Los trastornos alimentarios son enfermedades reales que se pueden tratar. Con frecuencia coexisten con otras enfermedades, tales como la depresión, el abuso de sustancias o las trastornos de ansiedad. Los tratamientos psicológicos y médicos son formas eficaces de tratar muchos trastornos alimentarios. Entre más temprano se diagnostique un trastorno alimentario, mejores oportunidades existen de recuperación.
¿Cómo se tratan los trastornos alimentarios?
Los objetivos típicos del tratamiento incluyen restaurar la nutrición adecuada, lograr un peso corporal saludable, reducir el exceso de ejercicio y frenar atracones y purgas (comer en exceso y provocar vómitos). Los planes de tratamiento por lo general están diseñados de acuerdo con las necesidades individuales y pueden constar de uno o más de los siguientes tratamientos:
Algunos pacientes pueden requerir de hospitalización para tratar los problemas que causa la malnutrición o para asegurarse de que coman lo suficiente si tienen muy poco peso. La recuperación completa es posible.
Sobre las psicoterapias:
Ciertas formas de psicoterapias, o terapia de conversación (verbal), incluyendo la terapia de familia y las estrategias cognitivas, han demostrado ser útiles en el tratamiento de ciertos trastornos alimentarios.
La estrategia de Madsley, por ejemplo, donde los padres de los adolescentes que sufren de anorexia nerviosa asumen la responsabilidad de alimentar a su joven, parece ser un método eficaz de logar que los adolescentes suban de peso y mejoren sus hábitos alimentarios y sus estados de ánimo.
Otros grupos pueden recibir terapia de conducta cognitiva para reducir o eliminar los atracones y las purgas. Estas terapias ayuda al joven a identificar patrones distorsionados o pensamientos problemáticos/negativos y cambiar creencias imprecisas/incorrectas.
Sobre los medicamentos:
Los medicamentos, tales como los antidepresivos, antipsicóticos o estabilizadores del ánimo aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU.) pueden ser útiles en el tratamiento de los trastornos alimentarios y otras enfermedades coexistentes, tales como la ansiedad o la depresión. Visite el sitio web de la FDA para obtener la más reciente información sobre advertencias, guías de medicamentos para pacientes o nuevos fármacos/medicamentos aprobados.
¿Qué se está haciendo para entender y tratar mejor los trastornos alimentarios?
Los investigadores han descubierto que los trastornos alimentarios son provocados por una interacción compleja de factores genéticos, biológicos, psicológicos y sociales. Pero muchas preguntas continúan sin respuesta. Los investigadores están tratando de responder a preguntas sobre la genética, la función cerebral y el comportamiento para entender y controlar mejor los trastornos alimentarios. Pruebas de neuroimagen y estudios genéticos también ofrecen pistas sobre cómo cada persona puede responder a un tratamiento específico.
Genética: Investigadores de la salud mental están estudiando varias combinaciones de genes para determinar si alguna variación del DNA está asociada con el riesgo de desarrollar una enfermedad mental.
Neuroimágenes: Imágenes por resonancia magnética (IRM), por ejemplo, pueden conducir a un mejor entendimiento de los trastornos alimentarios. Las pruebas de neuroimagen ya se utilizan para detectar actividad cerebral anómala en pacientes con esquizofrenia, trastornos obsesivo-compulsivo y depresión. Pueden ser útiles a los investigadores para entender mejor cómo las personas con trastornos alimentarios procesan la información, ya se que se hayan recuperado o que estén aún bajo los efectos de la enfermedad.
Investigación psicológica y de comportamiento. Pocos estudios sobre los trastornos alimentarios se han llevado a cabo en el pasado debido a la dificultad que representa esta investigación. Nuevos estudios se están llevando a cabo en estos momentos que están tratando de remediar la falta de información disponible sobre este tratamiento.
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