Por: Timothy Hahn, MD, FAAP
La artritis idiopática juvenil (JIA) es una forma crónica de artritis que afecta a niños y adolescentes. Existen varios tipos de artritis que pueden afectar a los jóvenes, pero la JIA es la más común.
La mayoría de los niños con diagnóstico de JIA tienen entre 2 y 5 años. Sin embargo, los niños pueden recibir el diagnóstico de JIA desde los 18 meses hasta los 16 años.
¿Qué causa la JIA?
Esta es una excelente pregunta que, lamentablemente, no tiene una respuesta perfecta. Lo que sabemos es que, en los niños con JIA, el sistema inmunitario causa inflamación en las articulaciones. Lo que aún no sabemos es por qué. Es probable que múltiples factores puedan contribuir al desarrollo de la JIA. Algunos niños pueden haber estado expuestos a una enfermedad, cierto medicamento o algo más en su entorno que activa el sistema inmunitario. Una vez que el sistema inmunitario está activo, puede atacar las articulaciones por error. Por lo general, el desencadenante nunca se identifica.
Algunos niños pueden ser más propensos a desarrollar artritis debido a los genes que heredaron de sus padres. Es importante que los niños con JIA y sus padres comprendan que no hay nada que se pueda hacer para evitar que se desarrolle la JIA.
¿Cuáles son los síntomas de la JIA?
En su mayoría, los síntomas de la JIA solo afectan las articulaciones del niño y no otros órganos como el corazón, los riñones, los pulmones y los intestinos. Las articulaciones más afectadas por la JIA son las rodillas, los tobillos, las muñecas, los codos y las pequeñas articulaciones de las manos. Los síntomas de la JIA pueden variar según la edad del niño y el tipo de JIA. Sin embargo, algunos síntomas son comunes en todos los niños.
La
hinchazón es el síntoma más común y casi siempre se observa en las articulaciones con artritis. La hinchazón se limita solo a la articulación (no a todo el pie o el brazo, por ejemplo). No aparecerá y desaparecerá durante el transcurso del día. Persiste y empeorará lentamente con el tiempo.
La
rigidez suele ser peor por la mañana o después de estar inactivo durante mucho tiempo (como al estar sentado en clase o en viajes largos en automóvil). La rigidez suele mejorar a lo largo del día o con la actividad. En algunos niños con artritis, la rigidez limita su capacidad para enderezar o doblar completamente una articulación.
El
dolor en las articulaciones con artritis ocurre principalmente por la mañana y puede mejorar con la actividad, al igual que la rigidez. En la mayoría de los niños con JIA, el dolor es leve. Es posible que no se quejen de ningún dolor, especialmente al principio del proceso de la enfermedad. Algunas articulaciones pueden ser más dolorosas que otras.
La
cojera es una consecuencia de la artritis que afecta a las rodillas, los tobillos, los pies o las caderas. Este es un síntoma temprano común de la artritis, especialmente en niños pequeños que no pueden describir bien sus otros síntomas.
Los
cambios en las funciones, como la dificultad para utilizar los lápices de colores, no sostener el tenedor con normalidad o no jugar o trepar, pueden ser un signo de artritis. Muchos niños encuentran una forma de compensar su rigidez y dolor, y aprenden a realizar ciertas actividades de una manera diferente.
¿Cómo se diagnostica la JIA?
El diagnóstico de la JIA se basa en un examen físico cuidadoso y una revisión de los síntomas y la historia clínica del niño. En algunos casos, puede ser necesario realizar análisis de sangre y pruebas de diagnóstico por imágenes (radiografías, ecografías, resonancias magnéticas). Sin embargo, en muchos pacientes las pruebas de laboratorio pueden ser normales. Es importante saber que no hay pruebas de laboratorio que diagnostiquen la JIA.
¿Todas las JIA son iguales?
No todos los casos de JIA son iguales. Hay ciertas características que pueden dar una idea de qué síntomas esperar y qué tan graves pueden ser para un niño. Por ejemplo:
Es más probable que los niños con múltiples articulaciones afectadas, los que tienen artritis que afecta la cadera, el tobillo o la muñeca, o los que tienen daños en las articulaciones que pueden verse en las radiografías, tengan casos más complejos de JIA. Los niños con estos síntomas suelen necesitar un tratamiento más agresivo y, a menudo, ciclos de tratamiento más prolongados. Esto también incluye a los niños con factor reumatoide (RF) positivo en sus análisis de sangre. Sin embargo, esto es poco común.
Algunos niños con JIA desarrollan dactilitis, que es cuando un dedo de la mano o del pie está hinchado y enrojecido (a veces se denomina hinchazón “similar a una salchicha"). Estos niños tienen más probabilidades de desarrollar psoriasis en el futuro.
Los niños con un marcador genético específico denominado HLA-B27 son más propensos a desarrollar inflamación en las articulaciones sacroilíacas, donde la base de la columna vertebral se conecta con los huesos de la cadera. Esto puede causar rigidez y dolor en la región lumbar de la espalda. Es más común en niños mayores y varones.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la JIA?
El tratamiento de la JIA se centra en controlar la inflamación anormal de las articulaciones. Es importante trabajar con un reumatólogo pediátrico que comprenda sus objetivos a fin de crear un plan de tratamiento adecuado para usted y su hijo.
El tratamiento de algunos niños puede consistir en la inyección de un esteroide en la articulación o articulaciones con artritis. Para muchos, el tratamiento requerirá un medicamento que actúe sobre el sistema inmunitario. Mientras los investigadores trabajan para comprender los desencadenantes del sistema inmunitario y cómo causan la inflamación, nuestros tratamientos se han vuelto más dirigidos y específicos. Muchos de los medicamentos más nuevos para la JIA usan formas “biológicas" de tratar la enfermedad, como ayudar al cuerpo a bloquear las señales que conducen a la inflamación.
Además de los medicamentos, el tratamiento para la JIA por lo general involucra la fisioterapia. Esto puede ayudar al niño a recuperar su rango normal de movimiento en las articulaciones. La fisioterapia también puede ayudar a fortalecer los músculos que pueden haberse debilitado cuando las articulaciones inflamadas y doloridas del niño impidieron la actividad normal.
¿Qué es la uveítis y por qué debo consultar a un oftalmólogo?
La uveítis es un tipo de inflamación dentro del ojo. Entre el 10 y el 20 % de los niños con JIA desarrollarán uveítis. Lamentablemente, por lo general no hay síntomas hasta que la inflamación ya ha causado daños. Para ayudar a detectar y tratar la uveítis antes de que se produzca un daño, los niños con JIA deben consultar a un oftalmólogo para que les realicen exámenes oftalmológicos de detección con frecuencia.
¿Desaparece alguna vez la JIA?
Para algunos niños, sí. Esto se denomina remisión. Para algunos niños, la artritis entrará en remisión solo para volver a aparecer meses o años después. Es difícil predecir qué niños entrarán en remisión permanente y qué niños necesitarán continuar el tratamiento en la edad adulta. Afortunadamente, los avances en el tratamiento y el seguimiento de la JIA han mejorado el pronóstico de todos los niños.
Más información
Acerca del Dr. Hahn
Timothy Hahn, MD, FAAP, es miembro de Reumatología Pediátrica en el Penn State Children's Hospital en Hershey Pennsylvania. Obtuvo su título en medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Georgetown y completó su residencia en pediatría general en el Penn State Children's Hospital. Dentro de la Academia Americana de Pediatría, es miembro del comité ejecutivo de la sección de Reumatología.
|