Creo que mi hijo se dislocó el tobillo. ¿Cómo puedo estar seguro?
Las dislocaciones son lesiones en los ligamentos que conectan los huesos uno con otro. Una dislocación ocurre cuando un ligamento se estira excesivamente o se desgarra. Las dislocaciones son menos comunes en niños pequeños, debido a que sus ligamentos generalmente son más fuertes que los huesos en crecimiento y el cartílago al que están unidos. Por lo tanto, la parte en crecimiento del hueso se puede separar o rasgar antes de que se lesione el ligamento.
Tipos de dislocaciones
En niños pequeños, el tobillo es la articulación que se disloca con más frecuencia, seguido de la rodilla y la muñeca. En una dislocación leve (grado 1), el ligamento simplemente se estira demasiado. Las dislocaciones más severas pueden implicar el desgarre parcial del ligamento (grado 2) o desgarre completo (grado 3).
Señales y síntomas
Las señales y síntomas de las dislocaciones en niños pequeños pueden ser muy similares a las de las fracturas y se incluyen los siguientes:
- dolor
- inflamación alrededor de la articulación
- incapacidad de caminar, cargar peso o usar la articulación
Cuándo debo llamar al médico
Llame al pediatra de su hijo si este tiene una lesión en la articulación y no puede cargar peso o tiene una inflamación o dolor excesivo. Con frecuencia el médico deseará examinar al niño. En algunos casos, es posible que solicite rayos X especiales para descartar una fractura o una ruptura. Si hay una fractura o una ruptura, es posible que su pediatra consulte con un ortopedista o lo refiera con uno, o con un especialista en medicina deportiva.
Tratamiento
Cuando se diagnostica una dislocación, el tratamiento generalmente implica compresión con un vendaje elástico o la inmovilización con una tablilla. Es posible que sea necesario una bota de yeso si la lesión del tobillo o del pie fue severa.
La mayoría de dislocaciones grado 1 sanarán en el transcurso de dos semanas sin complicaciones posteriores. Se debe llamar al médico de su hijo si la lesión de articulación no sana o se vuelve a inflamar. Ignorar estas señales puede ocasionar daños más severos en la articulación y discapacidad a largo plazo.