La púrpura de Schöenlein-Henoch (HSP, por sus siglas en inglés) es una enfermedad en la que los vasos sanguíneos pequeños se hinchan e irritan, a esta afección se le llama vasculitis.
Es más común en niños de entre 3 y 15 años de edad y muy rara vez se presenta en adultos. La HSP no es contagiosa y tiende a afectar más a los niños que a las niñas.
Causa
No se conoce la causa real de la púrpura de Schöenlein-Henoch. Sin embargo, aproximadamente la mitad de las veces, los niños que la contraen han sufrido antes un resfrío o una infección respiratoria como amigdalitis estreptocócica. La púrpura de Schöenlein-Henoch también se ha asociado a picaduras de insectos, clima frío y a algunas vacunas.
Signos y síntomas
Generalmente, el primer signo de la púrpura de Schöenlein-Henoch es un sarpullido llamado púrpura palpable que se presenta como manchas rojizas oscuras en los pies, las piernas y las nalgas. Un niño con esta afección también puede tener dolor en las articulaciones, dolor abdominal o problemas renales.
Sarpullido
Casi todos los niños diagnosticados con la púrpura de Schöenlein-Henoch tienen un sarpullido indoloro. Generalmente comienza con ronchas protuberantes, manchas rojizas y pequeños puntos rojos (petequias) alrededor de los pies y los tobillos. El sarpullido también puede aparecer en las piernas y las nalgas. En los niños más pequeños, especialmente en aquellos que todavía no caminan, frecuentemente el sarpullido se observa en los brazos, el tronco y la cara. Habitualmente, desaparece en aproximadamente 10 días.
Dolor en las articulaciones
La mayoría de los niños con la púrpura de Schöenlein-Henoch tienen dolor en las articulaciones. Por lo general, en los niños sólo afecta a pocas articulaciones: caderas, rodillas y tobillos. Las articulaciones pueden permanecer hinchadas durante 1 a 3 días, pero no hay daño permanente.
Dolor abdominal
Aproximadamente el 50 % de los niños con la púrpura de Schöenlein-Henoch sufrirá de dolor abdominal. Los problemas abdominales pueden ser bastante leves (por ejemplo, nauseas, vómitos y dolor ligero). En raras ocasiones, son mucho más graves y producen sangrado gastrointestinal o invaginación intestinal (intususcepción). La invaginación intestinal se presenta cuando el intestino se dobla sobre sí mismo y puede generar una obstrucción. El dolor abdominal tiende a presentarse aproximadamente una semana después de la aparición del primer sarpullido.
Problemas renales
Aproximadamente entre un 25 % y un 50 % de los niños con la púrpura de Schöenlein-Henoch tendrán problemas renales. En general, los problemas renales causados por esta enfermedad comienzan entre algunos días y 6 semanas después de la aparición del primer sarpullido.
El problema renal más común observado es la presencia de sangre en la orina. La sangre en la orina es generalmente invisible a los ojos. Alrededor del 10 % de las veces, la orina se vuelve roja o marrón a causa de la sangre. Hasta un 50 % de los pacientes pierden también proteínas por la orina, y cerca del 20 % de las veces la pérdida es excesiva.
La pérdida excesiva de proteínas por la orina requiere de la ayuda de un nefrólogo pediátrico. La pérdida de gran cantidad de proteínas implica un riesgo mayor para el niño, como daño renal y presión arterial alta. Algunas veces un nefrólogo pediátrico realizará una biopsia de riñón para determinar la gravedad del daño renal que ocasionó la púrpura de Schöenlein-Henoch en el niño.
Cómo se realiza el diagnóstico de la púrpura de Schöenlein-Henoch
El diagnóstico se basa casi siempre en los síntomas. Su pediatra puede hacer análisis de sangre y de orina para ayudar a descartar otras afecciones y controlar la función renal. No existe un análisis de sangre específico para diagnosticar la púrpura de Schöenlein-Henoch. A los pacientes con dolor abdominal intenso se les puede realizar una ecografía del abdomen. En el caso de pacientes que tienen síntomas parciales o inusuales, una biopsia de piel o de riñón pueden ayudar al diagnóstico.
Tratamiento
La púrpura de Schöenlein-Henoch es una enfermedad leve; por lo tanto, generalmente se trata con reposo, administración de líquidos y analgésicos de venta libre como el acetaminofén o paracetamol (Tylenol). En los casos graves, es posible que el niño deba ser hospitalizado.
Una vez que desaparecen los síntomas de la enfermedad, se debe controlar la presencia de sangre y proteínas en la orina de los niños durante al menos 6 meses después del diagnóstico inicial, aunque los primeros resultados de las pruebas realizadas sean normales. Esto es para asegurarse de que la infección no haya dañado los riñones del niño y que funcionen correctamente. Algunas veces, la HSP persiste en los riñones o aparece más adelante, y puede necesitar tratamiento adicional.
Perspectiva
La mayoría de las veces, la púrpura de Schöenlein-Henoch mejora y desaparece completamente en el transcurso de un mes. A veces la enfermedad es recurrente, esto es más común cuando están comprometidos los riñones del niño. Si vuelve, por lo general es menos grave que la primera vez.
La prognosis a largo plazo de la púrpura de Schöenlein-Henoch depende en gran medida de si los riñones han estado comprometidos o no y, si así fuera, cuán grave fue el grado del daño.
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