Consejos para ayudar a su hijo cuando le tiene miedo a las agujas de las inyecciones
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No le prometa que no habrá "inyecciones" cuando tenga que llevarlo a la clínica/consultorio. Si usted le hace una promesa y no la cumple, pierde su confianza. Tampoco bromee de que el médico o la enfermera le va a poner una inyección como una forma de castigo. Nunca se le ha puesto una inyección a un niño para molestarlo; no cree ese mito, ya que puede hacer pensar al niño que el médico le puede hacer daño.
El miedo a las agujas existe (es real). Valide o ratifique a su niño cuando le diga que esta atemorizado. Y luego hable directamente al médico o personal de la clínica sobre formas de ayudar al niño mientras recibe la inyección.
Considere la posibilidad de usar un medicamento para la ansiedad (tal y como: Ativan, Valium, o Xanax) si realmente le tiene fobia a las agujas.
Considere la posibilidad de usar un ungüento para adormecer el área (tales como: EMLA o aerosol vapocoolant) para adormecer la piel antes de la vacunación. Va a necesitar una receta médica para hacerlo, pero con frecuencia la crema o ungüento le brinda alivio y le da cierto control que aumenta la confianza/seguridad para combatir la ansiedad de los niños y adolescentes temerosos.
Considere técnicas para respirar profundo y otras modificaciones del comportamiento, tales como la distracción al momento de la inyección, para ayudar a su niño. Considere también hacer una cita con un profesional de la salud del comportamiento.
Considere el "truco de la tos". Yo sugiero el truco de la tos (toser en el momento) a todos mis pacientes y adolescentes que le tienen miedo a las inyecciones. ¡Estudios (e informes de mis pacientes) confirman que el truco funciona de maravilla!
Información adicional:
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- Autor
- Wendy Sue Swanson, MD, MBE, FAAP
- Última actualización
- 9/16/2016
- Fuente
- Mama Doc Medicine: Finding Calm and Confidence in Parenting, Child Health, and Work-Life Balance (Copyright © 2014 Wendy Sue Swanson)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.