Por: Marla Guzmán, MD, FAAP y Grant Syverson, MD, FAAP
El lupus eritematoso sistémico (lupus) es una afección crónica que puede afectar diversas partes del cuerpo. Los niños que tienen lupus frecuentemente necesitan muchos medicamentos para ayudar a manejar sus síntomas. Dado que el lupus afecta a cada persona de manera diferente, no todos los niños necesitarán los mismos medicamentos. Su médico colaborará con usted para desarrollar un plan de tratamiento que sea el mejor para las necesidades individuales de su hijo.
¿Qué medicamentos se utilizan para tratar el lupus?
Fármacos inmunosupresores
El lupus hace que el sistema inmunitario reaccione exageradamente, lo que produce inflamación excesiva. Los medicamentos para el lupus funcionan impidiendo que el sistema inmunitario de su hijo se vuelva hiperactivo. Estos medicamentos se llaman inmunosupresores.
Corticoesteroides
Conocidos también como “esteroides" (si bien no son lo mismo que los esteroides que los deportistas consumen a veces), los corticoesteroides frecuentemente son el primer medicamento inmunosupresor que el doctor de su hijo le recetará después de un diagnóstico de lupus. Esto se debe a que los esteroides funcionan rápidamente para suprimir el sistema inmunitario y aliviar los síntomas. Sin embargo, debido a sus efectos secundarios (ver más abajo), los esteroides no son una opción de medicamento a largo plazo. Con el tiempo, si los síntomas de su hijo y los resultados de las pruebas de laboratorio mejoran, la dosis se reducirá gradualmente.
Medicamentos de mantenimiento
El objetivo del tratamiento a largo plazo de su hijo será otro tipo de inmunosupresor llamado medicamento de mantenimiento de “reducción de esteroides". Hay varios tipos de medicamentos de mantenimiento que los médicos usan para tratar el lupus en los niños. La elección de su médico frecuentemente depende de qué parte del cuerpo de su hijo presenta actividad de la enfermedad.
Algunos ejemplos de medicamentos de mantenimiento incluyen:
Micofenolato mofetil: un medicamento oral de administración diaria
Azatioprina: un medicamento oral de administración diaria
Tacrolimus: un medicamento oral de administración diaria
Belimumab: un medicamento intravenoso (IV) de administración mensual
Si la enfermedad de su hijo es más grave, su reumatólogo pediátrico puede recomendar un tratamiento con un inmunosupresor IV más fuerte que se utiliza normalmente para tratar algunos tipos de cáncer. Estos medicamentos también han demostrado ser eficaces en el tratamiento de lupus grave activo e incluyen:
Para los niños con síntomas de artritis grave, su médico puede recetar un inmunosupresor que se utiliza para tratar la artritis idiopática juvenil (JIA), como:
Metotrexato: un medicamento por vía oral o una inyección
Medicamentos biológicos, como abatacept o tocilizumab, como inyección o una infusión IV
El metotrexato no debe darse a niños cuyos riñones estén afectados por el lupus, lo que se llama nefritis lúpica.
Fármacos no inmunosupresores
Hidroxicloroquina: un medicamento oral de administración diaria que se utiliza junto con esteroides y/o medicamentos de mantenimiento; la hidroxicloroquina pertenece a un grupo de medicamentos llamados antimaláricos. Se ha demostrado que ayuda a prevenir las crisis del lupus y a tratar los síntomas de la piel y las articulaciones.
Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID): los NSAID, como el ibuprofeno o el naproxeno, también pueden utilizarse junto con otros medicamentos para los niños que tienen artritis. Si su hijo padece nefritis lúpica, los NSAID no son una buena elección porque pueden causar daños en los riñones.
¿Cuáles son los efectos secundarios de todos estos medicamentos?
Esteroides
Es probable que su hijo necesite utilizar esteroides en algún momento. Sin embargo, debido a que el uso de esteroides durante un período prolongado aumenta las probabilidades de sufrir efectos secundarios graves, su médico suspenderá el uso de esteroides de su hijo lo antes posible.
Los posibles efectos secundarios de los esteroides incluyen:
Mientras su hijo esté utilizando esteroides, tomar suplementos de calcio y vitamina D todos los días puede ayudar a prevenir el daño óseo, y un antiácido de venta libre puede ayudar a minimizar las molestias estomacales.
Inmunosupresores de mantenimiento
Los niños deben monitorearse con exámenes y análisis de sangre regulares mientras estén tomando inmunosupresores de mantenimiento, como micofenolato mofetil, azatioprina, tracolimus, belimumab, ciclofosfamida y rituximab.
