El contribuir se entreteje con la competencia, la confianza, la conexión, y el carácter como un hilo integral en la tela de la resiliencia (resistencia).
Competencia - Aptitud
Cuando los niños participan activamente en actividades de voluntariado, están desarrollando nuevas competencias al dar y al recibir. Ellos descubren nuevos intereses y talentos que quizá no sabían que tenían. Si un proyecto implica recaudar dinero para una buena causa, por ejemplo, los niños aprenden que pueden tocar a las puertas de otros, hablar con los adultos de manera cortés y convincente, dar cuenta de los fondos recaudados y enviarlos. Aprenden destrezas claves individuales tales como la organización y la responsabilidad, y aprenden la lección más importante-haber logrado hacer algo significativo.
Al contribuir a los esfuerzos de otros o algo que es superior a ellos mismos, los niños adquieren más experiencias en la vida y llegan así a ser más competentes "¡yo puede hacer esto!" Logran obtener un sólido sentido de lo que son capaces y de su valor propio.
Confianza
Cuando los niños llevan a cabo estos esfuerzos, se vuelven más seguros de sí mismos porque han demostrado sus habilidades. Pueden ver resultados reales — una colecta de dólares o de enlatados, sonrisas y aplausos de agradecimiento de los residentes de los hogares para personas de la tercera edad, 20 torres de sándwiches hechos para un refugio de desamparados, o 10 bolsas de basura recogidas de un arroyo o parque contaminado. Cuando los jóvenes contribuyen y marcan la diferencia en el mundo o en la vida de los demás, generalmente reciben comentarios positivos por sus esfuerzos, lo que añade aún más a su confianza y resiliencia.
Los niños que sirven como voluntarios y contribuyen a causas loables no sólo ganan confianza, pero también evitan problemas.
Conexión - Relaciones
Contribuir también ayuda a los jóvenes a forjar vínculos con sus vecindarios, escuelas y con el mundo. Al participar en proyectos de servicios en su comunidad o en colectas de alimentos, medicamentos, lápices y papel para las escuelas en todo el mundo, los niños adquieren un sentido de propósito personal. Pueden ver más allá del horizonte cercano y reconocer el lugar que tienen en su familia humana y en todo nuestro planeta. Entre más fuerte se sientan conectados, adquieren más resiliencia. Aprenden que siempre hay personas más pobres, con más hambre, o que reciben menos atención de la que ellos tienen. Aprenden a apreciar las bendiciones en su vida y con gratitud, aprenden a dar algo a cambio. También aprenden que dar y recibir, compartir en tiempos de abundancia y pedir ayuda en los momentos difíciles son cosas normales y saludables que suelen hacer los seres humanos. Queremos que nuestros hijos sepan que al igual que dan, recibirán si llegan tiempos de infortunio. Si pueden hacerle frente con valor a una tragedia imprevista, esto es una lección de vital importancia.
Oportunidades de voluntariado
Cuando esté buscando oportunidades de voluntariado, hable con los niños sobre sus intereses e intente que correspondan con los recursos apropiados que brinda la comunidad. No realice todo el trabajo por ellos, sino diríjalos para que lo hagan por su cuenta. Anímeles a que pregunten en la escuela o en la biblioteca de su localidad dónde pueden encontrar oportunidades de voluntariado. Si los niños les interesan los animales, por ejemplo, podrían solicitar información en los refugios para animales o reservas ornitológicas locales.
Cuando los niños toman parte en actividades de voluntariado, probablemente trabajarán con adultos que son buenos ejemplos para ellos. Cuando los niños trabajan junto a los adultos que contribuyen a las causas que valen la pena, no sólo aprenden habilidades específicas pero también conectan con los adultos que están trabajando para cambiar las cosas lo que tendrá una influencia positiva en sus niños.
Carácter
El contribuir fortalece el carácter porque desarrolla características muy deseadas tales como la responsabilidad, la generosidad, y la bondad. Los niños aprenden responsabilidad cuando, por ejemplo, se ofrecen como voluntarios para un proyecto de la comunidad. Ellos saben que tienen que tienen que cumplir con lo cometido porque otros están dependiendo de ellos; tienen que presentarse a tiempo y hacer su parte.
Los comentarios positivos que reciben por los esfuerzos realizados y su propia satisfacción de haberlos realizados también realza el carácter. Entre más se les reconozca su generosidad y su bondad, probablemente logrará que sean más generosos y bondadosos.
Contribuir es como una calle de doble sentido. Cuando los niños recaudan fondos para la investigación del cáncer o recolectan juguetes y libros para los niños más desfavorecidos, no sólo dan algo, pero también reciben algo. Se dan cuenta de que tienen un propósito y un valor, y el mundo es mejor porque ellos viven en él. También debemos recordar que nosotros como adultos necesitamos que la gente joven contribuya. Ellos son nuestro recurso más grande para el futuro y por eso necesitamos sus contribuciones.
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