Por: Sophie J. Balk, MD, FAAP
El clima cálido ofrece oportunidades para que los niños salgan a jugar, caminar y disfrutar del aire fresco con su familia y sus amigos. El clima más cálido también hace necesario prevenir las picaduras de los insectos.
Los insectos que pican, como los mosquitos y algunas moscas, pueden hacerles pasar un mal rato a los niños. Lo más preocupante es que las picaduras de algunos insectos pueden causar enfermedades graves.
Más allá de la picazón: enfermedades transmitidas por los insectos
Las enfermedades transmitidas por los insectos incluyen la enfermedad de Lyme, la enfermedad del Nilo Occidental, el Zika y otras enfermedades causadas por las picaduras de mosquitos y garrapatas. Además, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU. (CDC), cada vez hay más enfermedades transmitidas por los insectos.
Una forma de proteger a su hijo de las picaduras de insectos es usar repelentes de insectos. Cuando exista la posibilidad de contraer una enfermedad grave, como la enfermedad de Lyme, transmitida por la picadura de un insecto, asegúrese de elegir un repelente que sea eficaz, es decir, que funcione bien. También es importante saber cómo utilizar los repelentes de forma correcta y segura.
Los repelentes de insectos no matan a los insectos, pero funcionan porque mantienen a los insectos alejados de la persona que los usa. Tenga en cuenta que repelen los insectos que pican, pero no los insectos que tienen aguijón. Los insectos que pican incluyen mosquitos, garrapatas, pulgas, niguas y moscas. Los insectos con aguijón incluyen abejas, avispones y avispas.
Repelentes de insectos aprobados como seguros y eficaces
DEET
La Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU. (EPA, por sus siglas en inglés) regula y aprueba los repelentes de insectos para garantizar su seguridad y eficacia. La DEET está aprobada como un repelente de insectos seguro y eficaz.
La concentración de DEET en un producto indica por cuánto tiempo será eficaz ese producto: a una concentración mayor, funciona durante más tiempo. Por ejemplo, la DEET al 10 % brinda protección durante aproximadamente 2 horas, y la DEET al 30 % protege durante aproximadamente 5 horas. Las concentraciones de DEET de más del 50 % no brindan una protección adicional. Puede elegir la concentración más baja para que lo proteja durante el tiempo que pase al aire libre. Por ejemplo, si planea estar al aire libre durante una hora, puede elegir DEET al 10 %.
Cuando se usan en niños, los repelentes de insectos no deben contener DEET a más del 30 %. No se recomiendan los repelentes de insectos para los niños menores de 2 meses de edad.
Los repelentes que contienen DEET no deberían ser dañinos si los padres siguen las instrucciones de la etiqueta para usar el producto de manera segura. Los productos con DEET pueden causar sarpullidos en la piel, especialmente cuando se usan concentraciones altas, pero estas reacciones son poco comunes.

Picaridina y otros repelentes
Además de la DEET, la EPA considera que la picaridina y otros productos son seguros y eficaces. Puede obtener información sobre ellos a través de la herramienta de búsqueda de la EPA.
Consejos para elegir un repelente de insectos para su hijo y aplicárselo
Qué debe hacer:
Elija productos en forma de barras, lociones o aerosoles no presurizado.
Lea la etiqueta y siga todas las instrucciones y precauciones.
Aplique repelente de insectos solo en la parte externa de la ropa de su hijo y en la piel que queda expuesta, no debajo de la ropa.
Use únicamente la cantidad de repelente necesaria para cubrir la ropa de su hijo y la piel que quede expuesta. El uso de una mayor cantidad de repelente no lo hace más eficaz. Los repelentes como la DEET solo deben aplicarse una vez al día.
Los repelentes en aerosol deben usarse al aire libre para evitar inhalarlos.
Ayude a los niños pequeños a aplicarse el repelente de insectos. Supervise a los niños mayores cuando usen estos productos.
Lave la piel de su hijo con agua y jabón para quitarle el repelente que le haya quedado cuando regrese al interior de la casa, y lave su ropa antes de que la vuelva a usar.
Mantenga los repelentes fuera del alcance de los niños pequeños para reducir el riesgo de que los ingieran involuntariamente.
Qué NO debe hacer:
Evite los aerosoles en envases presurizados para evitar inhalar el producto o que este entre en contacto con los ojos.
Nunca aplique repelente de insectos a niños menores de 2 meses de edad. En lugar de eso, use una red para mosquitos por encima del cochecito o la canastilla en las zonas en las que su bebé puede estar expuesto a los insectos.
