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Problemas de salud

Infecciones de la parainfluenza viral

Los virus de la parainfluenza humana (VPIH) son un grupo de organismos, tipos del 1 a 4, que ocasionan varias infecciones respiratorias diferentes. Por ejemplo, son la causa principal del crup, que es una inflamación de la laringe y la tráquea que dificulta la respiración.

También son causa de algunos casos de enfermedades de las vías respiratorias inferiores, como la neumonía (infección pulmonar) y la bronquiolitis (una infección de los pequeños tubos respiratorios en los pulmones). En los niños pueden hacer que los síntomas de la enfermedad pulmonar crónica empeoren.

El período de incubación de los virus de la parainfluenza es de 2 a 6 días. Estos se contagian de una persona a otra por contacto directo o por la exposición a las secreciones contaminadas nasales o de la garganta. Por lo general, los niños están expuestos a la mayoría de los tipos de parainfluenza a los 5 años de edad.

Signos y síntomas

Los siguientes síntomas pueden presentarse en muchos tipos de infecciones por parainfluenza, aunque pueden diferir de un niño a otro o de una clase de infección a otra:

  • Tos áspera perruna
  • Respiración rápida, ruidosa o dificultosa
  • Ronquera y sibilancia
  • Enrojecimiento de los ojos
  • Secreción nasal
  • Tos
  • Fiebre
  • Falta de apetito
  • Vómitos
  • Diarrea

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

El diagnóstico del VPIH se puede realizar mediante pruebas a las secreciones recolectadas de la nariz y la garganta de un niño enfermo. Se toman cultivos virales o pruebas para buscar las partes del virus. Un aumento en los anticuerpos para la parainfluenza se puede encontrar en la sangre de los niños con la infección. Como es el caso de la mayoría de infecciones, puede tomar semanas para que los anticuerpos aparezcan.

Tratamiento

El tratamiento de las enfermedades virales, incluyendo las causadas por los virus de la parainfluenza, no debe incluir antibacterianos, que no son eficaces contra los virus. La mayoría de las infecciones causadas por la parainfluenza no necesita un tratamiento específico aparte de aliviar los síntomas y hacer que el niño esté más cómodo hasta que se sienta mejor. La enfermedad se mejora por sí sola. Los antibacterianos se deben usar solo si se produce una infección bacteriana secundaria.

Pregunte a su pediatra si debe suministrar acetaminofén a su hijo cuando tenga fiebre para reducir la temperatura del cuerpo. Asegúrese de que tome muchos líquidos.

Algunas terapias de apoyo son exclusivamente para la infección específica que se presente. Para el crup, que se caracteriza por una tos perruna, su hijo se sentirá mejor si lo lleva al baño, abre el agua caliente de la ducha y deja que el baño se llene de vapor. El aire caliente y húmedo deberá permitirle respirar con más facilidad. Respirar en el vapor también suele ser útil, pero si no lo ayuda, lleve a su hijo al aire libre por unos minutos. Inhalar el aire húmero y fresco de la noche puede relajar sus vías respiratorias y podrá respirar mejor.

El pediatra podrá recetarle una dosis de corticosteroides para el crup. Por lo general, una sola dosis es todo lo que se necesita.

Prevención

En los primeros meses de vida, los bebés tienen protección contra algunos tipos de la parainfluenza por los anticuerpos de su madre.

Mantenga a su hijo alejado de los niños con infecciones virales, particularmente en las primeras y más contagiosas etapas. Lavarse las manos a fondo regularmente es una forma importante de disminuir las probabilidades de propagar la mayoría de las infecciones virales. Su hijo no debe compartir utensilios para comer ni vasos con niños enfermos.

No hay vacuna contra los virus de la parainfluenza, aunque las vacunas contra los tipos virales del 1 al 3 están en desarrollo.

Última actualización
9/14/2017
Fuente
Immunizations &Infectious Diseases: An Informed Parent's Guide (Copyright © 2006 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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