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Problemas de salud

Sangrado agudo

Cortadas y laceraciones

Casi todos los niños se raspan las rodillas o los codos en más de una ocasión, con frecuencia causando un sangrado leve. Sin embargo, cuando los niños sufren una cortada o laceración grave, o un sangrado abundante, eso debe tratarse como una emergencia.

Primero, limpie la herida con agua y jabón, incluso colóquela bajo el agua del grifo, lo que le permitirá examinar la herida de cerca y medir la intensidad del sangrado. Luego, la tarea inmediata es detener el sangrado. Coloque una gasa estéril sobre la cortada. (Si no hay gasa disponible, use un pañuelo, una toalla o una camiseta limpia). Presione con fuerza con la palma de la mano hasta que el sangrado disminuya, y luego mantenga el vendaje por unos cuantos minutos más. Si la gasa se satura, coloque una capa nueva sobre la que ya está puesta. Busque atención médica para determinar si es necesario suturar la laceración para que cierre y sane bien.

Si el sangrado es pulsante o sale a chorros y continúa así por varios minutos, puede ser más difícil de detener. En ese caso, aplique presión directa y llame al 911 o a su número de emergencia. Si se pierde sangre en grandes cantidades puede ocasionar un estado de choque. Sin embargo, usted puede minimizar las probabilidades de un choque, si acuesta a su hijo y le eleva los pies unas pulgadas hasta que llegue el equipo de emergencia. Si la cortada es profunda o los bordes son desiguales, lleve a su hijo a la sala de emergencias. Las heridas como esta casi siempre necesitan atención de emergencia.

Sangrado de nariz

Los sangrados de nariz pueden tener varias causas; por ejemplo un niño que se mete los dedos a la nariz, sonarse, las alergias y la sinusitis. Al igual que con otros tipos de sangrado, el tratamiento primario para el sangrado de nariz es aplicar presión. Siente a su hijo y, si tiene la edad edad suficiente, use los dedos pulgar e índice de su hijo para apretar firmemente justo detrás de la punta de la nariz mientras sigue respirando por la boca. Los padres de un niño más pequeño tendrán que aplicar la presión ellos mismos. Después de cinco a diez minutos el sangrado debería detenerse.

En la mayoría de los casos no es necesario que se preocupe demasiado por la pérdida de sangre por un sangrado de nariz. Sin embargo, si el sangrado continúa por más de diez minutos o regresa, llame al pediatra, quien podría sugerirle que un médico vea a su hijo, tal vez en una sala de emergencias.

Última actualización
4/13/2016
Fuente
Caring for Your School-Age Child: Ages 5 to 12 (Copyright © 2004 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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