A pesar de que el botulismo es una enfermedad poco común, la mayoría de padres han escuchado sobre esta enfermedad y saben que con frecuencia se relaciona con comer alimentos contaminados. El botulismo puede ser una enfermedad muy grave que puede ocasionar el funcionamiento irregular de los nervios, ocasionando debilidad y parálisis.
El botulismo lo ocasionan los venenos (toxinas) producidos por las bacterias formadoras de esporas denominadas Clostridium botulinum.El botulismo alimentario surge cuando un alimento se contamina con las esporas de la toxina botulínica C y después se almacena incorrectamente. El almacenamiento incorrecto permite que la bacteria crezca y genere las toxinas. Las epidemias de este tipo de botulismo han ocurrido por comer no solo alimentos enlatados caseros, sino también alimentos preparados en restaurantes como sándwiches con queso fundido, patatas/papas horneadas envueltas en papel de aluminio y ajo envasado.
Otra forma de botulismo, denominada botulismo de las heridas, se puede desarrollar cuando los tejidos de la lesión de un niño se contamina con las esporas de la toxina botulínica C. En ciertas condiciones, las esporas pueden crecer dentro de la herida y producir toxinas, las cuales después pueden ingresar en el flujo sanguíneo.
En los pacientes para quienes el botulismo es una infección alimentaria, es posible que esta avance rápidamente. Con frecuencia empieza con debilidad y pérdida de tono muscular que se propaga en todo el cuerpo.
Es posible que los niños presenten:
- Visión doble o borrosa
- Boca seca
- Párpados flácidos
- Dificultades para tragar y hablar
La toxina puede ocasionar la parálisis del tronco, brazos, piernas y el sistema respiratorio. En estas infecciones por alimentos, los síntomas empiezan poco después de comer los alimentos contaminados, generalmente en el transcurso de 12 a 48 horas.
El botulismo infantil puede variar de leve a severo, con frecuencia empezando con:
- Estreñimiento
- Llanto débil
- Pérdida de expresión facial
- Reflejo nauseoso reducido
- Alimentación lenta
- Debilidad o flacidez en general
El período de incubación normal del botulismo infantil puede variar de 3 a 30 días después de la exposición a las esporas.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Los síntomas de un niño ayudarán para que su pediatra diagnostique el botulismo. El diagnóstico se puede confirmar en la mayoría de los casos al encontrar la toxina en las heces del niño, en el contenido del estómago o en los alimentos que ha ingerido. Para diagnosticar el botulismo de las heridas, las muestras de tejido se puede examinar en el laboratorio.
Tratamiento
Gran parte del tratamiento para el botulismo es de apoyo. Es necesario hospitalizar a casi todos los niños. Los niños se deben mantener bien alimentados, sus vías respiratorias deben estar descongestionadas y es necesario observar cuidadosamente si tiene problemas respiratorios.
En circunstancias especiales, es posible que su pediatra pueda suministrarle a su hijo una antitoxina intravenosa que bloquee la actividad de la toxina en el flujo sanguíneo. Esto puede ayudar a aliviar los síntomas cuando se suministran al principio del proceso infeccioso. La protección antibacteriana no es útil para tratar la mayoría de casos de botulismo, a pesar de que se puede utilizar para el tratamiento del botulismo de las heridas. Los antibacterianos generalmente no se deben utilizar en casos de botulismo infantil.
Es posible que los niños gravemente enfermos necesiten ayuda para respirar, utilizando un ventilador mecánico, y para comer, utilizando sondas de alimentación o alimentación intravenosa.
¿Cuál es el pronóstico?
La mayoría de niños se recuperan completamente del botulismo, a pesar de que puede tomar desde varias semanas a meses. En casos en los que no se trata la afección, los síntomas del botulismo alimentario algunas veces avanza a una etapa en la cual los músculos respiratorios se paralizan, ocasionando la muerte debido a una insuficiencia respiratoria.