Los incendios forestales son incendios no planificados que comienzan en áreas naturales como bosques, pastizales y praderas. Estas llamas pueden extenderse rápidamente a las comunidades cercanas. Estar preparado y saber los pasos a seguir antes, durante y después de un incendio forestal puede ayudar a mantener a su familia a salvo.
Antes de la temporada de incendios forestales
Si vive en un área propensa a los incendios forestales, tener un plan de acción ante incendios forestales debe ser parte del
plan en caso de catástrofes de su familia, incluido tener un equipo listo para casos de catástrofes, para salir de casa si es necesario.
Durante un incendio forestal
La atención debe centrarse en proteger la seguridad inmediata de su familia.
Si un incendio forestal arde cerca de ustedes
Si el humo del incendio forestal está afectando su área
Los niños corren un riesgo especial por la exposición al humo del incendio forestal. Esto se debe a que respiran más aire en relación con su tamaño, son más activos que los adultos. Además, todavía están creciendo y desarrollándose.
Los efectos de los incendios forestales en la salud de un niño pueden incluir:
Opresión o dolor en el pecho
Falta de aliento o dificultad para respirar
Tos
Ardor o escozor en la nariz, la garganta y los ojos
Sensación de mareo o aturdimiento
Permanezca en el interior para minimizar la exposición al humo
Permanezca en el interior para minimizar la exposición al humo y mejore la calidad del aire interior:
Cierre todas las ventanas, puertas y cualquier otra abertura.
Configure su aire acondicionado en modo de recirculación si es posible y evite actividades que puedan empeorar el aire interior, como cocinar en una estufa o pasar la aspiradora.
Si tiene aire acondicionado o calefacción central, reemplace el filtro por uno con clasificación MERV13 o superior. Independientemente de que tenga aire central o no, considere la posibilidad de utilizar un filtro de aire de partículas de alta eficiencia (High-Efficiency Particulate Air, HEPA) u otro sistema de filtración de aire para habitaciones. NUNCA use un filtro de aire que genere ozono.
Cuando esté en un automóvil, mantenga las ventanas cerradas. Encienda el aire acondicionado para hacer recircular el aire. Reemplace los filtros de aire de acuerdo con el programa de mantenimiento de su vehículo.
Controle la calidad del aire
Verifique los niveles de calidad del aire local usando airnow.gov o PurpleAir y busque por su código postal. (Para obtener datos locales más detallados, puede consultar el mapa en fire.airnow.gov). Puede encontrar más información sobre el índice de calidad del aire aquí:
https://www.airnow.gov/aqi/aqi-basics-in-spanish/. Tenga en cuenta:
Cuando el índice de calidad del aire (Air Quality Index, AQI) es superior a 150, la actividad al aire libre debe minimizarse y se debe suspender la educación física y atlética para todos los niños hasta que mejore la calidad del aire. Con respecto a los niños más pequeños o a aquellos que son particularmente sensibles, estas recomendaciones de actividades pueden aplicarse en niveles más bajos del AQI. Cuando una emergencia del aire se extiende más allá de unos pocos días, estas acciones deben considerarse en niveles más bajos del AQI.
Los niños con problemas respiratorios como el
asma tienen un mayor riesgo. Deben permanecer en un ambiente de aire limpio y mantenerse adentro hasta que mejore la calidad del aire. Esté atento a los signos o síntomas de los efectos nocivos para la salud, enumerados más arriba. Los niños que tengan estos síntomas y cuyos medicamentos habituales no los ayuden se deben llevar a un centro médico cercano, a pesar de los riesgos de viajar.
Si hay mala calidad del aire debido a los incendios forestales durante una
ola de calor, priorice la seguridad frente al calor, ya que puede ser un peligro inmediato. Si su casa no tiene aire acondicionado y se calienta de forma peligrosa dentro de la casa, considere buscar un
centro de enfriamiento local para mantenerse a salvo del aire de mala calidad y del calor.
¿Qué sucede con las mascarillas faciales?
