seguridad de los medicamentos aconsejándole a los niños pequeños que no tomen ninguna pastilla sin consultarlo primero.
Cuando los niños crecen y es más probable que vean imágenes sobre el consumo de alcohol y drogas en los medios de comunicación y anuncios publicitarios, aproveche esas oportunidades para iniciar una conversación. Pídale a su hijo que le explique lo que sabe sobre el alcohol y las drogas; use un lenguaje sencillo para explicarle las normas relacionadas con el alcohol y las drogas y aclararle que son perjudiciales, y que, en ocasiones, pueden provocar una sobredosis o la muerte. Cuando los niños se conviertan en adolescentes, pregúnteles qué ven en la escuela o con sus compañeros. Comparta información sobre los riesgos de las drogas y el alcohol, y continúe reforzando sus normas y expectativas sobre el consumo de alcohol y drogas.
Asegúrese de que el adolescente comprenda los problemas legales de compartir medicamentos opioides. También enfatice que muchas píldoras que supuestamente son medicamentos recetados se fabrican ilícitamente y están contaminadas con fentanilo (en inglés). Asimismo, otras sustancias como el cannabis también podría estar adulterado con opioides.
Almacene los medicamentos de forma segura y deseche los sobrantes
Mantenga los opioides y otros medicamentos recetados en un lugar seguro. Cuente y controle la cantidad de píldoras que tiene y guárdelas bajo llave. No permita que los niños o adolescentes tengan acceso sin supervisión a estos medicamentos. Nunca permita que su hijo tome medicamentos recetados para otra persona. En 2021, casi la mitad (45%) de los individuos mayores de 12 años que usaron analgésicos por razones no médicas dijeron que un pariente se los dio o compró o que lo tomaron de ellos.
También asegúrese de devolver los sobrantes de los medicamentos recetados a un hospital, consultorio médico o farmacia. Muchas comunidades ofrecen eventos de "devolución" (en inglés) para recolectar medicamentos recetados no utilizados.
Si su hijo siente dolor, trabaje con su médico a fin de desarrollar un plan seguro para el manejo del dolor
Si su hijo se sometió a un procedimiento quirúrgico, es posible que le preocupe cómo ayudarlo a controlar el dolor y las molestias. Muchas personas creen que los opioides funcionan mejor para el dolor. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los medicamentos no opioides como el ibuprofeno y el naproxeno, al igual que los enfoques no médicos, pueden ser igualmente efectivos. Como primer paso para tratar y controlar el dolor crónico, su médico puede sugerirle que pruebe ciertos tratamientos complementarios y alternativos, como por ejemplo acupuntura.
Si su hijo continúa teniendo dolor intenso, su médico podría recetarle un analgésico que contenga un opioide. Si a su hijo le recetan un opioide, es importante que usted controle su uso. Debe tomarse la cantidad exacta según lo prescrito y durante el menor tiempo necesario. Asimismo, considere hablar con el médico para que también le prescriba naloxona (una droga que puede prevenir la muerte por sobredosis de opioides) cuando le recetan un opioide.
Pida ayuda si su hijo está usando opioides sin fines médicos
Si cree que usted o su hijo pueden estar usando opioides sin fines médicos o cualquier medicación sin fines médicos, no dude en buscar ayuda. El pediatra de su hijo puede explicarle cómo el tratamiento con medicamentos puede ayudar a los pacientes adolescentes y adultos jóvenes con trastornos por consumo de opioides, o puede derivarlo a otros profesionales que puedan hacerlo. Existe un tratamiento similar para las personas embarazadas con trastorno por consumo de opioides.
Sepa qué hacer ante una emergencia por sobredosis de opioides
Pregúntele al pediatra acerca de usar naloxona en una emergencia por sobredosis. Conozca los signos de una posible sobredosis, como dificultad respiratoria y respiración superficial, somnolencia intensa y dificultad para despertarse. Llame al 911 si cree que una persona está experimentando una sobredosis, incluso en caso de que se le administre naloxona.
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