La varicela es una enfermedad sumamente contagiosa causada por un virus llamado varicella zóster. Antes de que la vacuna que protege contra la varicela estuviera disponible en 1995, era una de las enfermedades más comunes de la infancia y afectaba a casi todos los niños menores de 9 años.
Signos y síntomas
La mayoría de los niños con varicela tienen síntomas relativamente leves. Por lo general tienen un sarpullido con ampollas que causa mucha picazón y aparece de 10 a 21 días después de la exposición e infección con el virus. Las ampollas suelen aparecer primero en el torso y el cuero cabelludo, generalmente rodeadas por un área enrojecida. Pueden extenderse a otras partes del cuerpo, como la cara, los brazos y las piernas. Con el tiempo, las ampollas forman una costra antes de curarse por definitivo. La mayoría de los niños sufren fiebre leve en el transcurso de la infección.
Lo que puede hacer
Si su hijo tiene varicela y está afiebrado o molesto, puede optar por darle dosis apropiadas de acetaminofén (sin embargo, tenga en cuenta que la fiebre ayuda al cuerpo a combatir la infección). Nunca le dé aspirina a un niño con fiebre.
Trate de evitar que su hijo se rasque el sarpullido o este podría infectarse con bacteria y dejar pequeñas cicatrices. Mantenga sus uñas recortadas. Báñelo con agua y jabón o, si lo prefiere, use los baños de avena que se venden en las farmacias. La picazón puede disminuir con un antihistamínico.
Mantenga a su hijo alejado de otros niños que nunca hayan tenido varicela ni se hayan vacunado contra ella, especialmente de niños con sistemas inmunitarios debilitados. El período de contagio comienza de 1 a 2 días antes de la primera aparición del sarpullido y continúa durante otros 5 a 7 días (o 24 horas después de que se aparezca la última ampolla nueva). Los niños con varicela deben permanecer en casa y no asistir a la escuela hasta que el sarpullido se seque y desaparezca.
Cuándo debe llamar a su pediatra
La mayoría de los niños con varicela no necesitan ser atendidos por un pediatra. Sin embargo, comuníquese con su pediatra si su hijo tiene fiebre alta (una temperatura superior a 102 °F o 38,9 °C) o si la fiebre dura más de 4 días.
Además, comuníquese con su pediatra si su hijo tiene signos de una infección bacteriana, por ejemplo, si parte del sarpullido se vuelve extremadamente rojo, sensible y caliente, o si los síntomas de su hijo parecen empeorar mucho.
Tratamiento
El pediatra puede prescribir un medicamento antiviral llamado aciclovir, que puede reducir los síntomas de la varicela. Sin embargo, para ser más eficaz, debe administrarse dentro de las 24 horas después del comienzo de la enfermedad. Este medicamento se receta con más frecuencia a adolescentes y niños con asma o una afección de la piel llamada eccema que a niños pequeños sanos.
¿Cuál es el pronóstico?
A pesar de ser tan molesta, la varicela desaparece completamente sin complicaciones en la mayoría de los niños. En algunos niños se producen infecciones bacterianas. Por lo general son infecciones leves de la piel, pero a veces la infección puede ser más grave y afectar a los tejidos debajo de la piel y los músculos. En estos casos, se necesitan antibióticos y cirugía para controlar la bacteria.
Algunos niños tendrán una enfermedad más grave que afectará el cerebro durante el sarpullido o pocas semanas después de él. Si bien la mayoría de estos niños se recuperan, algunos quedan con un daño cerebral.
Prevención
La AAP recomienda una primera dosis de la vacuna contra la varicela a todos aquellos niños sanos de 12 a 15 meses que nunca hayan tenido la enfermedad. Se debe aplicar una segunda dosis a los 4 a 6 años de edad (pero se puede aplicar antes, si pasan al menos 3 meses después de la primera dosis). Hasta que su hijo cumpla un año, la mejor manera de protegerlo de la varicela es mantenerlo alejado de los niños con la enfermedad activa. Tenga en cuenta que un bebé tendrá inmunidad durante los primeros meses de vida si su madre ha tenido varicela o recibió la vacuna contra la varicela en algún momento de su vida.