Nunca rocíe repelente de insectos directamente sobre la cara de su hijo. En lugar de eso, eche un poco en sus manos y luego aplíquelo en la cara de su hijo. Evite el contacto con los ojos y la boca.
No rocíe repelente de insectos en cortaduras, heridas o en la piel irritada.
No use productos que combinen DEET con protector solar. Estos productos pueden hacer que se le aplique demasiado DEET al niño porque el protector solar debe volver a aplicarse con frecuencia: cada 2 horas mientras está expuesto al sol y después de nadar o sudar.
Repelentes de insectos naturales
Los ingredientes de los repelentes de insectos "naturales" incluyen citronela, geranio, menta y aceite de soja. Estos se consideran seguros, pero la EPA no ha aprobado su eficacia. La mayoría de estos mantienen alejados a los insectos solo por poco tiempo. Además, algunos repelentes naturales pueden provocar irritación de la piel.
Hay otros productos comercializados para las familias cuya eficacia contra los mosquitos no se ha demostrado. Estos incluyen, por ejemplo, brazaletes empapados en repelentes químicos, así como dispositivos para el jardín que electrocutan insectos y dispositivos ultrasónicos que emiten ondas sonoras destinadas a mantener alejados a los insectos.
Los repelentes naturales y otros repelentes alternativos pueden ser buenos si no existe la preocupación de contraer una enfermedad grave transmitida por insectos. Si existe una preocupación para la salud, como la presencia de la enfermedad de Lyme en un área que se sabe que tiene garrapatas, la DEET, la picaridina u otro producto cuya eficacia se haya demostrado son una mejor opción.
¿Qué debo hacer si mi hijo tiene una reacción a un repelente de insectos?
Si sospecha que su hijo está teniendo una reacción a un repelente de insectos, como un sarpullido:
Suspenda el uso del producto y lave la piel de su hijo con agua y jabón.
Después, llame a Poison Help (línea de ayuda para intoxicaciones) al 1-800-222-1222 o al médico de su hijo para obtener ayuda.
Si acude al consultorio del médico de su hijo, lleve el envase del repelente.
Otras formas de proteger a su hijo de las picaduras
Si bien no puede prevenir todas las picaduras de insectos, estas medidas pueden ayudar a reducirlas:
Dígale a su hijo que evite los lugares que atraen insectos voladores, como botes de basura, aguas estancadas y canteros o huertos.
Cuando su hijo vaya a estar expuesto a los insectos, vístalo con pantalones largos, una camisa liviana de mangas largas, calcetines y zapatos cerrados. Un sombrero de ala ancha puede ayudar a mantener a los insectos alejados de la cara.
Mantenga las mallas para puertas y ventanas en buen estado. Elimine los lugares en el exterior en los que haya agua estancada donde puedan reproducirse los mosquitos.
No use con su hijo jabones aromatizados, perfumes o aerosoles para el pelo, ya que pueden atraer insectos.
Use redes para mosquitos y ventiladores en las áreas para comer al aire libre.
Evite vestir a su hijo con ropa de colores brillantes o estampados con flores, ya que pueden atraer a los insectos.
Si vive en una zona en la que hay garrapatas y su hijo ha estado jugando al aire libre, revise la piel del niño al final del día. Quite las garrapatas de forma segura.
Recuerde que el producto más eficaz contra las garrapatas es la permetrina. Esta no debe aplicarse en la piel sino en la ropa de su hijo. La permetrina también se puede aplicar al equipo de campamento, como bolsas de dormir o tiendas de campaña.
Recuerde
Hable con el pediatra de su hijo si tiene alguna pregunta sobre cómo proteger a su hijo de las picaduras de insectos.
Más información
Acerca de la Dra. Balk:
Sophie J. Balk, MD, FAAP, es una pediatra tratante en el Children's Hospital en Montefiore y profesora de Pediatría en el Albert Einstein College of Medicine. Es miembro del Consejo de Salud Ambiental de la Academia Americana de Pediatría. En su práctica y su investigación clínicas, el enfoque de la Dra. Balk incluye la salud ambiental pediátrica, la prevención de problemas del tabaco y cáncer de piel en los niños. Expresidente del Consejo de Salud Ambiental de la Academia Americana de Pediatría, la Dra. Balk se ha desempeñado como editora asociada de las cuatro ediciones de Pediatric Environmental Health (Salud Ambiental Pediátrica).