Ya sea que su hijo se haya sometido a una
cirugía, una lesión o esté viviendo con una
afección crónica o enfermedad, hay formas de ayudar a controlar su dolor. A veces, el médico o el dentista le recetará medicamentos opioides para el dolor más grave.
Si su hijo recibe una receta de opioides, hay consejos de seguridad que los padres deben seguir. Por ejemplo, no se debe usar un medicamento opioide solo. En su lugar, debe usarse junto con otros analgésicos para el dolor más grave y/u otras estrategias sin medicamentos para controlar el dolor. También es importante saber cómo almacenar y desechar los medicamentos opioides no utilizados de manera segura y cómo responder a una sobredosis de opioides.
Esto es lo que debe saber sobre cómo manejar de manera segura el dolor de su hijo y minimizar los efectos secundarios.
Use los remedios adecuados para el dolor de su hijo
Varios tipos de medicamentos pueden ayudar cuando un niño tiene dolor. Pero a menudo es más seguro y efectivo usar medicamentos en combinación con otros remedios cuando un niño tiene dolor moderado o grave.
Su pediatra, dentista o proveedor de atención médica pueden recomendarle lo que funcionará mejor para su hijo. Esto puede depender del tipo de dolor, qué lo está causando, cuán grave es y la edad del niño.
Para el dolor leve, pueden recomendar compresas de hielo, calor, elevación y descanso; distracción (por ejemplo, leer libros, jugar, ver películas o escuchar música) y caminar o estirarse según lo recomendado.
Para el dolor leve o moderado, también pueden recomendar analgésicos de venta libre (por ejemplo,
acetaminofén o
ibuprofeno).
Para el dolor grave, también pueden recetar medicamentos opioides.
Tenga un enfoque práctico para los opioides recetados
Si su hijo recibe una receta para medicamentos opioides, hay formas de ayudar a que la experiencia sea lo más segura posible.
Siga las instrucciones. Asegúrese de que su hijo tome el medicamento según lo recetado y por el menor tiempo posible. La mayoría de los opioides para niños se recetan en la dosis más baja posible y por un tiempo muy corto, por lo general 5 días o menos. Recuerde preguntar cuándo su hijo puede tomar de manera segura sus otros medicamentos recetados, medicamentos de venta libre y vitaminas o suplementos.
Preste mucha atención cuando le dé el medicamento a su hijo. Mantenga un registro de la cantidad de medicamento que hay en el recipiente. Esto lo ayuda a confirmar que su hijo está tomando la cantidad correcta cada vez. Cuando le dé un medicamento líquido, use la herramienta de dosificación que viene con el medicamento o que el médico o farmacéutico le indique que use. Si no se proporciona una herramienta de dosificación con el medicamento, pídale al farmacéutico o al médico que le dé una.
(Consulte Cómo usar medicamentos líquidos para niños).
Hable con su hijo sobre los riesgos de volverse dependiente de los opioides. Explique que seguir cuidadosamente las instrucciones de la receta de opioides puede ayudar a evitar o reducir la dependencia de los opioides. Los signos de dependencia pueden incluir
tomar opioides por otros motivos que no sean el alivio del dolor. Otras señales de advertencia son cambios en el estado de ánimo, respiración, somnolencia y confusión.
Lleve un registro de cómo se usa la receta y almacene todos los medicamentos en un lugar cerrado que esté fuera del alcance de los niños y adolescentes. Un control más estricto puede ayudar a evitar que su hijo tome demasiados medicamentos. También evita que otros tomen medicamentos que no les han recetado.
Lo que hay que saber sobre la codeína y el tramadol
La codeína es un medicamento para tratar el dolor y la tos. El tramadol es un medicamento para tratar el dolor. Ambos medicamentos tienen riesgos de respiración lenta o difícil y muerte, especialmente en los niños. La codeína y el tramadol no se deben recetar a niños menores de 12 años. Estos medicamentos no deben usarse en niños menores de 18 años para tratar el dolor después de la
cirugía para extirpar las amígdalas o los adenoides. Y la codeína y el tramadol no deben recetarse a jóvenes de entre 12 y 18 años que tengan obesidad, apnea obstructiva del sueño o enfermedad pulmonar grave. Además, no use estos medicamentos durante la lactancia.
Tenga naloxona para revertir una sobredosis de opioides
Si alguien en su hogar toma opioides por cualquier motivo, es buena idea tener también naloxona. La naloxona es un medicamento que salva vidas y que puede revertir rápidamente una sobredosis de opioides. Está disponible como un aerosol nasal que es fácil de administrar.
(Vea
Lo que debe saber sobre el fentanilo y el uso de naloxona para la sobredosis de opioides). Esto es lo que debe saber.
Hay tres formas de obtener naloxona:
A través de una receta de su médico o farmacéutico
Sin receta en las principales farmacias o minoristas en línea
A través de una organización comunitaria o un centro de salud local, con frecuencia por poco o ningún costo
La naloxona es segura para cualquier persona que pueda o no haber tenido una sobredosis de opioides. Si se administra a alguien que NO está teniendo una sobredosis, la
naloxona generalmente no tiene efectos secundarios y es segura de administrar. Los padres deben tener en cuenta que un niño que sale de una sobredosis de opioides puede experimentar dolor irruptivo y/o agitación.
La sobredosis de opioides es una emergencia potencialmente mortal que requiere asistencia médica inmediata. Llame al 911 de inmediato, y si está disponible, proporcione naloxona, si una persona exhibe alguno de los siguientes síntomas:
La cara es extremadamente pálida y/o se siente húmeda al tacto
El cuerpo se vuelve flácido
Las uñas o los labios tienen un color morado o azul
Comienza a vomitar o hacer ruidos de gorgoteo
No puede despertarse o no puede hablar
Su respiración o latidos del corazón se ralentizan o se detienen
Deshágase de los opioides no utilizados de inmediato
Siga las
instrucciones de eliminación segura de los medicamentos no utilizados o vencidos. Idealmente, puede llevarlos a un
lugar designado para la devolución de medicamentos. Si esto no es una opción, algunos medicamentos específicos, como los opioides y los analgésicos, se pueden desechar por el inodoro.
No arroje los opioides a la basura. Consulte la lista de medicamentos que se pueden desechar por el inodoro de la Administración de Fármacos y Alimentos.
Si tiene medicamentos sin usar que
no se pueden desechar por el inodoro:
Combínelos (líquido o píldoras) con tierra, arena para gatos, posos de café usados u otra sustancia no deseada
Coloque la mezcla en un recipiente sellado
Deseche el recipiente en la basura de su casa
Asegúrese de
eliminar la información personal, incluido el número de receta (Rx) de los frascos de medicamentos recetados antes de desecharlos.
Recuerde
Los opioides se recetan para ayudar a controlar el dolor después de que un niño se somete a una cirugía o por otros motivos. La mayoría de los niños que reciben una receta de opioides no desarrollan un trastorno por consumo de opioides ni tienen una sobredosis. Tomar precauciones al manipular opioides recetados puede ayudar a mantener seguros a su hijo y a otras personas.
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