Todos los días, miles de niños sufren miedo, vergüenza y frustración por el acoso que reciben. Más del 19 % de los niños de entre 12 y 18 años afirman que fueron acosados por sus compañeros. Lo alarmante es que muchos de esos casos suceden
en línea.
Aquí incluimos información que todo padre o madre debe saber sobre el acoso y las medidas que pueden ayudar a detenerlo.
El acoso nunca está bien
"Los niños pueden ser crueles", dice un viejo dicho. Sin embargo, el acoso es una amenaza importante que afecta a niños de ambos lados del conflicto. La investigación demuestra que tanto los acosadores como sus víctimas tienen un bajo rendimiento en la escuela, que generalmente empeora antes de obtener su título secundario. Cuando se convierten en adultos, muchos sufren problemas de
ansiedad,
depresión o
abuso de sustancias que incrementan los problemas de salud física que se generan del estrés. Estos son solo algunos de los motivos por los que el acoso no debe tolerarse ni explicarse nunca.
3 formas de acoso infantil
Acoso físico: sucede cuando un niño golpea, patea, hace tropezar, empuja, estrangula o de algún otro modo daña a otro niño. El hecho de robar, esconder o dañar las pertenencias de un niño es otra forma de acoso físico.
Acoso verbal: pueden ser burlas, insultos, maltratos o amenazas dirigidas a otro niño en forma de gritos o por escrito. Los insultos reiterados por motivos de género, raza, identidad sexual, peso, apariencia y otros rasgos personales pueden ser parte del patrón.
Acoso social: sucede cuando dos o más niños van contra otro niño. Pueden intentar avergonzar o aislar a su víctima, dejándola afuera de actividades o difundiendo rumores sobre ella. Incentivar a otros niños a unirse puede intensificar el efecto.
Dónde y cuándo pueden atacar los acosadores
Los niños acosadores escogen el momento y el lugar cuidadosamente, ya sea para llamar la atención o para evitar que los vean. Más allá de la escuela, el acoso también puede suceder en otros lugares como el
autobús escolar o la parada de autobús, durante viajes al campo y otros lugares como
patios de juego, gimnasios, piletas, campos de deporte e incluso centros de culto. También puede tener lugar en guarderías, en campamentos o en cualquier lugar donde se reúnan los niños.
La amenaza creciente del ciberacoso
El acoso en línea es cuando los niños atacan a sus compañeros por mensaje de texto, redes sociales, salas de chat o canales de juegos y en otros espacios digitales.
Los acosadores cibernéticos generalmente muestran las siguientes conductas:
Inician rumores maliciosos y los difunden
Revelan información privada de un niño (doxeo)
Publican imágenes o videos vergonzosos
Roban contraseñas y bloquean las cuentas de otros niños
Usan
inteligencia artificial (IA) para crear y compartir imágenes o memes humillantes
Niños que son más vulnerables al acoso
El acoso generalmente está vinculado al poder. Los acosadores jóvenes pueden intentar parecer más importantes al criticar a otros que parecen diferentes.
Diferencias físicas y mentales
En general, los niños con cuerpos más grandes o más pequeños, son víctimas de ataques. Algunos niños de diferente raza, origen étnico, entorno social o religioso, o con diferencias físicas, ya sea al nacer o por lesiones u otras causas, también pueden hacer que un niño sea más vulnerable. Lo mismo sucede con discapacidades intelectuales como el síndrome de Down, o características como vergüenza extrema o ansiedad social.
Género, orientación sexual, etc.
En los EE. UU,
las niñas sufren más acoso que los niños. También tienen más probabilidades de sufrir comentarios perjudiciales sobre sus cuerpos o ser objeto de bromas sexuales que pretenden avergonzarlas.
Los niños que se identifican como
LGBTQ tienen todavía más riesgos de sufrir acoso. Según una investigación del
Trevor Project, alrededor de dos tercios de los alumnos LGBTQ de la educación secundaria básica y casi la mitad de los alumnos de la preparatoria afirman que han sufrido acoso en persona o en línea.
El lugar donde viven los niños también puede tener que ver. La investigación demuestra que los niños de
pueblos pequeños y zonas rurales sufren más acoso que los que viven en ciudades o barrios residenciales.
Los niños que suelen acosar a otros
Algunos niños acosan a los demás porque quieren sentirse poderosos o que tienen el control. Pueden sentir que no tienen suficiente poder en otras partes de su vida. Esto puede incluir a niños con las siguientes características:
Les gusta controlar a los demás. Es posible que en secreto les preocupe la
popularidad y la posición social, y que busquen constantemente formas de destacarse.
Se sienten aislados, enojados o ansiosos y pueden ser extremadamente sensibles a la presión o las críticas de sus compañeros. Pueden luchar por comprender las reglas sociales o sentir empatía por otros. En general, no tienen un sentido de pertenencia y a veces acosan para intentar vincularse con otras personas (incluso si es de una manera hiriente).
Ellos mismos fueron acosados. Las víctimas en general se convierten en agresores después de haber sido atacados, posiblemente para obtener una sensación de poder.
Otros rasgos que pueden llevar al acoso:
Mal genio y comportamiento agresivo: los niños que se enojan fácilmente o actúan de manera hostil tienen mayor tendencia a acosar.
Ven la
violencia
como algo positivo: si un niño ve la pelea o el daño a otros como una manera de resolver problemas, es más probable que acose.
Tienen amigos que acosan: pueden sumarse para ser aceptados o evitar ser acosados ellos mismos.
Tienen problemas para seguir reglas o para respetar límites, lo que puede generar acoso.
Son testigos de acoso o violencia: los niños aprenden de lo que ven, especialmente en modelos a seguir. Si alguien que ellos admiran recurre al acoso o la violencia, los niños pueden copiar esa conducta.