NO confíe en mascarillas de tela, como las que se usan
para el COVID-19, con el fin de evitar respirar el humo. Si sus hijos se encuentran en un área con mala calidad de aire, llévelos a un ambiente interior con aire más limpio, en lugar de depender de una mascarilla de tela para protegerlos. Los humidificadores o la respiración a través de un paño húmedo no evitan la inhalación del humo.
La eficacia de otros tipos de mascarillas (mascarillas médicas o respiradores N95 aprobados por NIOSH) depende mucho de su ajuste. Si se ajusta bien a la cara, un niño mayor de 2 años recibirá más protección con un respirador N95 aprobado por NIOSH que con una mascarilla médica.
Al decidir si un respirador N95 es apropiado para su hijo, se deben considerar factores como la edad, el estado de desarrollo y las necesidades especiales de asistencia médica. Tenga en cuenta que durante tiempos de escasez de mascarillas, como ocurrió al principio de la pandemia de COVID-19, las mascarillas N95 deben reservarse para los trabajadores de salud de primera línea y los servicios de emergencia. Siempre que haya humo de incendios forestales cerca suyo, primero intente mejorar el aire en el interior de la vivienda tanto como sea posible.
Después de un incendio forestal
Las consecuencias de un incendio forestal también representan un peligro para los niños.
Si fue evacuado de su hogar
Antes de regresar, debe:
Esperar a que las autoridades le indiquen que es seguro regresar
Conocer la ubicación del centro médico y la sala de emergencias más cercanos que estarán abiertos
Asegurarse de que se restablezcan el suministro de agua, alcantarillado, electricidad y servicio telefónico
Bloquear las áreas inseguras o sucias para mantener alejados a los niños
Asegurarse de que su casa esté estructuralmente sólida
Organizar para que personal entrenado o adultos retiren las cenizas y los escombros. Los niños y adolescentes no deben estar presentes durante la limpieza del lugar y no deben participar en las actividades de limpieza.
Una vez que regrese a su hogar:
Consulte con su proveedor de agua para asegurarse de que su
agua sea segura para beber. Si es posible que el agua tenga contaminación bacteriana, caliéntela hasta que hierva durante 1 minuto antes de beberla. Recuerde dejar enfriar el agua antes de dársela a los niños. Si es posible que el agua tenga contaminación química, use agua embotellada o use un filtro de agua conocido que elimine las sustancias químicas en cuestión. Para obtener información, consulte la
Guía de filtros de agua potable, pruebas y tratamiento certificados por la NSF o la
Guía de filtros de agua del Environmental Working Group (ingles).
Tenga en cuenta que la pérdida de energía en los refrigeradores y congeladores puede hacer que los alimentos se echen a perder. Si la comida se ha calentado a temperatura ambiente durante más de 2 horas, deséchela y no la coma. Para obtener más información sobre la seguridad de los alimentos,
consulte aquí.
Mantenga a su hijo alejado de los peligros físicos. Los posibles peligros físicos incluyen:
Escombros, tales como vidrios rotos, alambres, clavos, madera, metal, plásticos y otros objetos
Pozos de cenizas, que son agujeros llenos de cenizas calientes generados por los árboles y tocones quemados
Estructuras de edificios inestables, incluidos pisos, escaleras, barandas, etc.
Elementos almacenados que pueden haberse movido a posiciones inestables
Pisos resbaladizos
Árboles quemados o dañados, ya que pueden ser inestables y caer
Carreteras, puentes y otras estructuras al aire libre que pueden estar dañadas e inestables
Animales muertos, extraviados, heridos o salvajes
Mayor tráfico de automóviles debido a las actividades de limpieza, que pueden representar un riesgo cerca de donde los niños juegan, caminan o andan en bicicleta.
Si su área se vio afectada por el humo
Tenga cuidado con las cenizas, que son especialmente peligrosas. Algunos montones de cenizas aún pueden estar calientes y pueden causar quemaduras. Incluso la ceniza fría puede irritar la piel, la nariz y la garganta y puede ser difícil de limpiar. Para estar a salvo:
NO permita que su hijo juegue con cenizas y límpielas lo antes posible. Tenga cuidado de no dejar rastros de cenizas y polvo en la casa con sus zapatos.
