Salir al aire libre para participar en actividades divertidas en el invierno, tales como deslizamiento en trineo, lanzar bolas de nieve o patinar en el hielo pueden poner fin a la claustrofobia. También es una excelente manera para que los niños hagan los 60 minutos de ejercicio que necesitan a diario. Sólo asegúrese de que su niño se vista de manera adecuada y sepa cuándo es hora de entrar a calentarse.
Los niños que se exponen a temperaturas extremas por mucho tiempo sin tener puesta ropa caliente, seca y transpirable pueden sufrir congelamiento e incluso casos graves de hipotermia que pueden poner en peligro la vida.
Los cuerpos pequeños se enfrían más rápido
Los niños corren más peligro a causa del frío que los adultos. Debido a que sus cuerpos son más pequeños pierden calor con mayor rapidez. Especialmente cuando se están divirtiendo, tienden a no entrar a la casa (o cualquier lugar bajo techo) cuando se están enfriando.
Congelamiento
El congelamiento sucede cuando la piel, y algunas veces el tejido bajo la piel, se congela. Los dedos de las manos y los pies, las orejas y la nariz tienden a congelarse más. La piel congelada puede empezar a doler o a sentir ardor y luego entumecerse rápidamente. Puede volverse blanca, pálida o gris y formar ampollas.
Qué hacer:
Si usted sospecha que hay congelamiento, entre a los niños a la casa y caliéntelos suavemente. No frote el área afectada y no reviente las ampollas.
Evite colocar algo caliente directamente sobre la piel. Remoje el área congelada del cuerpo en agua tibia (no caliente) de 20 a 30 minutos. Puede aplicar paños (toallitas) tibios en la nariz, orejas y labios congelados.
Después de algunos minutos, seque y cubra a su niño con mantas. Ofrézcale algo caliente para tomar.
Si el dolor o el adormecimiento continúan por más de algunos minutos, llame a su pediatra.
Hipotermia
Cuando la temperatura del cuerpo baja más de lo normal debido al frío, la peligrosa hipotermia puede empezar a aparecer. Un niño puede empezar a tiritar (estremecerse), que es una señal de que el cuerpo está tratando de calentarse, puede entonces también tornarse lento (aletargado), torpe o arrastrar las palabras.
Qué hacer:
La hipotermia es una emergencia médica, así que llame al 911 de inmediato.
Mientras llega la ayuda, entre al niño a la casa. Quítele cualquier ropa mojada que tenga que pueda dejar que se escape el calor del cuerpo.
Arrope a su niño en mantas o ropa abrigada y ofrézcale algo caliente para beber. Cerciórese de cubrir partes esenciales del cuerpo, tales como el pecho y el abdomen.
Si su niño deja de respirar o se le baja el pulso, aplique respiración boca a boca o reanimación cardiopulmonar (RCP).
Cómo prevenir el congelamiento y la hipotermia
El congelamiento y la hipotermia son dos padecimientos diferentes, pero algunas medidas de prevención y seguridad en el invierno pueden ayudar a proteger al niño de las dos.
Tenga presente el factor de enfriamiento eólico (vientos)
Generalmente, jugar al aire libre con temperaturas o factor de enfriamiento eólico de menos de -15 °F (-26 °C) debe evitarse. A estas temperaturas, cualquier parte de la piel que sea expuesta se puede congelar en minutos.
Qué ponerse
Varias capas livianas de ropa pueden ayudar a mantener a los niños calientes y secos. Botas impermeables, mitones o guantes y un gorro son esenciales. Cerciórese de que sus niños se cambien cualquier ropa mojada de inmediato.
Tome descansos
Establezca límites de tiempo apropiados para jugar al aire libre para prevenir hipotermia y congelamiento. Cerciórese de que sus niños tengan un lugar para tomar descansos y calentarse bajo techo.
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