Los efectos secundarios de estos medicamentos pueden incluir:
Reacciones alérgicas
Problemas gastrointestinales, como dolor abdominal, náuseas o diarrea
Cambios en los resultados de análisis de sangre
Depresión
Reacciones en el lugar de la inyección (para medicamentos inyectados)
La ciclofosfamida también tiene otros efectos secundarios potenciales, que incluyen:
Caída del cabello o del vello: esto puede prevenirse colocando gorros refrigerantes sobre el cuero cabelludo de su hijo durante la infusión.
Problemas de fertilidad: su médico puede hablar con usted sobre los tratamientos hormonales para ayudar.
Problemas con la vejiga: su médico le dará a su hijo otro medicamento y fluidos para prevenir estos problemas.
Todos los fármacos inmunosupresores
Debido a que los esteroides y otros fármacos inmunosupresores impiden que algunas partes del sistema inmunitario funcionen bien, los niños que toman estos medicamentos pueden tener un riesgo mayor de contraer ciertas infecciones. Es importante que consulte con su reumatólogo pediátrico si su hijo presenta fiebre mientras está realizando estos tratamientos.
Los niños que utilizan medicamentos inmunosupresores pueden recibir vacunas infantiles de rutina inactivas, pero no deben recibir vacunas “vivas" (por ejemplo, vacunas para el sarampión, las paperas y la rubéola [MMR], la varicela, el rotavirus o la fiebre amarilla). Las vacunas vivas pueden causar una infección activa en su hijo debido a su sistema inmunitario debilitado.
Algunos de estos medicamentos se han asociado a la aparición de cáncer. Esta ha sido una gran preocupación para muchos proveedores de asistencia médica y padres, pero, dado que la investigación no es clara, esta asociación ha sido controvertida.
Si tiene preguntas, asegúrese de hablar con el pediatra o el reumatólogo pediátrico de su hijo.
Hidroxicloroquina
La hidroxicloroquina generalmente se tolera bien y sus efectos secundarios son mínimos. El efecto secundario más grave del uso a largo plazo de la hidroxicloroquina es el daño a la retina, que se encuentra en la parte trasera del ojo. Este riesgo aumenta cuanto más prolongado es el período por el cual su hijo toma el medicamento; por lo tanto, deberá ver a un especialista en ojos, llamado oftalmólogo, para que lo monitoree de cerca.
Todos los medicamentos
Algunos de estos medicamentos pueden ser dañinos para un feto en desarrollo durante el embarazo; por lo tanto, las adolescentes sexualmente activas deben estar al tanto de estos riesgos y protegerse con algún tipo de método anticonceptivo. Idealmente, estos tratamientos anticonceptivos no deben contener estrógeno, porque esto podría aumentar el riesgo de formación de coágulos.
¿Qué otros tipos de medicamentos se les dan a los pacientes con lupus?
Dependiendo de los síntomas de lupus de su hijo, se pueden utilizar medicamentos adicionales junto con cualquiera de los medicamentos mencionados más arriba. Por ejemplo, si su hijo tiene sarpullidos en la piel, pueden recetarle medicamentos que se apliquen sobre la piel. Los niños con nefritis lúpica pueden necesitar medicamentos para disminuir su presión arterial. Pueden recetarse anticoagulantes para niños que han tenido coágulos.
Recuerde
Hable con el médico de su hijo si tiene preguntas sobre algún medicamento que su hijo está tomando, o cualquier otra inquietud sobre su salud.
Información adicional:
Sobre la Dra. Guzmán
Marla Guzmán, MD, FAAP, es una reumatóloga pediátrica en el Summit
Medical Group en Nueva Jersey. Recibió su diploma de médica de la Universidad
de St. George en Granada, Indias Occidentales, y completó su residencia en
pediatría general en el Hospital Infantil Goryeb en Morristown, Nueva Jersey.
Luego, completó un programa de especialización en reumatología pediátrica en el
Centro Médico del Hospital Infantil Cohen en New Hyde Park, Nueva York. Dentro
de la American Academy of Pediatrics, se ha desempeñado como miembro del comité
ejecutivo en la Sección de Reumatología.
Sobre el Dr. Syverson
Grant Syverson, MD, FAAP, estudió en la Facultad de Medicina de la
Universidad de North Dakota y completó su residencia en Pediatría y su
especialización en Reumatología Pediátrica en la Universidad de Medicina de
Wisconsin. Es un reumatólogo pediátrico en Sanford Health en Fargo, ND y
profesor clínico auxiliar en la Facultad de Medicina de la Universidad de North
Dakota. Viaja y atiende pacientes tanto en Dakota del Norte como en Dakota del
Sur. Además de brindar asistencia clínica, también se desempeña en el Comité
Ejecutivo para la Sección de Reumatología de la AAP y la Junta Asesora en
Reumatología del PREP y es miembro del American College of Rheumatology (ACR) y
la Childhood Arthritis and Rheumatology Research Alliance (CARRA).