Por: Brittany Allen, MD, FAAP y Helen Waterman, DO
La adolescencia es el período de transición entre la niñez y la adultez. Incluye algunos cambios grandes, tanto en el cuerpo como en la forma en la que un joven se relaciona con el mundo.
La cantidad de cambios físicos, sexuales, cognitivos, sociales y emocionales que ocurren en esta época pueden causar expectativas y ansiedad tanto a los niños como a sus familias. Entender qué se puede esperar en las distintas etapas puede promover un desarrollo saludable durante toda la adolescencia y a principios de la adultez.
Adolescencia temprana (entre los 10 y los 13 años)
Durante esta etapa, los niños suelen comenzar a crecer más rápido. También empiezan a notar otros cambios corporales, entre los que se incluyen el crecimiento de vello en las axilas y en la zona genital, el desarrollo de los senos en las
mujeres y el aumento del tamaño de los testículos en los
varones. Por lo general empieza uno o dos años antes en las niñas que, en los varones, y puede ser normal que algunos cambios comiencen tan pronto como a los 8 años para las niñas y a los 9 años para los varones. Muchas niñas tienen su primera menstruación alrededor de los 12 años, en promedio de 2 a 3 años después del comienzo del desarrollo de los senos.
Estos cambios corporales pueden generar curiosidad y ansiedad en algunos, en especial si no saben qué esperar o qué es normal. Algunos niños, además, se cuestionan su
identidad de género en esta etapa y el inicio de la pubertad puede ser un momento difícil para los
niños transgénero.
Los adolescentes más jóvenes tienen ideas concretas y extremistas. Las cosas están bien o mal, fantásticas o terribles, sin muchos matices. En esta etapa es normal que los jóvenes enfoquen su pensamiento en ellos mismos (lo que llamamos "egocentrismo"). Como parte de esto, los preadolescentes y adolescentes más jóvenes suelen sentirse cohibidos por su apariencia y sienten como si sus
pares los juzgaran permanentemente.
Los preadolescentes sienten una mayor necesidad de privacidad. Es posible que comiencen a explorar formas de ser independientes de su familia. En este proceso, es probable que prueben los límites y reaccionen con intensidad si los padres o tutores
reafirman los límites.
Adolescencia media (entre los 14 y los 17 años)
Los cambios físicos que comenzaron en la pubertad continúan durante la adolescencia media. La mayoría de los varones comienzan su "crecimiento repentino" y continúan los cambios relacionados con la pubertad. Es posible, por ejemplo, que se les quiebre la voz a medida que se
les va agravando. A algunos le sale acné. Es probable que los cambios físicos estén casi completos en las mujeres y la mayoría de las niñas ya tenga menstruaciones regulares.
A esta edad, a muchos adolescentes les surge el interés en las relaciones
románticas y sexuales. Probablemente se cuestionen su identidad sexual y la exploren, lo que podría resultar estresante si no tienen el apoyo de sus pares, de la familia o de la comunidad. Otra forma típica de explorar
el sexo y la sexualidad de los adolescentes de todos los géneros es la autoestimulación, también llamada
masturbación.
Muchos jóvenes en su adolescencia media
discuten más con sus padres porque luchan por tener más independencia. Es muy probable que pasen menos tiempo con la familia y más tiempo con los amigos. Les preocupa mucho su aspecto y la presión de los pares (compañeros) puede alcanzar el máximo punto en esta etapa.
El cerebro sigue cambiando y madurando en esta etapa, pero aún hay muchas diferencias entre la forma de pensar de un joven en su adolescencia media y de un adulto. Gran parte de esto se debe a que los lóbulos frontales son la última área del cerebro en madurar; el desarrollo no está completo hasta que la persona tiene veintitantos años. Los lóbulos frontales desempeñan un papel importante en la coordinación de las tomas de decisiones complejas, el control de los impulsos y la capacidad de tener en cuenta varias opciones y consecuencias. Los jóvenes en la adolescencia media tienen más capacidad de pensar en forma abstracta y tener en cuenta el "panorama general", pero aún carecen de la capacidad de aplicarlo en el momento. Por ejemplo, en determinadas situaciones, los jóvenes en la adolescencia media se encuentran pensando cosas como:
"Me está yendo bastante bien en matemática y tengo muchas ganas de ver esta película... no importa si no estudio una noche".
"¿Realmente tengo que usar condón durante las relaciones sexuales si mi novia toma la píldora?".
"La marihuana es legal ahora, así que no puede ser tan mala".
