Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
 
Vida sana

Amabilidad: cómo un gesto sencillo puede cambiar el mundo

En algún momento dado todos fuimos ese niño: el niño nuevo de la clase, el niño tímido o el que se sentía incómodo para hacer nuevos amigos o el niño nuevo del vecindario. Y, como padres, todos esperamos que nuestro hijo sea quien ofrezca una sonrisa y un saludo de bienvenida para romper el hielo.

Enseñar y dar ejemplo de amabilidad les enseña a los niños una aptitud básica para la vida que los acompañará siempre.

En un mundo en donde los medios de comunicación nos bombardean a nosotros y a nuestros hijos con discursos de antipatía, impaciencia e intolerancia, enseñar a los niños a ser amables es una parte importante de un desarrollo saludable y del papel que desempeña en nuestras comunidades. Y las primeras lecciones empiezan en casa.

Dé un buen ejemplo

  • Los niños aprenden a ser amables observando: asegúrese de estar dando un buen ejemplo sobre cómo tratar a los demás. Piense acerca de las palabras que usa al hablar sobre las personas de otras razas, religiones o culturas. Hable con sus hijos sobre las mejores formas de responder a comentarios o actos de intolerancia con amabilidad y apoyo en vez de conenojo. Piense sobre cómo les responde usted a las personas de su vida, desde el cartero a los maestros de sus hijos y los adultos mayores de la familia.

  • Cree una cultura de amabilidad en casa. Asegúrese de que todos en la familia sean tratados con respeto y justicia y que su hogar sea un lugar donde todos puedan compartir ideas y hacer preguntas libremente, sin ser criticados. Recuerde a sus hijos que las personas tienen muchos orígenes, creencias y estilos familiares diferentes, incluso dentro de su propia familia, y cómo es que esas cualidades nos hacen únicos. Anímelos a aprender más acerca de las distintas razas, religiones y países.

Participe.

  • La amabilidad proviene del respeto por los demás. Ser activos tanto en las actividades escolares como en las actividades comunitariases una forma fantástica en la que los niños pueden conocer a personas de distintas culturas, creencias y estructuras familiares. Hablen juntos sobre los grupos a los que pueden unirse o las actividades en las que pueden participar que estén diseñados para unir a las personas con un objetivo en común.

Redoblar esfuerzos

  • Ofrezca a sus hijos algunas ideas sobre cómo los actos simples de amabilidad pueden con seguridad marcar un antes y un después. Los niños más pequeños pueden aprender a compartir los juguetes, mientras que los mayores pueden aprender a apoyar a quienes son dejados de lado o sufren acoso. Anime a sus hijos a entrar en la "zona de cariño y coraje" consolando a un compañero de clase que sea víctima de burlas o acercándose a un estudiante nuevo. Si no están seguros de cómo hacerlo, pregúnteles: "¿Qué los haría sentir más cómodos si ustedes fueran los nuevos en la escuela?". La respuesta puede ser cualquier cosa: desde un compañero de almuerzo, alguien que los ayude a encontrar un casillero o un salón de clases o algo tan sencillo como una sonrisa y un saludo para que la persona se sienta más bienvenida.

Padres de familia: Sus niños se fijan y aprenden de usted sobre cómo deben comportarse con las personas que son o actúan diferente.

"¿Sus padres lo dieron en adopción? Esta fue la primera pregunta que mi hizo el padre de uno de los niños de quien estaba a cargo en el quirófano. Me quedé perplejo, pero no por lo que usted puede imaginar.

Como persona nacida con el Síndrome de Treacher Collins, una enfermedad craneofacial congénita que se caracteriza por tener huesos de la cara, quijada y el oído medio subdesarrollados o faltantes por completo, estoy acostumbrado a que las personas se me queden mirando, a que murmuren o han comentarios maliciosos o burlescos.

Lo que me dejó perplejo fue que por mi primera vez como persona que no tiene hijos, me quedé pensando en cómo las palabras de un padre pueden influir o dictar lo que es un comportamiento aceptable para tratar a las personas que son o actúan diferente.

En mis charlas en las escuelas, cuando le pregunto a los niños en las cosas que pueden controlar, con frecuencia responden que las palabras y las acciones. Y esto aplica no solo para los niños sino también para los adultos. Es fácil olvidar que lo mucho que aprenden los niños observando y escuchando a los otros, incluso cuando parecen estar ocupado haciendo otras cosas.

Lea la historia completa en el blog AAP Voices, "Las palabras hieren", (en inglés) escrito por el Dr. Michael L. Goodman, MD, FAAP.

  

Ahora más que nunca aprender a ser amables con los demás es una lección importante y un proceso constante que debe ocurrir a lo largo de la vida de su hijo.

Enseñar a los niños a ser amables fomenta un ambiente positivo que hace que tanto los niños como quienes los rodean se sientan mejor respecto a sí mismos y a los demás.

Información adicional:

Última actualización
11/29/2019
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright © 2018)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
Síganos