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Problemas de salud

Mareos y desmayos en adolescentes

Por: Caitlin Haxel, MD, FAAP y Juan Villafane, MD, FAAP

Los desmayos o vahídos, también conocidos con el término médico de "síncope", son comunes entre los jóvenes, en especial entre los adolescentes.

Tantos como 1 de cada 4 niños y adolescentes sanos se han desmayado en algún momento. ¿Le ha ocurrido a su hijo?

Si bien la experiencia puede dar miedo, por lo general la causa no es nada grave. La mayoría de los jóvenes se recuperan rápidamente después de un desmayo, típicamente en menos de un minuto.

Es importante que los padres estén informados sobre los factores desencadenantes de desmayos comunes, tales como la deshidratación, y obtengan el tratamiento adecuado cuando sea necesario. Tal vez sea necesaria una consulta con el pediatra o el cardiólogo para descartar causas preocupantes de desmayos que, aunque son infrecuentes pueden ser graves.

¿Qué hace que un niño sano se desmaye?

Lo más frecuente es que un desmayo en niños sanos ocurra cuando hay una disminución temporal de la circulación de sangre rica en oxígeno hacia el cerebro (presión arterial). Por lo general, el niño se recupera rápidamente. Esto se llama desmayo simple.

Los factores desencadenantes de un desmayo simple pueden incluir:

  • No tomar suficiente líquido, en especial en climas calurosos o en espacios con mucha calefacción. La deshidratación es la causa más común de desmayo en los niños. Al no beber suficiente líquido se reduce el volumen de sangre y disminuye la presión arterial.

  • Permanecer de pie en un mismo lugar durante mucho tiempo. Esto puede hacer que la sangre se acumule en las piernas, debido a la gravedad o por ponerse de pie demasiado rápido.

  • Recalentamiento, en especial en lugares hacinados (mucha gente).

  • Emociones intensas en respuesta al dolor, a la sangre o a algo que lo impresione o atemorice. Esto puede hacer que la parte del cerebro que controla la presión arterial, la frecuencia respiratoria y el ritmo cardíaco cambie de marcha repentinamente y pierda sincronización.

  • Hiperventilación o respiración demasiado rápida. Esto puede ocurrir por ansiedad o miedo, porque causa cambios rápidos en nuestro suministro de sangre al cerebro.  

  • Espasmos del llanto. Son comunes entre niños pequeños durante berrinches o cuando les duele algo. Los espasmos del llanto (no respira) no suelen ser graves y la mayoría de los niños los superan cerca de los 6 años de edad.

  • Determinados movimientos, como toser, tragar, levantar peso, ir al baño o incluso arreglarse el cabello pueden estirar o hacer presión sobre terminaciones nerviosas sensibles. Este desencadenante es poco frecuente y suele afectar a los adolescentes; la gran mayoría de ellos deja de sufrirlo al crecer.

El juego de la asfixia: ¡cuidado con los desafíos peligrosos del internet!

El “juego de la asfixia”, el “juego del desmayo”, “desvanecerse” o “quedar inconsciente” ("choking game", "fainting  game", "pass out" y "blackout") son los nombres de algunos de los peligrosos desafíos de Internet

que aparecen en las redes sociales, donde los niños intentan desmayarse a propósito. El "desafío" consiste en cortar el suministro de sangre y oxígeno al cerebro enroscando un cinturón o un objeto similar alrededor del cuello para experimentar un "subidón" al soltarlo.

Las estadísticas compiladas por el grupo sin fines de lucro, Juegos que los Adolescentes no deben Jugar (GASP, por sus siglas en inglés) muestran que cientos de adolescentes en el mundo entero han muerto por jugar al juego de la asfixia en las últimas dos décadas. Los estudiantes de escuela media con síntomas de depresión o problemas de conducta podrían correr un riesgo especialmente alto de jugar al juego de la asfixia, según informa un estudio reciente.

Entre los síntomas de que su hijo podría estar intentando hacerlo se incluyen ojos rojos y dolores de cabeza frecuentes. Hable con sus hijos sobre cómo los desafíos o retos virales pueden parecer inofensivos y divertidos, pero fácilmente pueden hacerlos acabar en la sala de emergencias.

