Todos los niños y jóvenes pasan por momentos de profunda tristeza, confusión y duda. Sin embargo, si el estado de ánimo y el comportamiento de su hijo han cambiado mucho últimamente, es posible que se pregunte si su hijo está teniendo pensamientos suicidas.
Aquí enumeramos preguntas que a menudo escuchamos de padres, cuidadores y otros adultos que están preocupados por la ideación suicida. Las respuestas podrían ayudarlo a centrar sus propios pensamientos sobre lo que está viendo en su propio hijo y podrían ayudarlo a identificar cuándo buscar ayuda.
¿Mi hijo está realmente en riesgo de suicidio?
La idea de que los jóvenes considerarían acabar con sus propias vidas puede ser abrumadora, pero la evidencia nos rodea.
Una
encuesta (en inglés) muestra que el 57% de las mujeres adolescentes y el 29% de los hombres adolescentes viven con sentimientos de tristeza y desesperanza que no desaparecen. (Estas tasas son dramáticamente más altas de lo que eran hace solo 10 años).
La
depresión, la ansiedad, el trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) y
el consumo de sustancias (todos ellos relacionados con pensamientos y acciones suicidas) son comunes en los jóvenes. Los riesgos de suicidio son especialmente altos entre los niños y adolescentes negros y aquellos que se identifican como
LGBTQ.
Su hijo es un individuo, no una tendencia. No obstante, es importante notar que están creciendo en una época en la que alrededor del 30% de las mujeres adolescentes y el 14% de los hombres dicen que han pensado seriamente en terminar con sus propias vidas, y alrededor del 40% actúan de acuerdo con esos pensamientos.
¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene pensamientos suicidas?
Incluso los adultos más afectuosos y comprometidos no logran leer la mente de un niño. De hecho, un estudio demuestra que casi la mitad de los padres cuyos hijos adolescentes pensaron en suicidarse no sabían nada al respecto. Estos hallazgos sugieren que, si estamos preocupados, debemos preguntarle a nuestro hijo.
¿Hablar de suicidio no hace que sea más probable que suceda?
Muchas personas creen esto, pero las investigaciones indican lo contrario. Hacer preguntas honestas y amorosas tiene más probabilidades de salvar una vida que de provocar un intento de suicidio. De hecho, los expertos en prevención de suicidios dicen que crear una
sensación de conexión podría evitar que los pensamientos suicidas se conviertan en acciones.
¿Existen signos de ideación suicida a los que deba estar atento?
Aunque los jóvenes podrían ocultar o negar sus sentimientos, las investigaciones demuestran que casi el 80% de los jóvenes que intentan suicidarse dicen algo previamente. Esa es la razón por la que escuchar y observar es clave.
Es posible que note que su hijo duerme más o que evita a las personas y actividades que antes amaba. Podrían decir que han renunciado a resolver problemas particulares o sugerir que la vida no tiene un significado real.
Las
autolesiones, el consumo de
drogas y
alcohol y los síntomas de depresión y ansiedad son motivos de preocupación. También es posible que observe calificaciones peores o trabajos creativos (escritura, dibujos, música, videos u otras formas de autoexpresión) que reflejen ideas suicidas.
¿Cómo puedo preguntarle a mi hijo acerca de los pensamientos suicidas?
Encuentre un momento en el que no estén apurados y puedan hablar en privado. Piense en cuando están conduciendo o viendo un programa de televisión juntos, por ejemplo.
Comience con amor y preocupación. Podría decir: "Me preocupo mucho por ti y, aunque sé que eres una persona fuerte, no puedo evitar notar que últimamente estás sufriendo. Eso hace que algunas personas piensen en terminar con sus vidas. ¿Alguna vez se te ha pasado por la cabeza?"
Es posible que su hijo exhiba cierta incomodidad, resistencia o incluso enojo cuando plantee la pregunta. Asegúrele a su hijo que es seguro que le cuente cualquier cosa, incluso si su hijo no está seguro de lo que significan sus pensamientos.
Escuche sin juzgar. Si siente la tentación de discutir con sus sentimientos, recuerde que necesita su confianza. El dolor extremo cambia la forma en que vemos la vida, lo que significa que las percepciones de su hijo
son su realidad, al menos por ahora.
¿Qué debería hacer después?
Dígale que lo ama, que lo apoya y que conseguirán ayuda.
Si su hijo tiene un plan suicida o no puede dejar de pensar en terminar con su vida, llame al
988 de inmediato.
Para hablar
en español marque 1-888-628-9454. Los asesores están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana para conectarlo con los servicios de emergencia en su área. Las líneas de prevención del suicidio y situaciones de crisis 988 tienen acceso a intérpretes que hablan más de 240 idiomas. También existe la opción de chat en
988lifeline.org/chat y de texto.
Debe tomar en serio todos los pensamientos suicidas, incluso si cree que su hijo no está en crisis. Esto significa llamar a su pediatra. El médico de su hijo tiene experiencia en ayudar a las familias a lidiar con problemas de salud mental (que son tan urgentes como los problemas de salud física). Su pediatra puede ayudarlo a crear un plan de seguridad que detalle lo que usted y su hijo harán si los pensamientos suicidas no se detienen (o empeoran).
Tener un plan ayuda a que todos en su hogar se sientan más preparados y alineados. También ayuda a asegurarle a su hijo que, incluso cuando está en su peor momento, usted le dará lo mejor de sí, porque eso es lo que hacen los adultos responsables y cariñosos.
Las acciones que tome ahora pueden ayudar a su hijo a navegar los pensamientos suicidas mientras modela un autocuidado saludable que lo beneficiará a lo largo de la vida.
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