Posibles signos que indican que su hijo sufrió acoso
Algunos de estos posibles signos de ser acosado, a continuación, podrían provenir de otras formas de
trauma. Sin embargo, si los nota en su hijo, debe tener una charla libre de prejuicios con su hijo:
Dolores de cabeza o
dolores de estómago
Cambios en los hábitos de alimentación
Odiar o
evitar la escuela u otros lugares en los que interactúan con pares
Calificaciones más bajas de lo habitual
Autolesiones o hablar de
suicidio
Moretones, cortes u otras lesiones que no pueden explicar
Pérdida o daño de teléfonos, alhajas, ropa, libros, etc.
Problemas para ir a dormir o para dormir toda la noche, con
pesadillas frecuentes
Pérdida repentina de amigos, o parecer estresado por amistades que en algún momento le generaban alegría
Esconderse de las situaciones sociales
Cómo ayudar a su hijo a sobrellevar el acoso
En primer lugar, escúchelo
Pregunte exactamente qué sucedió y cuándo. Escúchelo con amor y reafirme que está allí para ayudarlo a encontrar soluciones. Tenga en cuenta que es posible que no esté listo para compartirlo porque le causa vergüenza. Hágale saber que puede
hablar con usted cuando se sienta preparado.
Escuche la perspectiva de su hijo, sin juzgarlo. Hágale preguntas como "¿Puedes contarme algo más?" y "¿Qué sentiste?". Al escuchar, puede ayudarlo a sanar, a procesar y a validar una situación difícil. Todavía no está resolviendo nada.
Practique maneras de reaccionar empoderantes
Muéstrele a su hijo cómo mirar al agresor a los ojos, mantenerse firme y luego alejarse con calma. (Esto requiere mucha valentía, así que practique con él hasta que salga natural).
Puede practicar la estrategia "parar-caminar-hablar" con su hijo:
Parar: decirle al acosador que se detenga con voz firme ("no es gracioso" o "ya basta").
Caminar: alejarse con calma y con confianza.
Hablar: contárselo a un adulto de confianza que pueda ayudarlo.
Incorpore palabras que tengan fuerza
Preguntarle al acosador "¿Por qué harías (o dirías) eso?" puede debilitar su sensación de poder en el momento. Otras respuestas: "Voy a hablar contigo, pero no voy a pelear", "No me da vergüenza buscar ayuda si no te detienes".
Silencie a los acosadores en línea
El ciberacoso es
ilegal en los 50 estados y la mayoría de los distritos escolares tienen estrictas reglas contra el ciberacoso.
Este artículo explica cómo trabajar junto a su hijo para silenciar a los acosadores en línea.
Fomente las amistades
Los niños con
grupos de amigos saludables que los apoyen son menos vulnerables al acoso. Si no tienen muchos amigos en la escuela, explore los grupos locales donde puedan reunirse con niños de la misma edad. Fomente los deportes, los clubes, las citas de juegos y las reuniones.
Sepa cuándo involucrar a otros adultos
Podría sentir la necesidad de llamar a los padres del acosador o de correr a reunirse con el director. Primero, ayúdelo a sentirse más fuerte en la situación. Si el acoso no termina, busque ayuda de los directivos escolares, asesores, docentes, entrenadores y otras personas, incluido el pediatra.
Cómo hacer para que su hijo deje de acosar a otros
Si detecta signos de que su hijo hiere, avergüenza o excluye a otra persona, tome medidas de inmediato. Necesitará apoyo para aprender nuevas formas de tratar a otras personas. Pídale que trate a los demás con respecto, incluso a los niños que no le agraden o con los que no esté de acuerdo.
Asegúrese de que su hijo comprenda
qué es el acoso y por qué está mal.
Limite con firmeza y consistencia palabras o acciones hirientes.
Sea un modelo de buenos modales y tolerancia en su trato con los demás.
Aplique disciplina en
formas no físicas que no incentiven la agresión. Use estrategias de disciplina positiva que enseñen responsabilidad y empatía.
Manténgase cerca de la situación para que pueda ver el avance. Asegúrese de felicitarlo cuando muestra
amabilidad y una conducta adecuada.
Puede averiguar con su hijo los posibles motivos por los que está acosando. Es posible que descubra que está experimentando una situación traumática (las personas heridas hieren), por ejemplo. Si es así, hable con el pediatra o un psicólogo para pedir ayuda. Muchos niños necesitan ayuda profesional para cambiar acciones negativas que se convirtieron en hábitos.
Anime a su hijo a que defienda a los demás
Asegúrese de que su hijo se sienta capaz de actuar cuando un acosador ataca a otro niño. A continuación le dejamos algunos consejos para compartir y debatir.
No solo mires. Esto les da a los acosadores la atención que anhelan.
Ayuda a los niños atacados. Puedes hacerlo diciendo "¡Basta!" y ayudando al niño a salir de la situación.
Denuncia un ataque en línea. Bloquea o anula al acosador y expresa tu apoyo al niño que fue herido. No reenvíes ni "des me gusta" a publicaciones que tienen como objetivo acosar a alguien.
Busca ayuda de un adulto de confianza. Buscar ayuda para alguien que fue atacado no es ser chismoso. Es un acto de valentía, cuidado y seguridad.
Sé amigable. Ayuda a los niños que fueron acosados siendo amable con ellos. Se sentirán menos solos y esto refleja el mensaje de que el acoso nunca está bien.
Recuerde
El acoso no es algo tan simple como que "así son los niños". Es un problema que todos los padres, cuidadores, docentes y líderes escolares deben tomar en serio. Un enfoque comunitario es la mejor manera de garantizar que todos los niños se sientan seguros donde sea que vayan. Obtenga más información en
StopBullying.gov.
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