El
aumento de la cantidad de niños que viven con parientes en lugar de sus padres requiere
que los pediatras respondan a las necesidades únicas de estos pacientes y sus
familias, dice una nueva declaración de política de la American Academy of
Pediatrics en el número de abril del 2017 de Pediatrics.
La
declaración de política, "Las necesidades de los niños cuidados por
parientes y la práctica de la pediatría" (publicado en línea el 27 de
marzo), cita la evidencia creciente de que los niños que no pueden vivir con
sus padres biológicos se benefician más cuando viven con parientes en lugar de
con padres de acogida con los que no tienen parentesco.
A pesar
de los beneficios generales, las familias que brindan cuidado parental (por
parientes) pueden afrontar considerables dificultades. Debido a que la mayoría
de los niños que viven con sus parientes lo hacen por un arreglo informal entre
los padres biológicos y el pariente que brinda el cuidado, por ejemplo, pueden
carecer de la autoridad para dar consentimiento legal para el cuidado de salud
primario, las vacunas y otros servicios de salud no urgentes.
Además,
aunque la investigación sugiere que los niños cuidados por parientes tienen
menor riesgo de problemas de comportamiento o de salud, los riesgos siguen
siendo mayores que cuando viven con sus padres biológicos. Los parientes
que brindan cuidado también tienden a ser mayores (de avanzada edad), tener más problemas
económicos y sufrir de enfermedades crónicas o discapacidades debido a su
edad, las cuales pueden agravarse por el aumento, con frecuencia no anticipado,
de las demandas generadas por la crianza.
“La
vasta mayoría de estas notables familias que brindan cuidado familiar lo hacen
sin conocimiento del sistema de bienestar infantil, aceptando a varios niños a
pesar de sus problemas de salud y sin dinero adicional para poner alimentos en
la mesa", dijo David Rubin, MD, MSCE, FAAP, autor principal de la
declaración de política de la AAP. "Con esta declaración, queremos
aumentar la concientización de la necesidad de dar apoyo adicional para
garantizar el bienestar de ambos, el niño y el pariente que brinda el cuidado
parental".
De
acuerdo con la AAP, los pediatras pueden fácilmente identificar la situación de
tutela durante las visitas rutinarias al consultorio actualizando la
información de contacto y de consentimiento para coordinar mejor la atención y
conectar a las familias con los recursos disponibles a las familias de cuidado
por parientes, tales como servicios legales disponibles en la comunidad y
programas para ayudar a navegar la información a los cuidadores. En la declaración
de política, la AAP recomienda a los pediatras adoptar directrices incluidas en
el manual, "Fomentando la salud: servicios sanitarios para niños y
adolescentes en hogares de acogida", tales como visitas de seguimiento más
frecuentes y evaluaciones más a fondo del estado de desarrollo del niño, debido
a que los niños cuidados por parientes tienen muchas de las mismas necesidades
de salud física y mental de los niños en hogares de acogida.
Los
pediatras también pueden ofrecer guía adicional a estos cuidadores sobre los
retos de la crianza de los niños, por ejemplo, cómo hacer arreglos para la
tutela en caso de muerte o de que empeore su estado de salud, educación para
cuidadores mayores sobre las normas actuales de seguridad
para dormir, viajar
en automóviles y la prevención
de lesiones.