¿Cuáles son algunos signos y síntomas de advertencia antes de un desmayo?

De 5 a 10 segundos antes de desmayarse ocurren varios signos de advertencia, tales como:

  • Mareo

  • Náuseas

  • Sensación de calor y transpiración o sensación de frío repentina

  • Visión borrosa o con manchas

  • "Zumbido" en los oídos

  • Aspecto pálido o ceniciento

  • Aceleración del ritmo cardíaco (lo que llamamos taquicardia)

Si mi hijo ya se desmayó anteriormente, ¿debo informarlo a sus maestros y entrenadores?

Sí. Ellos pueden estar atentos a los signos y ayudarlo a acostarse en el piso si vuelve a suceder, así como evitar riesgos tales como que permanezca de pie al final de una fila en gradas llenas de gente.

Qué hacer cuando un niño se desmaya:

1.   Si fuera posible, intente atrapar al joven y acostarlo lentamente en el piso.

2.   Haga que el joven levante ambas piernas durante 10 minutos mientras permanece acostado.

  • Si el niño tuviera comida en la boca, acuéstelo de lado con la cara hacia el piso para que no se asfixie con la comida.

3..  Llame al 911 o diríjase al departamento de emergencias más cercano si el niño:

  • No se despierta tras un corto tiempo

  • Tiene lesiones por la caída y sangra mucho

  • Se desmaya de repente luego de tomar un medicamento, ser picado por un insecto o haber comido algo a lo que podría ser alérgico

  • Estaba haciendo ejercicio cuando se desmayó

  • Tiene dificultad para respirar, hablar o moverse

¿El desmayo puede ser signo de una afección médica más grave?

En ciertos casos, el desmayo podría ser signo de un problema o afección de salud subyacente, como, por ejemplo:

  • Deficiencia de hierroLa anemia ocurre cuando no hay suficiente hierro en la sangre para transportar el oxígeno necesario al cerebro y esto puede provocar mareos en los adolescentes que están creciendo muy rápido, en especial en las chicas que tienen menstruaciones abundantes.

  • Hemorragia interna. Un golpe en la cabeza (como una conmoción cerebral) o en el vientre.

  • Diabetes. Las disminuciones repentinas del nivel de azúcar en sangre pueden provocar desmayos. El cerebro necesita azúcar como fuente de energía. La diabetes también puede causar un aumento del volumen de orina, lo que lleva a la deshidratación. Si un niño con diabetes se desmaya, se considera una emergencia diabética. 

  • Trastornos alimentariosLa anorexia y la bulimia pueden provocar desmayos por deshidratación, bajo nivel de azúcar en sangre y cambios en la presión arterial o en la circulación provocados por la inanición, los vómitos o el exceso de ejercicio.

  • Problemas cardíacosLos latidos cardíacos irregulares (arritmia cardíaca) o problemas estructurales (en el corazón o en las válvulas) pueden causar desmayos. Los desmayos ocurridos durante el ejercicio físico siempre necesitan de un seguimiento médico.

  • Migrañas. El desmayo es un síntoma de determinados tipos de migraña.

  • Consumo de drogas y alcohol. El alcohol hace que los vasos sanguíneos se dilaten o ensanchen, lo que podría bajar la presión arterial. Algunas drogas ilegales, como las metanfetaminas, afectan la función cardíaca y pueden provocar desmayos.

  • Embarazo. Los cambios en el sistema circulatorio provocados por el embarazo pueden afectar la presión arterial y aumentar la necesidad de líquidos del cuerpo.

  • Síndrome de taquicardia ortostática postural. Se estima que esta dolencia afecta a 1 de cada 100 adolescentes, quienes sufren de latidos cardíacos acelerados o desmayos al ponerse de pie, en especial después de estar acostados. Los episodios suelen comenzar después de una enfermedad viral, un traumatismo o una intervención quirúrgica importante.

  • Enfermedad de Addison/insuficiencia suprarrenal. Los niños que padecen esta afección no producen cantidades suficientes de hormonas, como por ejemplo cortisol, que ayudan a controlar la respuesta al estrés, la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre.

