Es importante añadir además de granos enteros, una gran variedad de frutas y verduras para la nutrición y el paladar de un niño pequeño. Algunos libros de cocina incluyen maneras novedosas de conseguir que sus niños consuman alimentos nutritivos, tales como añadir frijoles negros a los bizcochos/pasteles de chocolate y coliflor a los macarrones con queso. ¡Suena muy apetitoso! Estas nutritivas recetas caceras tienen sus ventajas, sin embargo, la idea de tener que hacerlo a escondidas confirma que los niños no están comiendo por sí solos alimentos saludables y se necesita intervenir.
¿Quién es el responsable?
Si una madre está preocupada porque su niño no consume suficientes frutas y verduras, y por lo tanto ver necesario que las consuma, este modo de actuar ya está en contra de la idea de que la responsabilidad de la alimentación es una función dividida/separada. Ahora usted, no el niño, está tratando de responsabilizarse de cuánto consume de ciertos alimentos.
Un enfoque holístico
Otra cosa que hay que recordar es que es importante que los niños sean expuestos a las frutas en su estado natural y entero; para que así, cuando crezcan, ya sepan que disfrutan comerlos de esta forma y así elegirán hacerlo. Aclarado este punto, si se cumple con lo básico, no hay nada malo en añadir a ciertas recetas algo extra de frutas y verduras para adicionar color, sabor y textura.
La introducción de purés
Si usted quiere añadir frutas y verduras en puré a sus recetas, hágalo por las razones justas. Hágalo porque añade buen color o sabor o una nueva variedad a la receta, además de los valores nutritivos extras que ofrece. Ya sea que añada purés o no, cerciórese de que también le está ofreciendo suficientes frutas y verduras en su forma natural, y no lo está presionando para que las consuma.
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