¿Qué es un problema de aprendizaje? Ni siquiera los expertos pueden ponerse de acuerdo. Una definición importante se encuentra en el Manual de estadística y diagnósticos de Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de American Psychiatry Association, el libro de referencia principal en que confían los médicos y que les ayuda a diagnosticar estas afecciones. La edición más reciente, el DSM IV, identifica tres tipos de problemas de aprendizaje: dislexia, la incapacidad para leer, deletrear y escribir palabras, pero no como resultado de una visión defectuosa; digrafía, la incapacidad para escribir correctamente, y discalculia, la incapacidad para realizar cálculos matemáticos.
Definición de "Problemas de aprendizaje"
El gobierno federal tiene una perspectiva más amplia. De conformidad con la Ley de educación para personas con discapacidades (Individuals with Disabilities Education Act, IDEA), todos los niños elegibles entre las edades de tres y veintiún años tienen garantizada una educación especial gratuita y apropiada con servicios relacionados en las escuelas públicas. IDEA define “problemas de aprendizaje” de la siguiente manera:
Un trastorno en uno o más de los procesos psicológicos básicos relacionados con la comprensión o uso del lenguaje, hablado o escrito, que puede manifestarse como la habilidad imperfecta para pensar, hablar, leer, escribir, deletrear o realizar cálculos matemáticos. El término incluye condiciones como discapacidades de la percepción, lesión cerebral, disfunción cerebral mínima, dislexia y afasia.
Esto abarca no solo los tres trastornos anteriormente mencionados, sino también el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y los trastornos de desarrollo en general, incluso autismo y síndrome de Asperger. Aunque la ley no incluye expresamente las discapacidades intelectuales, los distritos escolares estatales e individuales cuentan con libertad para modificar los lineamientos. Algunos clasifican la discapacidad intelectual como un problema de aprendizaje, mientras que otros pueden brindar servicios de educación especial para los estudiantes cuyo rendimiento académico está muy por debajo de su potencial, según los resultados de las pruebas realizadas.
Y todavía se torna más confuso, ya que es posible escuche que a este mismo problema de aprendizaje se le llama también discapacidad de aprendizaje o discapacidad de desarrollo, o incluso algún otro término distinto. Finalmente, la clasificación de estos trastornos no es tan importante como lo es reconocer que dichos trastornos interfieren seriamente con la capacidad de aprendizaje del joven.
Todos los impedimentos tienen algo en común: desviaciones de procesamiento en una o más partes del cerebro. Varios estudios que emplean tecnología de imágenes sofisticadas han podido observar cómo funcionan una variedad de cerebros de pacientes con problemas de aprendizaje. En la Facultad de Medicina de Yale University, por ejemplo, se les pidió a varios pacientes con dislexia que leyeran mientras se les realizaba una tomografía por resonancia magnética. Los investigadores observaron claramente una diferencia en las partes del cerebro que normalmente se hacen cargo de la lectura.
De igual manera, los estudios de diagnóstico por imágenes de personas con TDAH han determinado que el funcionamiento de las áreas que se encargan de la concentración es menor; y las tomografías de personas con autismo revelan anormalidades en la estructura cerebral, particularmente dentro del cerebelo, que tiene forma de concha y está localizado en la base del cerebro. El desarrollo de un cerebro dañado debido a una variedad de causas es también es el origen de una discapacidad intelectual. (Por cierto, estos procedimientos de diagnóstico por imágenes se utilizaron estrictamente para propósitos de investigación; no son parte de las pruebas diagnósticas de rutina). Las dificultades de aprendizaje se diagnostican cuatro veces más en niños que en niñas. Esto puede deberse en parte al hecho de que los niños que tienen problemas académicos están más propensos a tener trastornos del comportamiento y a resistirse a leer y a realizar otras tareas escolares difíciles. Por lo tanto, con más frecuencia tienden a ser remitidos a especialistas y, subsecuentemente, a ser diagnosticados.
Muchos de estos trastornos ya están inmersos en los árboles genealógicos de las personas que los padecen. De acuerdo a National Institute of Mental Health, los niños con TDAH suelen tener por lo menos un familiar cercano que padece el trastorno. Con frecuencia, es el padre; por lo menos una de cada tres personas con TDAH se lo transmiten genéticamente a su descendencia.
Por lo general, un déficit de aprendizaje se hace evidente en la infancia, aunque no siempre. Si los problemas son sutiles, es probable que el niño los compense durante algún tiempo; de hecho, algunos de estos niños o niñas son muy brillantes. Pero cuando comienzan a asistir a la escuela, todo se torna más complejo, y al llegar a tercero o cuarto grado, los niños comienzan a experimentar dificultades más concretas. “Es en este momento que el plan de estudios cambia de dinámica, de ‘aprender a leer,’ a ‘leer para aprender’ ”, explica el Dr. Mark L. Wolraich, especialista en problemas de aprendizaje. De los más de 2.4 millones de niños con problemas de aprendizaje en las escuelas de EE.UU., aproximadamente cuatro de cada cinco tienen problemas con la lectura y escritura.
