La enuresis nocturna, también llamada incontinencia urinaria durante la noche, después de los 5 años afecta a muchos niños en edad escolar e incluso a algunos adolescentes. No es un problema de salud grave y los niños suelen superarlo al crecer. Aun así, la incontinencia urinaria puede ser incómoda tanto para los niños como para los padres.
Es importante colaborar con los médicos de su hijo para averiguar las posibles causas y soluciones. Estas son algunas preguntas frecuentes.
¿Qué tan común es la incontinencia urinaria en los niños en edad escolar y en los adolescentes?
Los "accidentes" ocasionales son comunes entre los niños que ya saben ir solos al baño. Alrededor del 20 % de los niños tiene algún problema de incontinencia urinaria a los 5 años, y hasta un 10 % lo tiene todavía a los 7 años. Se calcula que, hacia fines de la adolescencia, el índice estimado de incontinencia urinaria es de entre el 1 y el 3 % de los jóvenes. La enuresis nocturna es de 2 a 3 veces más común entre varones que entre niñas.
Hay 2 tipos de enuresis nocturna:
Enuresis primaria: un niño que nunca tuvo control de la vejiga por las noches y siempre se ha orinado en la cama.
Enuresis secundaria: un niño que tenía control de la vejiga por las noches durante un período de al menos 6 meses pero que lo perdió y ahora se orina en la cama nuevamente.
La enuresis primaria es mucho más común. La enuresis secundaria en niños mayores o en adolescentes deberá ser evaluada por un médico. La incontinencia urinaria en este grupo etario podría ser un signo de infección urinaria u otros problemas de salud, afecciones neurológicas (relacionados con el cerebro), estrés u otras complicaciones.
¿Cuáles son las causas de la incontinencia urinaria?
Si bien no sabemos del todo cuál es la causa de la incontinencia urinaria, se cree que ocurre por un retraso en el desarrollo de al menos una de las siguientes tres partes durante la noche:
Vejiga: menos espacio en la vejiga por la noche.
Riñón: se produce más orina por la noche.
Cerebro: incapacidad para despertarse mientras se está dormido.
En los bebés y niños pequeños, las conexiones entre el cerebro y la vejiga no están del todo desarrolladas; la vejiga sencillamente libera orina siempre que está llena. A medida que los niños crecen, las conexiones entre el cerebro y la vejiga se desarrollan. Esto permite que el niño controle cuándo vaciar la vejiga. Este control suele desarrollarse primero durante el día; toma más tiempo para que ocurra por las noches.
Otros factores de riesgo de la incontinencia urinaria:
Genética. Si uno de los padres se orinaba en la cama después de los 5 años, hay un 40 % de probabilidades de que sus hijos tengan el mismo problema. Si ambos padres se orinaban en la cama cuando niños, entonces cada uno de sus hijos tendrá una probabilidad de alrededor del 70 % de padecer el mismo problema.
Estrés. Este es uno de los motivos más comunes de la enuresis secundaria. Los niños padecen estrés cuando se mudan a una nueva casa o cambian de escuela, cuando sufren el divorcio de sus padres, pierden a uno de sus padres o a otro ser querido, o cuando atraviesan algún otro problema grave en la vida. Este estrés puede provocar incontinencia urinaria y el tratamiento de este estrés puede detenerla.
Sueño profundo. Un patrón de sueño profundo puede ser parte normal del desarrollo adolescente, al igual que los malos horarios de sueño y muy pocas horas de sueño. Esto es absolutamente común durante la pubertad y, en especial, durante los años de la adolescencia y la escuela preparatoria.
Apnea obstructiva del sueño/ronquidos. En casos excepcionales, la incontinencia urinaria ocurre porque un niño tiene apnea obstructiva del sueño y ronca. Los niños con esta afección tienen una vía respiratoria parcialmente bloqueada que puede detener su respiración brevemente durante el sueño. Esto puede cambiar el equilibrio químico del cerebro y eso podría disparar la incontinencia urinaria.
Estreñimiento. La vejiga y los intestinos están muy cerca entre sí dentro del cuerpo. Un intestino lleno (constipación) puede hacer presión sobre la vejiga y hacer que el niño pierda el control de la vejiga. En estos casos, el tratamiento del estreñimiento suele ser el primer paso para tratar la incontinencia urinaria. Si su hijo siente dolor o si hace mucho esfuerzo para tener una evacuación intestinal, esto podría contribuir a la incontinencia urinaria.
Enfermedad de la vejiga o del riñón. Esta podría ser la causa de que un niño tenga problemas de control de vejiga tanto de día como de noche y otros síntomas urinarios tales como dolor al orinar o necesidad de orinar con frecuencia.
