Es importante ayudar a sus hijos a que tengan una actitud positiva hacia los alimentos desde pequeños. A los tres años, es menos probable que los niños coman, o dejen de comer, y lo hagan como una actitud
desafiante. Por lo general (aunque no siempre), aprenderán a interactuar, participar y disfrutar mejor de las
comidas en familia.
5 consejos para los padres:
Acepte las preferencias firmes que tiene de algunos alimentos. Su hijo de tres años puede entusiasmarse con la comida pero quizá tenga preferencias específicas a algunos alimentos. Algunas preferencias pueden variar de un día a otro. Por ejemplo, su hijo puede devorar un alimento en particular un día y rechazar el mismo alimento al día siguiente. Puede pedir un determinado alimento durante varios días seguidos y luego insistir en que ya no le gusta. Aunque quizá sea frustrante, este comportamiento es muy habitual en un niño de tres años. Es mejor no darle demasiada importancia. En cambio, siga ofreciéndole a su hijo una variedad de alimentos saludables y permita que elija cuál y cuánto comerá.
Anímelo pero no lo obligue a probar nuevos alimentos. Ofrezca cantidades muy pequeñas de un nuevo alimento para que su hijo lo pruebe, junto con otros alimentos que ya le gustan. No espere que su hijo coma una porción completa de un alimento que no conoce.
Ofrezca opciones de alimentos nutritivos en cada comida. Como padre, su trabajo es asegurarse de que su hijo de tres años de edad tenga
opciones de alimentos nutritivos en cada comida. Después de ofrecer opciones saludables en la mesa, permita que su hijo decida cuánto va a comer. Si su hijo es
selectivo para comer (por ejemplo, se resiste a comer verduras), no se desanime ni se frustre. Siga ofreciéndole una variedad de alimentos saludables, incluso si antes no le gustaban. Para lograr que un determinado alimento le guste a un niño, es posible que deba consumirlo de 15 a 20 veces repetidas. Este es también un momento importante para establecer
refrigerios saludables y hábitos de alimentación.
Las comidas pueden ser sencillas y nutritivas. Recuerde, las comidas a esta edad no necesitan ser sofisticadas. De hecho, la mayoría de los niños de tres años prefieren una preparación más sencilla. Si solo tiene unos minutos para preparar una comida, pruebe comidas sencillas que incluyan una fuente de proteína, granos integrales, frutas, verduras y productos lácteos. Por ejemplo, un sándwich de pavo o mantequilla de maní, una porción de zanahorias, una manzana y un vaso de leche. Un simple almuerzo como este requiere menos tiempo de preparación que conducir hasta un restaurante de comida rápida, ¡y es mucho más saludable!
Apague el televisor, especialmente durante las comidas. La publicidad televisiva puede ser un gran desafío para la buena nutrición de su hijo de tres años. Los niños pequeños son fáciles de influenciar con comerciales de alimentos no saludables como cereales con azúcar, comida rápida y dulces. La mejor manera de evitarlo es establecer un "toque de queda mediático" a la hora de las comidas y de acostarse; retire todos los dispositivos o enchúfelos en un lugar específico para cargalos durante la noche.
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