Varias de estas condiciones tienen características que se traslapan; en consecuencia, es muy común que haya diagnósticos equivocados. Por ejemplo: La dificultad para concentrarse en la escuela caracteriza TDAH, pero es también una característica distintiva del síndrome de Asperger, de las discapacidades intelectuales o la depresión. Además, las dificultades de aprendizaje normalmente vienen acompañadas de problemas secundarios.
Regresemos al ejemplo de TDAH. A algunos de estos niños se les diagnostica también otro problema de aprendizaje, como la dislexia. Algunos desarrollan el trastorno oposicional desafiante del comportamiento. Su agresividad y arranques de cólera en parte pueden atribuirse a su falta de éxito en la escuela y a otras circunstancias. “Pero parte de la mala conducta”, dice el Dr. Wolraich, “se debe al hecho de que ambas afecciones tienden a ocurrir juntas”. Esto es menos común, pero hay adolescentes o adultos jóvenes con déficit de atención que tienen o desarrollarán en el futuro trastorno bipolar, una grave perturbación del carácter también llamada psicosis maníaco-depresiva.
¿Problema de aprendizaje? Es eso y mucho más
Es raro que los efectos de un problema de aprendizaje radiquen únicamente en el salón de clases. A menudo invaden otras áreas de la vida cotidiana. Hacer amigos puede ser una tarea especialmente difícil para muchos de estos jóvenes, ya que algunos no tienen suficientes destrezas sociales, como la habilidad para entender los matices del lenguaje y leer expresiones faciales. Es probable que escuchen una broma y no la entiendan como los demás. Por supuesto, muchos niños y niñas con dificultades de aprendizaje se llevan muy bien con sus compañeros, pero para aquellos que se sienten incómodos y no pueden desenvolverse bien en el ámbito social, la adolescencia puede convertirse en una etapa muy difícil. Los pediatras u otros profesionales de la salud de los adolescentes con problemas de aprendizaje les realizarán pruebas para diagnosticarles ansiedad o depresión.
El diagnóstico de un niño empuja a los padres a convertirse en defensores: las personas encargadas de conseguirle los servicios educativos, psicológicos y de rehabilitación que necesita. Las madres y padres también se convierten en defensores al brindarles amor y motivación constantes. Mantener su autoestima a flote y promover una autoimagen positiva son de igual importancia para ayudar a un niño a superar un problema de aprendizaje en el área académica. En resumen, sea el fanático número uno de su hijo. Recuerde: Nadie le amará y apoyará más que usted.
Si sospecha que su adolescente puede tener algún tipo de problema de aprendizaje, consúltelo con su pediatra, para delimitar un plan de acción. No ignore sus instintos, que es lo que hacen algunos padres, básicamente por miedo a que se diagnostique TDAH, autismo u otro problema que pueda estigmatizar a su hijo de manera permanente.
¿Estigmatizarle? ¿Con quién? Entre una creciente concienciación del público en general y los 120,000 casos nuevos de trastornos de aprendizaje que se diagnostican en los estudiantes todos los años, un problema de aprendizaje ya no conlleva el estigma que una vez representaba. Pero, francamente, lo que piensen otras personas ni siquiera deben interesarle a los padres. Cuando las madres y padres ignoran la realidad de la situación, con la buena pero equivocada intención de proteger a su hijo, le están privando de la ayuda que necesita para aprender a vivir con su trastorno. Hasta entonces, lo que sufrirá son sus tareas de la escuela, y reforzará un patrón destructivo de fracaso. Y si no recibe terapia que le enseñe cómo controlar los comportamientos de aislamiento, entonces sufrirá más el rechazo de sus compañeros.
Aproximadamente dos de cada cinco niños y niñas con TDAH no son diagnosticados hasta que llegan a la escuela media o secundaria, y algunas veces hasta que llegan a la universidad. Imagínese lo que significa pasar años sin entender porque no puede mejorar en la escuela. ¿Cuántos adolescentes terminarán pensando la razón es porque son “tontos”? O “perezosos”, que es de lo que les acusan con frecuencia. Recibir una explicación de por qué el aprendizaje siempre ha sido difícil por lo general representa un alivio. Aunque es mejor detectar los problemas de aprendizaje en las primeras etapas de la infancia, nunca es demasiado tarde para ayudar a un joven a cambiar las cosas.
Iniciales, iniciales y más iniciales
TDAH |
trastorno de déficit de atención con hiperactividad |
SA |
síndrome de Asperger |
TEA |
trastorno del espectro autista |
CAPD |
trastorno del proceso central auditivo |
DD |
discapacidades de desarrollo |
HFA |
autismo de alto funcionamiento |
PA |
problema de aprendizaje |
DI |
discapacidad intelectual |
TOC |
trastorno obsesivo-compulsivo |
PDD |
trastorno generalizado del desarrollo |
PDD-NOS |
trastorno generalizado del desarrollo no especificado |
DH |
discapacidad del habla |