Si bien es posible que sigan la lógica de evitar riesgos fuera de estas situaciones, las emociones fuertes a menudo siguen rigiendo sus decisiones cuando entran en juego los impulsos.
Adolescencia tardía (18 a 21 años... ¡o más!)
Los jóvenes en la adolescencia tardía por lo general ya completaron el desarrollo físico y alcanzaron la altura definitiva que tendrán como adultos. Pare esta edad suelen tener más control de sus impulsos y pueden sopesar los riesgos y recompensas mejor y con más precisión. En comparación con los jóvenes en la adolescencia media, los jóvenes en la adolescencia tardía podrían encontrarse pensando:
"Por más que me encanten las películas de Paul Rudd, tengo que estudiar para mi examen final".
"Debería usar un condón... aunque mi novia use un método anticonceptivo, no previene el embarazo en un 100 %".
"Aunque la marihuana sea legal, me preocupa el modo en que podría afectar mi estado de ánimo y mi desempeño en la escuela o el trabajo".
Los adolescentes que se convierten en adultos jóvenes tienen ahora un sentido más firme de su propia individualidad y pueden identificar sus propios
valores. Se centran más en el futuro y basan sus decisiones en sus ilusiones e ideales. Las amistades y las relaciones románticas se tornan más estables. Se separan más de su familia, tanto física como emocionalmente. No obstante, muchos restablecen una relación "adulta" con sus padres, considerándolos personas de su mismo nivel a quienes pedir consejos y con quienes hablar de temas serios, en vez de una figura de autoridad.
Padres: Cómo ayudar a sus hijos a atravesar la adolescenciaLos hijos y sus padres suelen tener dificultades con los cambios de dinámicas en las relaciones familiares durante la adolescencia. Pero los padres siguen siendo un apoyo fundamental durante esta etapa. Estas son algunas cosas que puede hacer:Ayudar a su hijo a prever los cambios en su cuerpo. Aprenda sobre la pubertad y explíquele lo que le espera. Tranquilícelo, explíquele que los cambios físicos y la sexualidad emergente son parte de un desarrollo normal y saludable. Dele espacio para hacer preguntas y permita que lo haga cuando esté listo. Cuando sea necesario, hable con el pediatra. Inicie conversaciones tempranas sobre otros temas importantes. Mantenga abierta la comunicación sobre las relaciones saludables, el sexo, la sexualidad, el consentimiento y la seguridad (como por ejemplo, cómo prevenir una infección de transmisión sexual y un embarazo y el consumo abusivo de alcohol y drogas). Comience estas conversaciones durante la adolescencia temprana: esto creará una buena base para las conversaciones futuras. Mantenga un tono positivo en las conversaciones con su hijo. Resalte las fortalezas. Celebre los éxitos. Brinde apoyo y fije límites claros con grades expectativas (pero razonables). Comunique expectativas claras y razonables en cuanto al horario de volver a casa, los compromisos escolares, el uso de los medios digitales y la conducta, por ejemplo. Al mismo tiempo, dele gradualmente más oportunidades de mayor independencia, con el paso del tiempo y a medida que su hijo va asumiendo responsabilidades. Los jóvenes con padres que tratan de alcanzar un equilibrio han demostrado tener índices más bajos de depresión y consumo de drogas. Hable sobre conductas peligrosas (como la actividad sexual y el consumo de drogas) y sus consecuencias. Asegúrese de dar un ejemplo positivo. Esto puede ayudar a los adolescentes a reflexionar o de tratar de tomar decisiones de antemano y prepararse para cuando surjan situaciones. Honrar la independencia y la individualidad. Todo esto es parte de convertirse en un adulto joven. Recuerde siempre a su hijo que está disponible para ayudarlo cuando sea necesario.
Los años de adolescencia pueden parecerse a montar una montaña rusa. Al mantener relaciones positivas y respetuosas entre padres e hijos durante este período, ¡su familia puede (intentar) disfrutar el recorrido! |
Información adicional:
Sobre la Dra. Allen:
Brittany Allen, MD, FAAP, es pediatra general certificada por la junta y proporciona atención especializada a jóvenes transgénero y no conformes con su género. Es profesora adjunta de Pediatría en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin. Integra el Departamento de Salud y Bienestar de LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transgénero) de la American Academy of Pediatrics (AAP) y el grupo local de Wisconsin.
Sobre la Dra. Waterman:
Helen Waterman, DO, es médica residente de pediatría en la Universidad
de Wisconsin. Dentro de la American Academy of Pediatrics (AAP) integra el
Departamento de Pasantes Pediátricos y el Departamento sobre Medicina
Osteopática Pediátrica.