Los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) es un término que abarca una gama de efectos que pueden manifestarse en los individuos cuyas madres consumieron alcohol durante el embarazo. Estos efectos con implicaciones a largo plazo pueden incluir problemas físicos, mentales, de conducta o problemas de aprendizaje.
El número exacto de niños con trastornos del espectro alcohólico fetal es difícil de determinar. Los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades estiman que entre 800 y 8.000 bebés en los EE.UU. nacen cada año con el síndrome alcohólico fetal.
Afecciones del espectro alcohólico fetal
El trastorno del espectro alcohólico fetal abarca un número de afecciones:
Síndrome alcohólico fetal
El síndrome alcohólico fetal es el más severo del espectro. Describe a las personas más afectadas por los efectos del alcohol, con síntomas tan marcados que el diagnostico se basa en medidas especiales y problemas detectados en cada una de las 3 siguientes áreas:
Tres áreas específicas de anormalidades faciales: surco nasolabial liso (el área entre la nariz y el labio superior), un labio superior delgado, fisuras palpebrales pequeñas (la apertura horizontal del ojo)
Déficit de crecimiento (más bajo que el promedio de altura, peso, o ambos)
Anormalidades del
sistema nervioso central (estructural, neurológico, funcional, o una combinación de estos)
Síndrome alcohólico fetal parcial
Cuando una persona no reúne las condiciones para un diagnóstico completo del síndrome alcohólico fetal pero tiene antecedentes de exposición al alcohol y algunas anormalidades faciales así como problemas de crecimiento o del sistema nervioso central, a esta persona se le diagnostica con el espectro del síndrome alcohólico fetal parcial.
Trastorno del desarrollo neurológico relacionado con el alcohol
Las personas con el trastorno del desarrollo neurológico relacionado con el alcohol no tienen anormalidades faciales ni problemas de crecimiento, pero tienen problemas relacionados con la formación y funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. Estas personas pueden sufrir de:
En particular, un comité federal convocado para evaluar la ciencia observó que estos niños son más propensos a tener problemas relacionados
con el desarrollo neurocognitivo, el funcionamiento adaptivo, y la regulación de conducta.
Trastorno neuroconductual relacionado con la exposición prenatal al alcohol
Además de tener exposición prenatal al alcohol confirmada, estos individuos tienen deterioro (disfunción) de las funciones neurocognitivas, de autorregulación y adaptación. El trastorno neuroconductual combina deterioro en estas tres áreas junto con lo siguiente:
Evidencia de exposición prenatal al alcohol
Comienzo de los síntomas en la infancia
Deterioro considerable o problemas de las función social, académica, ocupacional u otra área de función importante.
Defectos de nacimiento relacionados con el alcohol
Las personas con defectos de nacimiento relacionados con el alcohol (ARBD, por sus siglas en inglés) tienen problemas relacionados con la formación y funcionamiento de sus órganos, incluyendo:
Estos individuos también podrían sufrir uno de los trastornos del espectro alcohólico fetal.
Causa
Los trastornos del espectro alcohólico fetal solo se presentan cuando una mujer embarazada consume bebidas alcohólicas. El alcohol pasa a la placenta y a la sangre del bebé, lo cual puede causar daños al cerebro y a otros órganos y puede conllevar el síndrome alcohólico fetal.
Los trastornos del espectro alcohólico fetal (FASD) se puede prevenir en un 100 % si la mujer no consume bebidas alcohólicas durante el embarazo.
Diagnóstico
Es difícil diagnosticar los trastornos del espectro alcohólico fetal porque no existe una simple prueba que pueda cubrir la gama de todos sus síntomas. Ciertas manifestaciones físicas, problemas de desarrollo, problemas del comportamiento o
bajo rendimiento escolar pueden indicarle a los padres o al proveedor del hogar médico pediátrico o a otro
especialista del desarrollo pediátrico de la posibilidad de un diagnóstico del trastorno del espectro alcohólico fetal. Un antecedente conocido de consumo de alcohol durante el embarazo ayuda al diagnóstico, pero no es requerido para el diagnosticar el trastorno del espectro alcohólico.
Los niños con el trastorno del espectro alcohólico fetal pueden tener anomalías cerebrales que pueden conllevar a problemas en el desempeño de las actividades del diario vivir a pesar de tener un coeficiente intelectual normal que lo indique una evaluación exhaustiva. Todos los niños que forman parte del proceso de familias sustitutas,
adopción, especialmente adopciones internacionales, deben siempre ser evaluados para determinar la posibilidad de tener un trastorno del espectro alcohólico fetal.
Tratamiento
No existe un solo tratamiento que sea eficaz para todos los niños ya que los trastornos del espectro alcohólico fetal varían de un niño a otro. Los trastornos del espectro alcohólico fetal necesitan de un hogar médico para proveer, coordinar y facilitar todos los servicios médicos, sociales, educativos y conductuales que sean necesarios.
Varios de estos tratamientos incluyen:
Servicios de desarrollo
Intervenciones educativas
Modificación de la conducta
Entrenamiento para los padres
Entrenamiento de destrezas sociales
Medicamentos
Otras terapias médicas
Estrategias de transición
Defensa o Abogacía en la escuela y el sitio de trabajo
Referencia de servicios de apoyo en la comunidad
Los planes de tratamiento deben ser flexibles y adaptarse a las necesidades del niño y de su familia, además deben incluir una supervisión estrecha lo mismo que seguimiento.
Perspectivas para los niños con trastornos del espectro alcohólico fetal
Los trastornos del espectro alcohólico fetal son de por vida. No hay cura para estos, pero es muy importante identificar a los niños que lo sufren para que puedan alcanzar su máximo potencial. La investigación revela que su temprana identificación y participación en tratamiento mejora significativamente el desarrollo y la vida en general de los niños afectados.
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