Por:
Fernando Stein, MD, FAAP, presidente de la American Academy of Pediatrics
La
misión de la American Academy of Pediatrics es proteger la salud y el bienestar
de todos los niños —sin importar su lugar de nacimiento o el de sus padres.
Subsiguiente al decreto de hoy sobre la inmigración firmado por el presidente,
Donald Trump, la Academia enfatiza su compromiso constante con nuestra misión y
reitera nuestro apoyo a todos los niños inmigrantes y a sus familias.
"Las
familias inmigrantes son nuestros vecinos, son parte de todas las comunidades y
son nuestros pacientes. El decreto firmado hoy es perjudicial para los niños
inmigrantes y sus familias en todo el país. Muchos de los niños que se verán
afectados son víctimas de violencia indescriptible y han sido expuestos al
trauma. Los niños no migran. Los niños huyen. Vienen a los Estados Unidos en
busca de un refugio seguro en nuestro país y necesitan de nuestra compasión y
ayuda. La expansión a gran escala de centros de detención para las familias de
inmigrantes sólo exacerba su sufrimiento.
"Ya
son demasiados niños en este país que viven en constante temor de que sus
padres sean detenidos o deportados, y el mensaje que estos niños han recibido
hoy de los más altos niveles del gobierno federal intensifica este miedo y
ansiedad. Un niño nunca debe vivir con miedo. El miedo puede afectar la salud y
el desarrollo de los niños. De hecho, el miedo y el estrés, en especial la
exposición a un estrés grave y continuo —conocido como estrés tóxico— puede
perjudicar el desarrollo del cerebro e impactar su salud de manera negativa a
corto y largo plazo.
"La American Academy of Pediatrics
es políticamente imparcial, independiente y a favor de la niñez. Exhortamos al
presidente Trump y a su administración a garantizarle a todos los niños y a las
familias que están huyendo de la violencia y adversidad a que pueden continuar
buscando refugio en nuestro país. Los niños inmigrantes y sus familias son
parte integral de nuestras comunidades y de nuestra nación y merecen ser
atendidos y tratados con compasión y aprecio. Y, sobre todo, merecen tener
buena salud y sentirse a salvo. Los pediatras apoyan a las familias inmigrantes
a las que le brindamos atención médica y continuaremos abogando para satisfacer
sus necesidades y darles la prioridad que ameritan”.
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