Por Danette Glassy, MD, FAAP y Pooja Tandon, MD, FAAP
Sin importar el clima, jugar al aire libre es bueno para los niños por muchas razones. Existe evidencia científica de que
jugar al aire libre mejora la salud y a los niños de todas las edades les encanta. Y sabemos que, cuanto más tiempo pasa un niño en la naturaleza, más probabilidades tiene de crecer y ser un buen administrador de nuestro planeta: ¡una victoria
ambiental!
Encontrar la naturaleza a nuestro alrededor
No es necesario viajar muy lejos para disfrutar de la naturaleza. Su familia puede conectarse con la naturaleza en el
patio de una escuela, en el
patio trasero, en el jardín o, incluso,
virtualmente (aunque no con todos los beneficios).
También hay muchas formas de averiguar qué parques están
cerca según el código postal, incluidos algunos a los que puede llegar
caminando o usando el
transporte público. Muchos
espacios verdes públicos tienen características y programas para todas las edades y habilidades.
Continúe leyendo para descubrir formas en que usted y sus hijos pueden obtener un impulso físico y emocional jugando al aire libre y pasando tiempo en la naturaleza.
Ideas de juegos al aire libre por edad
¡Jugar al aire libre y explorar la naturaleza es para todas las edades! Algunas ideas a considerar:
Lleve a su bebé o niño pequeño afuera
Estar al aire libre le permite a su pequeño disfrutar de experiencias sensoriales enriquecedoras y de la
actividad física que sus mentes y cuerpos en rápido desarrollo necesitan.
Baje a tierra. Coloque una manta sobre el pasto o la tierra blanda. Deje que su bebé disfrute de la brisa fresca, el canto de los pájaros, los olores del bosque y las texturas de las plantas. Permita un poco de
tiempo boca abajo al aire libre, soplando burbujas para que las trate de tocar y las vea brillando bajo el sol.
Realice una visita guiada. Imagine que es un guía turístico; intente ver su vecindario a través de los ojos de alguien que nunca ha estado allí antes. Describa en voz alta todo lo que vea con el mayor detalle posible:
"Aquí es donde tu hermana mayor se lastimó la rodilla al aprender a andar en
bicicleta. Ese es el edificio donde vive nuestro amigo. Creo que fue construido hace mucho tiempo... ".
Si su hijo está en un
cochecito, deténgase y agáchese hasta su nivel, observe qué le llama la atención y hable sobre ello. Este tipo de comentarios continuos ayuda a los niños a aprender vocabulario y
habilidades de comunicación.
Lleve la hora del cuento afuera. Leer con su hijo es una de las mejores maneras de desarrollar vínculos emocionales fuertes; ayudar a desarrollar una sensación de seguridad es esencial para el crecimiento y el desarrollo. Tome una manta y algunos libros y encuentre un lugar bajo la sombra para leer al aire libre. Idealmente, lleve libros que se sitúan al aire libre para que pueda ayudar a su hijo a hacer conexiones:
"Oh, mira, una imagen de una nube. ¡Busquemos una nube en el cielo!"
¡A rodar! El juego con pelotas es otra excelente manera de involucrar a un niño de esta edad al aire libre. Siéntense en el césped uno frente al otro y hagan rodar una pelota
de un lado a otro. Esto no solo desarrolla la planificación motora y las habilidades de equilibrio, sino que también ayuda a enseñar a tomar turnos sociales y a observar el lenguaje corporal de los demás.
Explore con niños en edad preescolar y escolar
Los niños pequeños se desarrollan y aprenden de cada experiencia.
Construya esculturas en la naturaleza con ramitas, hojas, conos, rocas y más, pegando los elementos recolectados en una base de plastilina. Pregúntele a su hijo qué tipo de patrones ve en los diferentes elementos. O bien, deje que su hijo juegue en el barro con ollas, sartenes, utensilios y herramientas domésticas viejas para desarrollar los sentidos y las habilidades motoras.
Lleve la imaginación al exterior. Las maravillas del aire libre pueden inspirar nuevas ideas. Los árboles y arbustos pueden convertirse en escondites, las paredes de roca pueden convertirse en montañas para sus figuras de acción favoritas, mientras que las flores pueden convertirse en junglas para animales de juguete. ¡Deje que los niños dibujen mundos imaginarios en la acera con tiza o
pistas de obstáculos creativas para correr! Si sus hijos le dicen que no saben a qué jugar, piense en algo a lo que jugaba usted cuando era niño.
Consiga un ayudante para el trabajo en el jardín. Muchos niños podrían quejarse cuando se les pide que
ayuden en el jardín, pero los niños en edad preescolar tienen la edad adecuada para realizar pequeñas tareas útiles y supervisadas, como, por ejemplo, regar las flores. A los niños en edad preescolar les encanta sentirse ayudantes y muchas tareas de jardinería brindan información sensorial que puede ser tranquilizadora.
Salgan en bicicleta, caminen con la familia por el vecindario o busquen un nuevo parque para explorar. Si tiene un
remolque para bicicletas o su hijo puede andar en bicicleta, haga algo de ejercicio mientras disfruta del aire libre. Describa lo que ve en el camino y hable sobre el clima. Utilice muchos detalles para ayudarlos a aprender nuevas palabras y activar todos sus sentidos.
Salgan a dar un
paseo gracioso. Desafíe a los niños a caminar de puntillas durante media cuadra, girar en círculos mientras caminan, marchar con las rodillas en alto o mover las caderas y los hombros. ¡Luego, deje que los niños tomen las decisiones! ¡Podría ser divertido intercambiar el rol de "líder" en cada bloque!
Planifique
citas para jugar al aire libre. Reúnase con amigos al aire libre para crear conexiones sociales para niños y también para adultos.
Desafíe a los niños mayores y adolescentes
Manténganse involucrados con el tiempo al aire libre como familia. Aproveche este tiempo para unirse a través de juegos y actividades que todos disfruten o para desafiarse con algo nuevo.
Organice una búsqueda del tesoro en la naturaleza o inicie una colección relacionada con la naturaleza. Busque plantas, árboles, animales y aves locales. Recoja piedras, bellotas, hojas o piñas. Vea cuántos elementos pueden encontrar los niños de una lista o reúna objetos para agregarlos a una colección. Coleccionar ayuda a desarrollar la concentración, la paciencia y el compromiso a medida que los niños aprenden a evaluar qué hace que un objeto sea digno de agregarse a sus tesoros.
Deje un rastro. Organice con los padres de los amigos de sus hijos el envío de los niños a "misiones secretas de espionaje". Una familia sale a caminar con tiza, dibujando flechas y letras a lo largo del camino para deletrear un mensaje secreto. Luego, la otra familia debe seguir las flechas a lo largo del camino para registrar las letras del mensaje.
Construya un comedero para pájaros. Los comederos para pájaros son excelentes formas de atraer vida silvestre a su ventana o jardín. Puede ser divertido buscar información de las
aves que vean, mantener una lista y observar en qué época del año aparecen las diferentes especies.
Disfrute jugando. Patear una pelota de fútbol, lanzar un
frisbee, saltar la cuerda o practicar cualquier deporte que todos disfruten puede mantener la diversión al aire libre a medida que los niños crecen.
Prepare un picnic o planee una barbacoa al aire libre con amigos y familiares. Compartan una comida o jueguen juntos mientras disfrutan del aire libre.
Salgan a caminar y hablar. Es posible que a los niños mayores y a los adolescentes les resulte más fácil compartir cómo se sienten mientras caminan al lado de usted en lugar de una conversación cara a cara. Una caminata diaria corta puede ser un buen momento para un control emocional con su hijo. Le permite ver cómo está manejando los cambios y desafíos en su vida y hacerle saber que usted está allí para ayudarlo en todo lo que precise. Algunos niños también se abren mientras lanzan o patean una pelota de un lado a otro.
Beneficios del juego al aire libre
Salir al aire libre ofrece más que un descanso divertido para niños y adolescentes. También es bueno para su salud y desarrollo físico y mental.
Los niños y adolescentes que pasan tiempo jugando al aire libre y disfrutando de la naturaleza pueden:
Ser físicamente más saludables. Los niños
juegan más al aire libre que dentro de casa y necesitan oportunidades diarias para hacerlo. Pasar más tiempo al aire libre está relacionado con un mejor desarrollo motor y menores tasas de obesidad y riesgo de
miopía. Tomar sol
de forma segura también ayuda a producir la vitamina D que nuestro cuerpo necesita para mantenerse sano y fuerte.
Estar más comprometidos con el aprendizaje. Jugar al aire libre promueve la curiosidad, la creatividad, el pensamiento crítico y la concentración. Los estudios demuestran que los niños que pasaron más tiempo explorando la naturaleza obtuvieron mejores resultados de aprendizaje.
Ser más positivos en cuanto al comportamiento y el estado de ánimo. Las investigaciones muestran que cuando los niños pasan tiempo en entornos naturales experimentan
menos ira y agresión. El control de los impulsos también mejora. Esto podría ser especialmente importante cuando cambian las rutinas normales de los niños.
Ser más sanos a nivel mental. Todas las personas que pasan tiempo en la naturaleza sufren menos
estrés y depresión. Los niños muestran una mayor concentración y una reducción de los síntomas del
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Recuerde
Aproveche el
poder curativo del juego en la naturaleza, cerca de su casa o vecindario, o donde se sienta cómodo. Recuerde vestirse apropiadamente según el clima. También es buena idea
lavarse las manos o usar
desinfectante para manos durante y después de la aventura.
Finalmente, pida a los líderes
comunitarios que se aseguren de que todos los niños tengan lugares seguros para jugar al aire libre. ¡Salir al aire libre, estar en la naturaleza y mover el cuerpo es bueno para todos!
Más información
Acerca de la Dra. Glassy
Danette Glassy, MD, FAAP, es miembro de los Consejos de Pediatría Comunitaria y Primera Infancia de la American Academy of Pediatrics, así como del Capítulo de Washington de la AAP. La Dra. Glassy se jubiló recientemente después de más de tres décadas ejerciendo la pediatría de atención primaria en Mercer Island, Washington.
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Acerca de la Dra. Tandon
Pooja Tandon, MD, FAAP, es pediatra general e investigadora de University of Washington y Seattle Children’s Hospital. Sus intereses de investigación incluyen estudiar y promover el acceso equitativo a la actividad física y al tiempo al aire libre para todos los niños.
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