Sí, los niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad son diagnosticados con hipertensión (presión arterial alta) con frecuencia. Sin embargo, la hipertensión se puede controlar y hasta curar.
La hipertensión o presión arterial alta puede ocasionar enfermedades graves del corazón y los vasos sanguíneos a largo plazo, tales como insuficiencia cardíaca, arritmias, infartos, desmayos y otras afecciones que pueden poner en riesgo la vida de su hijo. Por eso es tan importante tener la presión arterial bajo control.
El siguiente ejemplo ilustra el caso de uno de mis pacientes con hipertensión asociada con la obesidad y cómo puede ser felizmente tratada.
Jorge, un niño de 10 años, vino con su madre a mi consultorio debido a que tenía una presión arterial elevada detectada en su visita preventiva de salud anual. Jorge no presentaba ningún síntoma, pero se veía un poco nervioso, como la mayoría de los niños que ven a un médico por primera vez. Jorge tenía un exceso de peso de unos 10 kg (22 libras), además de tener una vida sedentaria, jugar mucho a videojuegos y tener antecedentes familiares de hipertensión. Después de esperar a que Jorge entrara en confianza y se tranquilizara, le tomé la presión arterial y la encontré elevada, por encima de los valores máximos normales para su edad, estatura y sexo.
Como a veces a los niños que están nerviosos se les puede subir la presión por un ratito, decidí confirmar la presión de Jorge con un estudio que se realiza fuera del consultorio llamado monitoreo ambulatorio de la presión arterial. Por 24 horas, un monitor portátil registra la presión arterial del niño en su casa, en la escuela e incluso mientras duerme. Este estudio, recomendado por la Academia Americana de Pediatría, demostró que Jorge tenía la presión alta aún fuera del consultorio durante gran parte del día y la noche.
¿Qué se recomienda para la hipertensión asociada con la obesidad?
Inicialmente se recomienda bajar de peso consumiendo alimentos bajos en calorías y en sodio (sal) y haciendo más ejercicio físico.
Se recomienda también consultar con un dietista o nutricionista, ellos ayudan a las familias a cumplir con estas recomendaciones.
Si la presión arterial no mejora con bajar de peso y hacer ejercicio, o si esto no se logra, se pueden usar medicamentos para controlar la presión arterial.
El tratamiento de Jorge
Mi recomendación inicial para Jorge fue adelgazar, mejorar la alimentación y hacer ejercicio. También tuve que prescribir medicamentos para controlar la presión arterial. Por varios años, Jorge no logró bajar de peso, y tuvimos que controlar su presión con medicamentos. Cuando cumplió 16 años, Jorge se propuso adelgazar, empezó a comer más saludable, eliminó las bebidas con azúcar y empezó a hacer ejercicio.
Hoy Jorge tiene 18 años. Logró bajar su peso de 115 kg el año anterior a un peso actual de 85 kg, una reducción impresionante de unos 30 kg (66 libras). La presión arterial, controlada desde niño con medicamentos mejoró significativamente. Poco a poco bajamos la dosis de su medicamento hasta que finalmente, pudimos suspenderlo. Jorge se demostró a sí mismo, que es posible controlar su peso y normalizar su presión arterial, un logro difícil pero posible.
Si su niño sufre de sobrepeso o de obesidad, hable con su pediatra para cerciorarse de que su presión arterial está siendo vigilada.
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