Hay ocasiones en que un niño se dedica a agredir, intimidar, burlarse o atormentar a otro niño sin descanso. Usualmente los niños que son agredidos de este modo son más débiles o más pequeños, sufren de timidez y se sienten indefensos.
Datos acerca del acoso entre los niños
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Tanto las niñas como los niños pueden ser agresores.
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Los agresores buscan como víctimas a niños que lloran, se enojan o se rinden fácilmente.
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Hay tres tipos de agresión:
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Física —golpear, patear, empujar, estrujar
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Verbal —amenazar, intimidar, burlarse, insultar
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Social —excluir a la víctima de actividades o lanzar rumores sobre ella.
El hostigamiento o acoso ocurre:
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En la escuela —Cuando los profesores no pueden ver lo que está pasando, ya sea en los pasillos, a la hora del almuerzo o en el baño.
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Cuando no hay adultos presentes —Al ir y volver de la escuela, en el patio de recreo o en el vecindario.
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A través de correos electrónicos o mensajes instantáneos —Se lanzan rumores o se envían notas odiosas.
El acoso escolar es distinto de las peleas y las bromas
- El agresor tiene poder sobre otro niño.
- El agresor trata de controlar a otros niños asustándolos.
- El ser objeto de burlas una y otra vez puede hacer de su hijo una víctima.
- La agresión suele ocurrir cuando hay otros niños presentes.
Hable con su hijo acerca del acoso escolar
Aun cuando no crea que su hijo sea un agresor, esté siendo agredido o sea un espectador de la agresión, es conveniente hacerle estas preguntas:
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“¿Cómo van las cosas en la escuela?”
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“¿Qué te parecen los chicos de tu clase?”
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“¿Alguien atormenta a otro niño?”
Hable con su hijo sobre
cómo puede protegerse a sí mismo. Los agresores siempre buscan niños más pequeños o más débiles. Si hay una pelea y el agresor “gana”, esto tan sólo hará que las cosas se pongan peores para su hijo.
Ayúdele a aprender a responder
Hablemos de lo que puedes hacer y decir si esto vuelve a pasar.
Enseñe a su hijo a:
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Mirar al agresor a los ojos.
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Permanecer erguido y mantener la calma en una situación difícil.
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Alejarse del sitio.
Enseñe a su hijo a decir con voz firme:
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"No me gusta lo que estás haciendo”.
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“Por favor, NO me hables así”.
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“No tienes derecho a decirme esas cosas”.
No es suficiente con decirle al niño que haga y diga estas cosas. Muchos niños no adquieren estas destrezas naturalmente. Es como aprender un nuevo idioma: se necesita de práctica. Así que practique con el niño, de tal modo que en el momento de la verdad, estas destrezas le sean naturales.
Enséñele cuándo y cómo pedir ayuda. Su hijo no debe temer recurrir a un adulto cuando otro niño lo esté agrediendo o intimidando. Puesto que algunos niños se sienten avergonzados de ser agredidos, es importante que los padres hagan énfasis en que esto no es su culpa.
Anímelo a hacerse amigo de otros niños. Hay muchos grupos supervisados por adultos, tanto en la escuela como fuera de ésta, a los que su hijo podría unirse. Invite a los amigos de su hijo a su casa. Los niños solitarios son más propensos a ser objeto de agresión o intimidación.
Fomente las actividades que le interesan a su hijo. Al participar en actividades como
deportes de equipo, grupos musicales o grupos sociales, su hijo desarrollará nuevas habilidades y destrezas sociales. Cuando los niños tienen confianza en sus relaciones interpersonales, son menos propensos a que otros niños los escojan como blanco de burla o agresión.
Advierta el problema a los funcionarios de la escuela y busquen soluciones en conjunto.
- Puesto que la agresión suele ocurrir fuera del salón de clase, hable con el director de la escuela, el consejero o los monitores del patio de recreo, así como con los maestros del niño. Cuando los funcionarios de la escuela están al tanto del problema de agresión, pueden ayudar a detenerlo.
- Anote todos los incidentes de agresión y repórtelos a la escuela de su hijo. Al saber cuándo y dónde se dan estos incidentes, usted y su hijo podrán planear mejor qué hacer en caso de que se vuelvan a presentar.
- Algunos niños que son agredidos tienen miedo de ir a la escuela, les cuesta trabajo poner atención en la escuela o desarrollan síntomas como dolor de cabeza y de estómago.
Cuando su hijo es el abusador o agresor
Si usted sabe que su hijo está agrediendo a otros niños, tome el asunto con mucha seriedad. Éste es el momento en que usted puede modificar la conducta del niño.
A largo plazo, los niños agresores siguen teniendo problemas. Estos problemas suelen empeorar si la conducta agresora no se detiene a tiempo. Al llegar a la edad adulta, estas personas tienen mucho menos éxito en el trabajo y la vida familiar, e incluso pueden meterse en líos con la ley.
Establezca límites firmes y consistentes a las conductas agresoras de su hijo. Deje en claro que no está bien agredir o intimidar a otra persona.
Dé un buen ejemplo. Los niños necesitan desarrollar estrategias nuevas y constructivas para obtener lo que quieren.
Muestre a su hijo que puede lograr las cosas sin tener que burlarse, amenazar o insultar a alguien. Todo niño puede aprender a tratar a los demás con respeto.
Emplee medidas disciplinarias efectivas y no corporales, tales como pérdida de privilegios. Cuando su hijo necesite que lo discipline, explíquele por qué su conducta fue mala y cómo puede cambiarla.
Ayude a su hijo a entender que la agresión lastima a otros niños. Dele al niño ejemplos de buenos y malos resultados de sus acciones.
Elabore con la ayuda de otros un plan con soluciones prácticas. Con la ayuda del rector de la escuela, los maestros, consejeros, y los padres del niño que su niño está agrediendo, encuentre posibles soluciones para parar el acoso.