¿Sabía que cientos de niños menores de un año mueren cada año en los Estados Unidos por lesiones que en su mayoría podrían prevenirse?
En muchos casos estas lesiones ocurren porque los padres no están conscientes de lo que sus hijos son capaces de hacer. Los niños aprenden con rapidez, y antes de lo que imagine, su niño podrá escurrirse de la cama o alcanzar esa taza de café caliente.
Lesiones en el automóvil
Los choques de auto son una gran amenaza para la vida y la salud de su hijo. La mayoría de lesiones y muertes debidas a choques automovilísticos pueden prevenirse con el uso de asientos de seguridad para niños. Su hijo, además de estar mucho más protegido en un asiento de seguridad, se portará mejor, permitiéndole a usted conducir con más cuidado. Su recién nacido debe estar muy bien protegido en su primer viaje en auto del hospital a la casa. Llévelo en la parte de atrás del auto en un asiento de seguridad para bebé que mire hacia atrás.
Verifique que el asiento de seguridad de su bebé esté instalado correctamente. Lea y siga las instrucciones del fabricante y la sección del manual del auto referente a la colocación correcta del asiento de seguridad. CADA vez que su hijo vaya en el auto, use el asiento de seguridad.
NUNCA ponga a un bebé en la silla delantera de un auto que tenga bolsa de aire para el pasajero.
Caídas
Poco después de haber nacido, los bebés tienen la habilidad de moverse y estirarse impulsándose de objetos con los pies. Incluso estos primeros movimientos pueden resultar en una caída. Conforme su bebé crece y es capaz de darse vuelta, puede caerse de un sitio a menos que esté protegido. No deje a su bebé solo en cambiadores, camas, sofás o sillas. Colóquelo en un lugar seguro tal como una cuna o un corral cuando no pueda cargarlo.
Un bebé puede empezar a gatear desde los 6 meses. Coloque rejas en las entradas de las escaleras y cierre las puertas para que su bebé no pueda entrar a habitaciones donde corra el riesgo de lastimarse. Instale rendijas manuales en todas las ventanas superiores al primer piso.
No use andadores (caminadores) infantiles. El bebé puede hacerlo volcar, caerse o precipitarse por las escaleras y lastimarse seriamente en la cabeza. Los andadores permiten que el bebé tenga acceso a lugares donde puede jalar o tirar objetos pesados o alimentos calientes.
Si su niño sufre de una caída fuerte o no actúa normalmente después de cualquier caída, llame al médico.
Quemaduras
De los 3 a los 5 meses, los bebés empiezan a mover los puños de las manos y agarrar cosas. NUNCA lleve en la mano una taza de café, líquidos calientes ni platos de comida mientras esté cargando al bebé ya que corre el riesgo de que el pequeño se queme. ¡Ni siquiera lo intente! Para proteger al bebé de que se queme con el agua del grifo, reduzca la temperatura máxima de su calentador de agua a 120 °F (48,8 °C). La mayoría de las veces usted puede ajustar la temperatura del calentador de agua de su hogar.
Si su bebé se quema, deje correr agua fría de inmediato sobre la parte afectada hasta que el pequeño pare de llorar. Después cubra la quemadura con un vendaje suelto o un paño limpio y llame al médico.
Para proteger al bebé de incendios caseros, coloque en la casa alarmas de humo y verifique que estén funcionando y tenga una alarma para cada piso de su casa, especialmente en donde duerme y en donde está la caldera o horno de la casa . Revise las baterías de las alarmas cada mes. Use baterías o pilas de larga duración y si no, cámbielas por lo menos una vez al año.
Atragantamientos y asfixia
Los bebés exploran su entorno llevándose cualquier cosa a la boca. NUNCA deje objetos pequeños al alcance de su bebé, ni siquiera por un rato. NUNCA le dé trozos duros de comida tales como pedazos de zanahoria cruda, manzana, salchichas (perros calientes), uvas, cacahuates y palomitas de maíz. Corte todo lo que le vaya a dar en trozos delgados para prevenir atragantamientos. Esté pendiente por si empieza a atragantarse. Pregúntele al médico cuáles son los pasos a seguir en tales casos. Aprenda a salvar la vida de un niño que se atraganta.
Para prevenir posibles asfixias y reducir el riesgo de la “muerte de cuna” o síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL), el bebé siempre debe dormir boca arriba. La superficie o cuna donde duerme el bebé no debe tener almohadas, animales de peluche, mantas o mantillas o ropa de cama suelta. NUNCA ponga a dormir a su bebé en una cama de agua, una silla saco (bean bag) o sobre cualquier superficie blanda que pueda cubrir la cara y bloquear la entrada del aire por la nariz y la boca.
Las envolturas y las bolsas de plástico forman un sello apretado sobre la boca y la nariz y pueden sofocar a un niño. Manténgalas fuera del alcance de su bebé.