La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda minimizar o eliminar la exposición a las pantallas (que no sean video y chat) a niños menores de 18 meses. En cambio, para los niños mayores en edad preescolar, poner límites al uso de pantallas es muy apropiado. Los padres deben tener una estrategia para gestionar los dispositivos electrónicos a la hora de elegir maximizar sus beneficios.
Vea o juegue con sus hijos y encuentre otras actividades para hacer juntos que sean saludables para el cuerpo y la mente. Buenos ejemplos incluyen leer, hablar y jugar juntos.
Se ha demostrado que el juego independiente supervisado para bebés y niños pequeños tiene beneficios superiores al uso de pantallas cuando no puede sentarse y jugar activamente con su hijo. Por ejemplo, haga que su hijo juegue con tazas encajadas en el suelo cerca mientras usted prepara la cena. Evite también colocar un televisor en el dormitorio de su hijo. Y reconozca que el propio uso de las pantallas que usted hace puede tener un efecto negativo en los niños. Todos los niños y adolescentes necesitan dormir lo suficiente (8 a 12 horas, según la edad), actividad física (1 hora) y tiempo alejado de los medios. Designe momentos juntos libres de medios (como durante las cenas familiares) y zonas libres de pantallas (como los dormitorios). Los niños no deben dormir con dispositivos en sus habitaciones, incluidos televisores, computadoras y teléfonos inteligentes.
Se pide a los padres a desarrollar planes personalizados de uso de pantallas para sus hijos. Los planes de uso de pantallas deben tener en cuenta la edad, la salud, la personalidad y la etapa de desarrollo de cada niño. Cree su Plan familiar de uso de pantallas aquí y recuerde comunicar su plan a otros cuidadores, como niñeras o abuelos, para que las reglas de los dispositivos digitales se sigan consistentemente.
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