La diabetes mellitus es un trastorno metabólico grave que impide al cuerpo la descomposición y uso normal de alimentos, especialmente de azúcares (carbohidratos). Puede afectar el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y el sistema neurológico y puede provocar la pérdida progresiva de la visión con el paso del tiempo.
Tipos de diabetes
Existen varios tipos de diabetes, pero las más comunes son las llamadas diabetes tipo 1 y
tipo 2. Ambas formas pueden ocurrir a cualquier edad, pero un niño tiene más probabilidad de recibir un diagnóstico de diabetes tipo 1.
Diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 la causa una producción inadecuada del páncreas de la hormona insulina. Cuando esto sucede, el cuerpo no puede metabolizar el azúcar de forma adecuada lo que conlleva a que se almacene en la corriente sanguínea; estos azúcares (llamados también glucosa) no pueden ser usados por el cuerpo y se expulsan por la orina y con esta se lleva agua.
Mientras que la diabetes tipo 1 puede iniciarse a cualquier edad, se presentan periodos máximos cerca de los 5 a 6 años y nuevamente de los 11 a los 13 años de edad. La primera señal es por lo general un aumento en la frecuencia de la micción (orinar), incluyendo reincidencia de la
enuresis nocturna (mojar la cama) en niños que ya saben como ir al baño por sí solos. También se presentan otros síntomas como por ejemplo, tener mucha sed y sentirse muy cansado, bajar de peso y un aumento de apetito.
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 se le conocía antes como "de comienzo en la edad adulta" ya que los niños casi nunca la adquirían. Sin embargo, con el aumentos de las tasas de obesidad, un número creciente de niños están siendo diagnosticados con esta forma de la enfermedad, algunos tan jóvenes como de 10 año de edad. Además de los problemas de peso, otros factores de riesgo de la diabetes tipo 2 incluyendo, tener un familiar con la enfermedad, haber nacido de una madre con diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional), u otros problemas médicos que afectan la forma como el cuerpo responde a la insulina.
Los síntomas son parecidos a los de la diabetes tipo 1 y pueden manifestarse de forma gradual. Áreas de la piel oscuras, especialmente cerca del cuello o las axilas son comunes también.
Tratamiento y control de la diabetes
Aunque no existe cura para la diabetes, los niños con esta enfermedad pueden tener una infancia y adolescencia casi normal si mantienen la enfermedad bajo control. Es esencial controlar la diabetes debidamente para evitar complicaciones. El control se centra en monitorear rutinariamente el azúcar en la sangre, terapia de insulina, aplicada en varias inyecciones al día a través de una bomba de insulina y una dieta sana estricta. Mantener los niveles de azúcar en la sangre en un promedio normal puede reducir la posibilidad de los síntomas de alta o baja azúcar y minimizar el riesgo de problemas de salud a largo plazo relacionados con el control de la diabetes. Además de una
dieta sana, 30 minutos de
ejercicio al día pueden también ayudar a su niño a controlar la enfermedad.
Lo que los padres de niños con diabetes pueden hacer
Colaborar y apoyar a su niño mientras aprende a ser más independiente puede ayudarlo a que gradualmente se haga responsable de controlar su diabetes mientras mantienen su independencia.
Los niños mayores de 7 por lo general tienen destrezas motoras suficientes para poder empezar a aplicarse sus propias inyecciones de insulina con la supervisión de un adulto. Pueden también revisar el nivel de azúcar en la sangra varias veces al día, utilizando tiras de prueba tratadas químicamente o un medidor de azúcar en la sangre. Sin embargo, estas pruebas auto administradas deben ser supervisadas por un adulto familiarizado con el tratamiento de la diabetes para cerciorarse de que su niño está controlando su diabetes de acuerdo con las pautas proporcionadas por el médico.
Si su niño toma demasiada insulina: Su nivel de azúcar en la sangre puede bajarse demasiado (hipoglicemia), provocando síntomas que incluyen temblores, un rápido ritmo cardíaco, nausea, fatiga, debilidad y hasta la pérdida de la consciencia.
Si su niño tiene muy poca insulina: Los síntomas principales de la diabetes pueden regresar (bajar de peso, aumento de la micción, sed y apetito).
Fomentar buenos hábitos para controlar la diabetes cuando el niño es pequeño puede tener un impacto dramático en su control cuando crecen. Muchas comunidades también tienen grupos de padres activos en los cuales los padres de niños con diabetes se pueden reunir para hablar sobre inquietudes comunes. Pídale una recomendación a su médico.
Recuerde
Las visitas médicas de control de rutina son de especial importancia para detectar y tratar la diabetes infantil tan pronto como sea posible. Hable con su pediatra si tiene alguna preocupación sobre la salud de su niño.
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