¿Cómo se diagnostican y tratan los casos de desmayos más graves?

En el caso de un niño que se desmaye varias veces, o si hubiera signos de una afección médica más grave, es probable que el pediatra refiera a su hijo a un cardiólogo pediátrico. Durante la consulta, es probable que a su hijo le hagan varios tipos de pruebas cardíacas. Consultar Tipos de pruebas cardíacas comunes.

Síntomas de alerta de posibles problemas cardíacos relacionados con los desmayos:  

  • Desmayos durante el ejercicio físico.

  • Latidos cardíacos anormales o particularmente acelerados, sobre todo si ocurren antes del desmayo.

  • Antecedentes familiares de muerte súbita de origen cardíaco. El pediatra podría hacer preguntas sobre familiares cercanos que hayan muerto accidentalmente o por ahogamiento que pudieran haber tenido que ver con desmayos de origen cardíaco.

¿Puedo evitar que mi hijo se desmaye?

El pediatra puede recomendarle formas de ayudar a evitar los desmayos simples. 

Aquí se incluyen algunas ideas:

  • Hidratación y buena alimentación. Asegúrese de que su hijo beba abundante agua u otro tipo de bebidas saludables cada día. Limite el consumo de cafeína y evite que se salte comidas.

  • Control de la presión arterial. Si su hijo tiene presión arterial baja o normal, el pediatra podría sugerir un cambio en su dieta.

  • Flexionar los músculos de las piernas, cambiar de posición e inclinar la cintura ocasionalmente cuando esté de pie durante mucho tiempo para ayudar con la circulación y el flujo de sangre al cerebro.

  • Descanso del calor. Evite permanecer durante largos ratos en entornos calurosos como canchas de práctica, al sol o lugares colmados de gente. Limite el tiempo que pasa en duchas calientes, saunas, tinas de hidromasaje y jacuzzis.

  • Ayude a su hijo a aprender a reconocer los primeros signos de un desmayo. Cuando comiencen los síntomas, recuérdele que ponga la cabeza entre las piernas o que se acueste.

¿Hay medicamentos que ayuden a prevenir los desmayos?

En ciertos casos se pueden recetar medicamentos. Ciertos tipos de esteroides, betabloqueadores, fármacos antiarrítmicos y antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) pueden ayudar a algunos pacientes. Es necesario realizar más estudios de investigación para definir la eficacia de estos medicamentos en niños y adolescentes.

Recuerde:

La mayoría de los niños y adolescentes que se desmayan se recuperan rápidamente y sin sufrir secuelas. Saber cómo ayudar a evitar desmayos como, por ejemplo, beber abundante líquido, puede ser útil para evitar la experiencia atemorizante del desmayo. Asegúrese de informar a su pediatra cada vez que su hijo se desmaye.

Información adicional:

Sobre la Dra. Haxel:

HaxelCaitlin Haxel, MD, FAAP, es especialista en cardiología pediátrica en capacitación de becas (fellowship) que se enfoca en imagenología avanzada y cardiología fetal en el Hospital Infantil Colorado de Aurora en Colorado. Completó su educación médica en la Universidad Estatal de Nueva York en Brooklyn, Nueva York, y luego cumplió con su residencia pediátrica y su especialización de cardiología pediátrica en el Hospital Infantil Presbyterian-Morgan Stanley de la Facultad de Medicina de la Universidad de Columbia en Nueva York.  Dentro de la American Academy of Pediatrics, la Dra. Haxel integra el Departamento de Publicaciones sobre Cardiología y Cirugía Cardíaca y el Comité de Comunicaciones.

Sobre el Dr. Villafane:

Juan Villafane, MD, FAAP, es cardiólogo pediátrico. Dentro de la American Academy of Pediatrics, el Dr. Villafane integra el Departamento de Publicaciones sobre Cardiología y Cirugía Cardíaca y el Comité de Comunicaciones. 

Última actualización
6/25/2019
Fuente
AAP Section on Cardiology & Cardiac Surgery (Copyright @ 2019 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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