Al limpiar, evite esparcir cenizas en el aire. Humedézcalas ligeramente antes de intentar quitarlas.
NO utilice sopladores de hojas ni aspiradoras. Aunque tenga cuidado, es fácil levantar polvo que pueda contener sustancias peligrosas.
Cuando limpien las cenizas, los adultos deben usar equipo de protección como guantes y mascarillas. En interiores, las cenizas y el polvo se deben remover con un paño húmedo o un paño de microfibra.
Continúe controlando la calidad del aire en su área hasta que los incendios se hayan extinguido por completo. Los cambios en la dirección del viento pueden hacer que el humo regrese a un área que se había limpiado previamente.
Si su hijo ha estado en contacto con alguna sustancia potencialmente peligrosa o ha estado jugando en un área dañada por el fuego, lávele bien las manos y cualquier otra parte del cuerpo expuesta. Lávele también los ojos. Quítele la ropa expuesta y lávela por separado lo antes posible.
Efectos psicológicos de los incendios forestales
Esté atento a la salud emocional y al bienestar psicológico de su hijo. El
dolor asociado a la pérdida, el
estrés o la ansiedad por la catástrofe (o presenciar el impacto en las mascotas y en la fauna silvestre) puede causar angustia emocional. Cuanto más directamente se haya visto afectado el niño por el incendio forestal, más probabilidades tendrá de sufrir angustia emocional.
Signos de la angustia emocional
Los signos y síntomas de la angustia pueden ser diferentes según la edad de su hijo y pueden incluir:
Comportamiento de dependencia y
miedo a la separación
Comportamientos poco cooperativos (por ejemplo, ser discutidor)
Pesadillas
Molestias físicas (por ejemplo, dolor de estómago, dolor de cabeza, malestar general)
Irritabilidad
Miedos
Comer o dormir demasiado o muy poco
Volver a los comportamientos infantiles
Comportamientos arriesgados
Fatiga, tanto física como emocional
Indiferencia
Privarse de hacer actividades o estar con amigos que antes disfrutaba
Dificultad para concentrarse o enfocarse en casa o en las tareas escolares
Agresividad o arrebatos de ira
Llanto incontrolable
Disminución del rendimiento escolar
Mantenga las rutinas y escuche
Continúe con las rutinas establecidas de su hijo tanto como sea posible y préstele atención. Anime a su hijo a expresar sus sentimientos de diversas maneras, tales como a través de la música, el arte, escribiendo en un diario, hablando o jugando con juguetes o muñecas. Evite exponer a su hijo a una cobertura televisiva o de otros
medios excesiva o innecesaria sobre el incendio forestal. Pregúntele cómo se siente y si tiene alguna duda o temor. Responda las preguntas de su hijo de manera abierta y honesta, de acuerdo con su edad.
Tenga paciencia y mantenga la calma, porque los niños muchas veces siguen el ejemplo de cómo actuar en función de sus padres y su entorno. Si usted está tranquilo, es más probable que su hijo esté tranquilo y en calma.
Los síntomas de angustia pueden comenzar poco después del suceso o más tarde, y pueden durar un período prolongado. En algunos casos, el niño o toda la familia pueden beneficiarse de un
asesoramiento de apoyo. Es importante recordar que no es un signo de enfermedad mental aceptar el apoyo profesional durante momentos de angustia emocional. Los incendios forestales y otras catástrofes pueden ser muy estresantes, y los profesionales (tales como los pediatras o los consejeros) pueden ayudarlo a aprender formas de afrontar estas tensiones.
Recuerde
Si le preocupan los incendios forestales cercanos, la Unidad Especial de Salud Ambiental Pediátrica de su región (PEHSU, por sus siglas en inglés) tiene personal que puede darle respuesta a sus inquietudes sobre los efectos de los incendios forestales en la salud.
Información adicional: