Vaginitis bacteriana (VB) es la infección vaginal más común en adolescentes sexualmente activas. Las causas parecen ser el desequilibrio de bacterias o el crecimiento excesivo de estas en la vagina, lo que ocasiona un incremento de la bacteria dañina. Todavía no se ha identificado claramente al organismo responsable de la vaginitis.
La vaginitis bacteriana en una niña que todavía no ha llegado a la pubertad no es evidencia de abuso sexual.
Signos y síntomas
En muchos casos, la VB no presenta ningún signo o síntoma. En otras ocasiones, la VB puede ocasionar:
- Una secreción vaginal blanca que cubre las paredes de la vagina.
- Secreción vaginal con un olor desagradable o a pescado.
- Dolor o picazón vaginal
- Ardor al orinar
Los médicos no están seguros del período de incubación de la vaginitis bacteriana.
¿Cómo se hace un diagnóstico?
El pediatra de su hija puede hacer el diagnóstico de VB mediante un examen para buscar los signos asociados a la infección. El médico también puede ordenar un análisis de laboratorio usando una muestra de secreción vaginal para detectar bacterias asociadas con la infección.
Si la VB se diagnostica en una adolescente sexualmente activa, se deben realizar pruebas para detectar otras infecciones de transmisión sexual (ITS) tales como:
Tratamiento
El tratamiento se recomienda para todas las adolescentes y mujeres adultas que tengan señales y síntomas de VB. Los tratamientos comunes incluyen una fórmula de metronidazol oral o en gel o, en algunos casos, clindamicina en una preparación en crema.
¿Cuál es el pronóstico?
El tratamiento adecuado puede resolver una infección de VB.
El riesgo de presentarse la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) puede incrementar en las adolescentes y mujeres con VB. Si una mujer embarazada sufre de VB, puede incrementar la posibilidad de un parto prematuro o endometriosis.
Prevención
A medida que se reconoce que los mejores pasos preventivos son desconocidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han indicado que el riesgo de VB puede reducirse al limitar el número de parejas sexuales y no usar duchas vaginales, que pueden alterar el equilibrio natural de la bacteria en la vagina. No es necesario dar tratamiento a la pareja masculina de una paciente con VB.