Enfermedad neurológica. A veces, un problema en la columna vertebral que se desarrolla con el crecimiento o que está presente durante la primera infancia puede provocar incontinencia urinaria. Si su hijo tuviera otros síntomas, como adormecimiento, hormigueos o dolor en las piernas, podría tenerse en cuenta la posibilidad de una lesión de columna. No obstante, esta es una causa muy rara de incontinencia urinaria.
Otras afecciones médicas o medicamentos. En casos excepcionales, otras afecciones médicas, como la diabetes, pueden causar enuresis en los niños. Algunos estudios sugieren que los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen más probabilidades de tener enuresis, posiblemente a causa de diferencias en la química del cerebro. Asimismo, hay algunos medicamentos que aumentan las probabilidades de incontinencia urinaria.
¿Cómo se evalúa la incontinencia urinaria?
En primer lugar, el médico de su hijo revisará la historia clínica completa y hará preguntas sobre cualquier otro síntoma urinario como, por ejemplo, urgencia para orinar con frecuencia, necesidad de "correr al baño" muy seguido, o dolor o ardor al orinar. El médico preguntará también sobre los patrones de sueño, con qué frecuencia tiene evacuaciones intestinales el niño y sobre la salud familiar. El médico preguntará si alguno de los padres se orinaba en la cama por la noche cuando eran niños. Por último, el médico puede preguntar sobre acontecimientos estresantes en la vida del niño que pudieran estar sumándose al problema.
Asimismo, se le hará a su hijo un examen físico completo, que incluirá un análisis de orina simple. Este análisis mostrará signos de enfermedad o infección si los hubiera. En la mayoría de los niños con enuresis, los resultados de este análisis son absolutamente normales. Por lo general, no es necesario hacer radiografías.
¿Existe tratamiento para los niños mayores y adolescentes que se orinan en la cama?
Sí. No obstante, el tratamiento para la incontinencia urinaria depende, antes que nada, de que no sea causada por cosas como el estrés, lo que debe tratarse en primer lugar. En general, los niños que participan activamente en su tratamiento tienen una mejor probabilidad de disminuir o resolver la incontinencia urinaria.
Alarmas de incontinencia urinaria:
Las investigaciones demuestran que alrededor de la mitad de los niños que usan bien las alarmas enuréticas (de incontinencia urinaria) se mantendrán secos por las noches luego de algunas semanas de uso. Estas alarmas zumban o vibran cuando la ropa interior del niño se moja. Con el tiempo, el cerebro se entrena para asociar la sensación de querer orinar con la alarma que se dispara, levantarse e ir al baño. Esta terapia requiere de la participación activa de un adulto, para asegurar que el niño se despierte del todo y vaya al baño cuando la alarma se dispara.
Medicamentos:
Existen solamente dos medicamentos aprobados para la incontinencia urinaria: la imipramina y la desmopresina. Es importante tener en cuenta que la incontinencia urinaria suele regresar cuando se suspenden los medicamentos, salvo que al niño se le "haya pasado" la enuresis nocturna.
La imipramina funciona bien en algunos niños con enuresis nocturna. Existe la posibilidad de una sobredosis de este medicamento, por lo que es importante que los padres controlen de manera estricta cómo y cuándo administran el medicamento. Se recomienda hacerle un ECG (electrocardiograma) al niño antes de empezar a administrar este medicamento, si bien no se han comunicado problemas cardíacos con dosis de imipramina como las que se usan para tratar la incontinencia urinaria. Los niños que tengan un ECG anormal no deben usar este medicamento.
La desmopresina (DDAVP) ayuda a reducir la cantidad de orina que produce el cuerpo. Mejora la incontinencia urinaria en un 40 a un 60 % de los niños. La DDAVP viene en aerosol nasal y en píldoras, y se toma antes de irse a dormir. Es importante no beber nada después de tomar el medicamento, para reducir el riesgo de un desequilibrio de electrolitos. Se ha demostrado la utilidad de un medicamento adicional, la oxibutinina, en especial en pacientes que no responden a la DDAVP sola, y se puede administrar en combinación con esta última.
¿Mi hijo seguirá orinándose en la cama cuando sea adulto?
Casi siempre, la incontinencia urinaria desaparece por sí sola. La mayoría de los niños la superará al final de la adolescencia, si no antes. La enuresis secundaria puede desaparecer cuando se descubre su causa. Puede tratarse o mejorar por sí sola. Si la incontinencia urinaria no se detuvo al terminar la adolescencia, su hijo deberá ir al médico.
Recuerde
Nunca postergue el momento de hablar con su pediatra sobre la incontinencia urinaria; así encontrarán la solución más adecuada para su hijo y su familia.
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