Cuando los niños tienen una enfermedad crónica grave o una discapacidad, con frecuencia sus padres recurren a las terapias "naturales". Las palabras que describen estas terapias incluyen alternativas, complementarias y remedios populares. Estos tratamientos se pueden usar junto con la atención que está recibiendo su hijo por parte de su pediatra u otro médico general, incluso cuando están a gusto con el servicio de cuidado tradicional. En algunos casos, tal vez se hayan sentido frustrados con lo que la medicina convencional le puede ofrecer a su hijo y decidieron recurrir a las terapias naturales, cuya popularidad sigue aumentando.
Si ha decidido recurrir a terapias naturales para el cuidado de su hijo, incluya a su pediatra en el proceso. Su médico puede ayudarlo a entender mejor estas terapias, decirle si tienen mérito científico, si las afirmaciones sobre ellas son exactas o exageradas y si presentan algún riesgo para el bienestar de su hijo. Recuerde que un tratamiento "natural" no siempre significa que sea uno "seguro". Su pediatra puede ayudarle a determinar si existe un riesgo de interacción con los otros medicamentos de su hijo.
La American Academy of Pediatrics recomienda a los pediatras:
Evaluar los méritos científicos de las terapias naturales.
Determinar si podrían causar algún daño directo o indirecto.
Aconsejar a los padres sobre todas las opciones de tratamiento.
Si decide usar la terapia natural, su pediatra también podría ayudar a evaluar cómo está respondiendo su hijo a ese tratamiento.
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